domingo, 24 de abril de 2022

ESPAÑA PONE EL RADAR EN LOS TURISTAS ALEMANES Y BRITÁNICOS EN TURQUÍA PARA SUPLIR LOS RUSOS.

 España pone el radar en los turistas alemanes y británicos en Turquía para suplir a los rusos

El sector busca potenciar los mercados tradicionales, a la espera de recuperar el largo radio

El turista ruso no vendrá este verano a España. Una pérdida que ya tiene asumida el turismo desde el estallido de la guerra en Ucrania y las posteriores sanciones al Kremlin. Y aunque no quita el sueño al sector, en juego está un mercado clave para algunos destinos españoles. U n emisor de 1,3 millones de visitantes a nuestro país antes de la pandemia, que además aportaba el valor añadido de su bolsillo. Sabedores eran en el Gobierno de la importancia de esta condición, por lo que en los últimos años habían intensificado la promoción de España como destino turístico en suelo ruso. De hecho, el Gobierno fue el primero en lamentar esta ausencia, prometiendo poner el foco en la búsqueda de mercados alternativos «para una eventual falta de visitantes de este país» en palabras del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez.

Trabajando para suplir este vacío ya está el propio sector, que confía en que el retorno del turista de largo radio pueda compensar esta pérdida, por concordancia al nivel de gasto del visitante ruso. Pero el tiempo apremia para la llegada de la temporada de verano y estos mercados aún tardarán en recuperarse. Aunque en marzo, las aerolíneas recuperaron al 75% de los viajeros intercontinentales de 2019, todavía falta actividad en los mercados clave. La demanda desde Estados Unidos a Europa se ha retraído en los últimos meses por la guerra de Ucrania, mientras que los países del sudeste asiático siguen muy marcados por las restricciones sanitarias. Tampoco los mercados del golfo Pérsico están respondiendo como antes de la pandemia.

En tanto, como solución a la coyuntura, el sector turístico también apuesta por potenciar posiciones en los países emisores tradicionales para España (Reino Unido, Alemania, Francia, Países Bajos, Bélgica, etc), aunque son mercados todavía pendientes de recuperar al 100% tras la pandemia. Pero el conflicto también abre puertas. De hecho, el sector espera que exista un trasvase hacia España de turistas alemanes y británicos que desistan de pasar sus vacaciones en Turquía (uno de los principales destinos para ambas nacionalidades) por su proximidad al área del conflicto. Así lo reconocen desde la Mesa del Turismo, donde esperan que «este factor provoque que muchos de esos países europeos elijan a España como destino de manera que se pueda suplir un poco la pérdida de Rusia y los países aledaños», relata el secretario general de esta patronal, Carlos Abella.

Para Abella recuperar al turista ruso será complicado a medio plazo. Cree que aunque la guerra pueda no durar demasiado, sí lo harán sus consecuencias. «No recuperaremos el mercado ruso ni en 2022 ni en 2023, en el mejor de los casos empezará a remontar en 2024» estima el directivo.

El camino será largo para muchos. Especialmente para algunos destinos catalanes como sucede con la Costa Dorada, donde el turista ruso se había convertido en el tercer mercado extranjero por número de visitantes, tan solo por detrás de Francia y Reino Unido. De hecho, la provincia de Tarragona ya era líder en 2019 para el mercado ruso en destino español. Aquí, junto a bielorrusos y ucranianos ya representaban el 7% de las pernoctaciones anuales. Alrededor de 1.700.000 noches de hotel, según los datos de la Federación Empresarial de Hostelería y Turismo de Tarragona (FEHT). Para este enclave perder el liderazgo de este mercado «es una mala noticia» en palabras de su portavoz, Xavier Guardia. Aunque asegura que aún sin la existencia de la guerra, no esperaban recuperar al turista ruso este año «ya que seguían teniendo problemas con visados, además de un bajo porcentaje de vacunación y la no homologación de su vacuna, la Sputnik».

Las expectativas la sitúan en sus otros visitantes tradicionales. «Entendemos que si los demás mercados responden como esperamos, se pueda hacer frente a ese agujero que deja la falta del turista ruso. Los turoperadores británicos y franceses nos están dando esperanzas y tenemos buenas sensaciones con el turista nacional según lo visto en Semana Santa, por lo que esperamos tener números parecidos a los de 2019 aún sin Rusia» abunda Guardia.

En todo caso, el turismo tarraconense lamenta la pérdida de un mercado «joven, con un crecimiento exponencial y una relación importante con nosotros». Un visitante del que Guardia destaca que ,a diferencia de otros que solo buscan el sol y playa, es «inquieto». «Le interesa la gastronomía del territorio y su cultura. Además es fiel. Si le gusta un destino, vuelve» explican desde FEHT.

Por eso todo el sector en Cataluña tiembla ante su pérdida. En 2019, la región recibió a 795.000 turistas rusos, prácticamente el 60% de los visitantes de este origen hacia España en ese año. En total gastaron 1.167 millones de euros en esta comunidad, más de la mitad de los 1.992 millones que dejaron en todo el país. Aunque para la mayoría de regiones, este continúa siendo un turista residencial.

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