domingo, 3 de abril de 2022

FEIJÓO SE ESTRENA CON UNA PROMESA DE CAMBIO TRANQUILO Y SIN REVANCHA

Feijóo se estrena con una promesa de cambio tranquilo y sin revancha

El nuevo presidente del PP sitúa a Aznar y Rajoy como referentes para hacer un partido de mayorías

«Lo importante ahora es seguir juntos», advierte justo después de ser elegido para liderar a los populares

El Partido Popular necesitaba una exhibición de unidad, que al final es una demostración de fuerza, como la que se ha visto en su congreso nacional de Sevilla, con la elección de Alberto Núñez Feijóo como nuevo presidente nacional. El partido vuelve a ser una piña compacta y el pasado reciente ya no interesa a nadie. Los más de 3.000 compromisarios votaron en masa a Feijóo para liderar la alternativa frente a Pedro Sánchez, y Feijóo se lo agradeció con una advertencia,«lo importante ahora es seguir juntos», y una promesa, «el cambio ya se ha iniciado».

En la votación no había ningún misterio, con la candidatura única de Feijóo. Las dudas que se planteaban ayer por la mañana en los pasillos del congreso se referían solo al equipo de dirección de Feijóo, que aún tiene que anunciar el nombre de sus vicesecretarios y resolver la ‘cuota’ que muchos dan por hecho que tendrá Madrid, sobre todo después de que optara por la mano derecha de Juanma Moreno, Elías Bendodo, como coordinador general.

El congreso fue una fiesta de unidad, después del momento de funeral político que se vivió la tarde anterior, con la despedida de Casado, y ese comentario de Aznar, «donde quiera que esté, Pablo, gracias por tu esfuerzo», que ya forma parte de la historia del PP. Ayer, cuando se preguntó de manera informal a Casado qué haría a partir de ahora, contestó con un lacónico «vivir». En el congreso, el ambiente era de ilusión sin caer en la euforia, con todos los compromisarios volcados con Feijóo, sobre todo los gallegos, que incluso le regalaron una ‘rainxeira’. En el plenario, se sentó con Isabel Díaz Ayuso a un lado y Juanma Moreno a otro, en una imagen que decía más que mil palabras sobre el nuevo PP.

«En España hay hambre de cambio, y ese cambio ya ha empezado»,

Sobre las 12.30, la presidenta del congreso, Teófila Martínez, proclamó a Feijóo presidente nacional del PP, con el 98,35 por ciento de los votos. «Vamos allá», comentó Feijóo nada más subir a la tribuna para pronunciar su primer discurso como líder de los populares, con un primer aviso a navegantes:«Gracias a todos, pero lo importante ahora es seguir juntos».

«En España hay hambre de cambio, y ese cambio ya ha empezado», aseguró. Fue un discurso potente, firme en la defensa de los valores centrales del PP, como son la Constitución, la unidad de España, el Estado de las autonomías y la Monarquía, pero también conciliador, con la mano tendida al Gobierno cuando sea por el bien de los españoles y con las puertas abiertas para que el PP vuelva a ser un partido de mayorías, y no una bisagra que se conforme con sumar con unos y otros para poder gobernar.

En un torno sereno, pero contundente, ofreció «fiabilidad, madurez y un rumbo claro» para defender una alternativa inconformista, es decir, que no caiga en la resignación de asumir que España siempre tiene que estar peor que los países de su entorno ante cualquier crisis. «Creo profundamente en nuestras posibilidades, las de nuestro país. Que nadie intente hacer creer que no se pueden cambiar las cosas», avisó.

El «más constitucionalista»

Feijóo prometió un cambio «tranquilo y profundo», una idea que aprovechó para lanzar un mensaje de concordia a todos los españoles, y también para intentar ensanchar al partido y que vuelva a ser la casa común del centro-derecha, que sigue siendo el principal objetivo del PPdesde que ese espacio político se fragmentó con Ciudadanos y Vox. Es un cambio, dijo, «del que no está excluido nadie, ningún español». Solo dejó fuera «el conformismo, el rencor, la revancha y la división».

«Somos un partido que cree en los partidos autonómicos, pero que sabe que el PP no es confederal, sino nacional y defiende la Nación española»

Para el nuevo presidente del PPes especialmente importante la defensa del Estado de las autonomías, con un modelo de partido en el que los territorios van a tener más peso e influencia que nunca, o esa es la intención inicial. Por eso quiso dejar claro que el PP«no es un partido confederal», una aclaración que nunca habría sido necesaria si realmente no se estuvieran dando pasos que algunos populares ven en esa dirección. Así, Feijóo subrayó que el PPes el partido «más constitucionalista», porque defiende la España de las autonomías, la unidad en la diversidad: «Somos un partido que cree en los partidos autonómicos, pero que sabe que el PP no es confederal, sino nacional y defiende la Nación española». Toda una declaración de principios que Feijóo se vio obligado a hacer desde el primer momento.

Precisamente, en el congreso del PP fue bastante comentado que Feijóo hubiera utilizado una lengua cooficial, el gallego, durante su intervención del día anterior para presentar su candidatura. Todos quitaron hierro al asunto. El líder gallego defendió un «bilingüismo cordial» y advirtió de que a las lenguas no se las combate, se las respeta.

Basta de debates estériles

En su primer discurso como presidente nacional del PP, de contenido netamente moderado y centrista, pidió a los suyos que no entren en debates estériles, y puso como ejemplo la igualdad. «¿Por qué nos vamos a enfrentar por la igualdad?», se preguntó. «España no está condenada al enfrentamiento por cualquier cosa. Basta ya de polémica forzadas, de enfrentarnos, de crear problemas, cerremos los debates estériles y afrontemos los problemas reales».

En esa línea, aseguró que quiere sacar la política española del enfrentamiento y de la hipérbole permanente. «Mi proyecto es de entendimiento», continuó, aunque advirtió de que primero debe ser un «entendimiento interno».«Si no te apoyan en casa, mal puedes acreditar el entendimiento fuera, y el entendimiento de los españoles por encima de todo».

Feijóo no mencionó expresamente a Vox, pero sí apeló varias veces a sus votantes para invitarles a regresar al PP, un partido «de mayorías». Dejó claro que no le gustan las etiquetas y por eso rechazó a los que reparten carnés de demócratas, de españoles y de patriotas:«Empecemos a trabajar de una vez como adultos en la política española. Dejemos de ser más españoles que nadie, más patriotas que nadie, aquí cabemos todos, esta es la España de todos, este es nuestro partido, el de todos que quieran unirse a la España común».

Feijóo, que, como él mismo dijo, no es nuevo ni una incógnita, ha conseguido reilusionar a todo el PP, con la promesa de que en su «último cuarto» de vida política que le queda será cuando «se decida el resultado».

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