jueves, 28 de abril de 2022

LAS CONSULTAS POR IDEAS SUICIDAS EN LA INFANCIA SE MULTIPLICAN POR 18,8 EN LA ULTÍMA DÉCADA.

 Las consultas por ideas suicidas en la infancia se multiplican por 18,8 en la última década

La Fundación Anar trató en 2021 a 4.542 menores de edad por ideación suicida, autolesiones o intento de suicidio

Durante el año 2021, la Fundación Anar, entidad sin ánimo de lucro dedicada a la promoción y defensa de los derechos de los niños y adolescentes en situación de riesgo, atendió 251.118 peticiones de ayuda a través de su teléfono o chat —cifra que supone un incremento del 50,9% con respecto a 2020— y trató a 4.542 menores de edad por ideación suicida, autolesiones o intento de suicidio. Diana Díaz, directora del teléfono Anar, consideró durante la presentación del Informe Anual Teléfono/Chat Anar 2021, que «estamos hablando de mucho sufrimiento, del que hay en cada niño y familia detrás de cada caso, de cada cifra. Las peticiones de ayuda se han multipicado por 18,8 en la última década».

Y es que, tal y como aseguran, los problemas de salud mental de los menores se han disparado un 54,6% en 2021. «De entre los diferentes problemas de salud mental —insistió Diana Díaz—, el suicidio es el que ha experimentado el crecimiento más preocupante, además de ser el más grave y con peores consecuencias para nuestros jóvenes. Es un fenómeno del que, en los últimos años, Anar viene advirtiendo a la sociedad por su alarmante crecimiento y que el fenómeno Covid no ha hecho más que agravarlo. No es fácil que los menores quieran hablar de este asunto, pero gracias a la pericia de los psicólogos que atienden las llamadas detectan e identifican este tipo de situaciones», puntualiza.

«Llevo unas semanas sin ganas de nada, y no puedo ir al instituto por la ansiedad... tampoco quiero hacer actividades, solo tengo ganas de morirme». «Hoy he intentado suicidarme, ¿me puedes dar una razón para vivir?». Así se confesaban algunos adolescentes a través del telénono Anar demandando ayuda.

Aumento de las autolesiones

Junto al suicidio, que ha experimentado el crecimiento más preocupante dada la gravedad de sus consecuencias, las autolesiones se han multiplicado por 56 en los últimos 13 años (con una tasa de crecimiento de +5.514%), pasando de 57 casos atendidos a través de las Líneas de Ayuda en 2009 a 3.200 en 2021. Otro factor llamativo del informe es que en el 52,2% de los casos, los menores de edad estaban viviendo en el seno de familias que presentan graves problemas de salud mental.

Por su parte, los trastornos de alimentación crecieron un 154,7% en 2021, el duelo un 138,9%, los síntomas depresivos/tristeza un 31,5%, las adicciones un 41%, la la baja autoestima un 27,9% y la ansiedad un 25,6%.

Para Diana Díaz también es muy preocupante la violencia hacia los menores, en sus doce tipologías. «Aunque la mayoría de las familias son muy protectoras con sus hijos, las hay que recurren a la violencia como fórmula para resolver sus conflictos en el hogar a través del maltrato físico (que aumenta hasta 2.282 casos) y psicológicos (1.795 casos) o la violencia de género (3.440 casos). Del mismo modo, también ha despuntado el abuso sexual en un 80,9% con 1.297 casos y resulta muy significativo que el 10% de los abusos sexuales en menores se producen en grupo».

Benjamín Ballesteros, director de programas Anar, añadió que «en 2021, el 45,9% de los problemas atendidos han sido urgentes y sólo el 13,4% ha tenido una urgencia leve. Si tenemos en cuenta lo ocurrido en los tres últimos años, se aprecia una pauta ascendente de los problemas que requieren de una atención urgente. De hecho, de 2019 a 2021, los problemas de urgencia alta se han incrementado 17,3 puntos porcentuales. Por el contrario, aquellas cuestiones atendidas de urgencia baja han ido descendiendo en este periodo de tiempo».

¿Por qué está afectada la salud mental?

Para Ballesteros, entre las principales causas que han motivado una peor salud mental destacan las siguientes: la soledad acompañada, producida por las nuevas formas de comunicación y las tecnologías, la falta de referentes emocionales, los problemas de comunicación, la mayor exposición a la violencia a través de la tecnología y otros problemas graves como el coronavirus y, actualmente, la Guerra de Ucrania. «Todo ello favorece la aparición de problemas psicológicos, sociales y económicos que aumentan la frustración, la desmotivación, la incertidumbre, el malestar y, en ocasiones, su desesperanza. Todo ello incide en que el adolescente lo exprese utilizando en ocasiones mecanismos de autorregulación emocional perjudiciales para su salud como son las ideas e intentos de suicidio, autolesiones, trastornos de alimentación, etc.».

Añadió que los adolescente, por lo que indican en sus relatos, «cuentan actualmente con menos referentes externos y menos refuerzos y estímulos positivos fuera de casa, que son necesarios para su desarrollo. Se relacionan menos con sus iguales, realizan menos actividades de ocio y tiempo libre, lo que repercute en su estado emocional».

Cómo prevenir el sufirmiento en la infancia

Los responsables de esta organización señalan una serie de necesidades:

—Aumentar los recursos especializados y un mayor número de profesionales destinados a atender temáticas de mayor sensibilidad y riesgo para su salud: suicidio, autolesiones, abusos sexuales, adicciones a tecnologías, para que no exista tanta demora en la atención.

—Reducir las listas de espera y la frecuencia de las citas.

—Necesidad de formación a profesionales. Mayor sensibilidad y credibilidad de los testimonios por parte de los profesionales.

—Implicación del propio profesorado para desarrollar competencias emocionales ya que el centro escolar es un observatorio privilegiado, así como el centro de salud.

—Regular el acceso, por los niños y adolescentes a Internet y medios digitales para evitar que se vean expuestos a determinados contenidos.

—Por debajo de 16 años no pueden acceder a la red sanitaria por si mismos y si no existe una familia protectora, que haya identificado la necesidad de que éstos y éstas reciban asistencia psicológica, se queda fuera de la atención.

—En familias donde los progenitores están separados, y el niño y adolescente necesita asistencia psicológica, si existe un conflicto entre ambos progenitores y uno de ellos se niega o resiste, deben acudir al procedimiento legal para manifestar su discrepancia en cuestiones de patria potestad, demorando la urgencia de que el niño adolescente sea atendido y reciba la asistencia psicológica necesaria. Este tema aún resulta más grave cuando son víctimas de algún tipo de violencia filioparental, donde el progenitor se niega a que el niño o adolescente pueda ser valorado y tratado.

Información de interés para aquellos que necesiten ayuda:

-Teléfono Anar: 900 20 20 10

-Chat Anar: chat.ANAR.org

-Teléfono Anar de la Familia y los Centro Escolares: 600 50 51 52

-Teléfono Anar para casos de niños desaparecidos: 116 000

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