martes, 29 de marzo de 2022

LAS LINEAS ROJAS SOBRE EL TERRITORIO UCRANIANO BLOQUEAN EL ACUERDO CON RUSIA

 Las líneas rojas sobre el territorio ucraniano bloquean el acuerdo con Rusia

Zelenski da por perdida Crimea, pero se muestra firme sobre el Donbass y exige dialogar directamente con Putin

Nueva reunión negociadora hoy en Estambul sin el menor indicio de desescalada en los bombardeos

Se diría que el único motivo que anima a las delegaciones rusa y ucraniana a seguir manteniendo contactoses no enfrentarse al reproche de negarse al diálogo. De ser así, los reiterados encuentros mantenidos hasta ahora por Moscú y Kiev para supuestamente tratar de parar la guerra no serían más que postureo.

Partiendo de esta plausible conjetura y con la contienda sin el menor indicio de desescalada, ni siquiera para propiciarque las partes hablen tranquilamente en un ambiente adecuado, hoy se reanudan las negociaciones entre los contendientes. El encuentro esta vez será de forma presencial y tendrá como sede la histórica y sublime ciudad turca de Estambul.

El pasado domingo, en la víspera de esta nueva reunión, el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, concedió a varios medios rusos una entrevista, cuya difusión ha sido prohibida por las autoridades rusas y cuyo contenido en el Kremlin aseguran no haberse ni leído todavía, explicando de forma exhaustiva lo que su país espera obtener de un hipotético acuerdo con el jefe del Kremlin, Vladímir Putin.

Seis puntos de discusión

De acuerdo con lo formulado por el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, que trata de hacer valer su papel mediador en este conflicto, en las negociaciones en curso, que arrancaron el pasado 28 de febrero en Bielorrusia, se están discutiendo seis puntosun modelo neutral para Ucrania, que excluiría su adhesión a la OTAN, su «desmilitarización y desnazificación», garantías de seguridad para Rusia, medidas para proteger la lengua rusa en Ucrania y el estatus de Crimea y Donbass.

Erdogan sostiene que hay avances en los cuatro primeros puntos, aunque están «estancadas» las negociaciones en relación con el futuro de Crimea y Donbass, cuestión territorial clave sin cuya resolución, a juicio de la inmensa mayoría de los expertos, es imposible concluir un acuerdo de paz por mucho que pudiera haber consenso en otros apartados.

A Zelenski se le preguntó el domingo qué hay de cierto en lo que dice el presidente turco, y respondió: «En cuanto a las garantías de seguridad y neutralidad y el estatus no nuclear de nuestro país, estamos dispuestos a ceder (…); todo esto fue lo primero que planteó Rusia y, por lo que recuerdo, la causa de que comenzara la guerra».

El presidente ucraniano señala que las tropas rusas «deben retirarse a las posiciones anteriores al 24 de febrero»

También se mostró proclive a defender la lengua rusa en su país y lo dijo hablando precisamente en ese idioma, aunque subrayó que el principal culpable de que pueda haber ahora animosidad hacia el ruso la tiene Moscú con su «agresión». «Estoy seguro de que el asunto del idioma saldrá de la agenda porque se resolverá», añadió.

Por otro lado, Zelenski insistió en que Crimea es Ucrania, pero dio garantías de que Kiev nunca intentará recuperarla por la fuerza. De igual forma se refirió a las dos repúblicas rebeldes de Donbass, Donetsk y Lugansk. Aseguró que «deseo acabar con esta guerra, no quiero cientos de miles de muertos (…), no contemplo un ataque contundente, ni en Donbass ni en Crimea. Entiendo profundamente cuántos miles de personas morirían».

Ahora bien, el dirigente ucraniano dejó claro que la cuestión de Donbass hay que discutirla. Así lo propuso en los últimos años, mucho antes de que la situación llegase al actual conflicto, cuando pidió reunirse con Putin para tratar de consensuar una posición común a la hora de interpretar los acuerdos de Minsk de 2015. Él nunca estuvo de acuerdo en tenerse que sentar a negociar con quienes en Donbass se levantaron con las armas contra el poder de Kiev, sino, tras unas elecciones, hablar sobre el futuro de estos enclaves con los dirigentes que saliesen de las urnas.

Volver al punto de partida

«Queremos que las tropas rusas se retiren a las posiciones anteriores al 24 de febrero, antes de que lanzaran el ataque. Volvamos allí. Entiendo que es imposible obligar a Rusia a liberar completamente todo el territorio, conducirá a una tercera guerra mundial. Lo entiendo perfectamente (…), pero vuelvan a donde empezó todo, y allí intentaremos resolver el complejo problema de Donbass», manifestó Zelenski el domingo sugiriendo que hay que negociar cómo dar solución a esos territorios y hacerlo precisamente con Putin, no con los cabecillas separatistas.

Según sus palabras, «tenemos que pactar con el presidente de la Federación Rusa reunirnos donde sea en el mundo, excepto en Ucrania, Rusia o Bielorrusia». Sin embargo, advirtió que la exigencia rusa de desmilitarizar y «desnazificar» Ucrania es inadmisible. «No vamos ni a entrar a discutir eso (…), advertí a los negociadores que no nos sentaremos a la mesa para hablar de ningún tipo de desmilitarización o desnazificación. Para mí, estas son cosas absolutamente incomprensibles».

Exigencias de Moscú

Pero las posiciones que mantienen Kiev y Moscú son tan distantes que, mientras una de las dos partes, o las dos, no modifiquen sus postulados, se plantea como muy poco viable la consecución de un acuerdo. Desde el Kremlin se insiste en que Rusia ha reconocido ya a Donetsk y Lugansk como estados independientes y exige que Kiev haga lo mismo. También que las autoridades ucranianas reconozcan Crimea como territorio ruso.

Ayer, el ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, declaró que «la desnazificación y la desmilitarización son elementos obligatorios para Rusia en futuros acuerdos con Ucrania (…). Los batallones ultranacionalistas ucranianos emplean en la práctica métodos nazis de guerra». Y señaló que «estamos obligados a garantizar que Ucrania deje de ser objeto de experimentos de Occidente y de la OTAN en el plano militar y que no represente una amenaza militar y física para Rusia». El canciller ruso ha considerado además «contraproducente» que Zelenski y Putin se reúnan mientras no se haya elaborado un procedimiento para «abordar los problemas acumulados en los últimos años», dando a entender que su solución pasa por «atender todas las exigencias» planteadas a Kiev por Moscú.

Como ya han constatado en las últimas semanas dirigentes europeos tales como el presidente francés, Emmanuel Macron, o el primer ministro italiano, Mario Draghi, una fuente oficial en Washington considera igualmente que Putin no da señales de desear llegar a un compromiso para poner fin a la guerra. «Observo que no está dispuesto a comprometerse en este momento», declaró ayer a Reuters bajo el anonimato un alto funcionario del Departamento de Estado norteamericano.

No hay comentarios:

Publicar un comentario