miércoles, 2 de febrero de 2022

BRUSELAS CONSIDERA VERDE EL GAS Y LA ENERGÍA NUCLEAR

 Bruselas considera verde el gas y la energía nuclear

La Comisión Europea ha aprobado finalmente en su reunión de este miércoles el reglamento sobre la llamada Taxonomía Verde y las incluye como «un medio de transición»

La Comisión Europea ha aprobado finalmente en su reunión de hoy el reglamento sobre la llamada Taxonomía Verde incluyendo las centrales eléctricas de gas y nucleares como «un medio de transición» a una economía descarbonizada. Un grupo importante de países en el que figura España no está de acuerdo con esta decisión, pero no parece probable que puedan sumar apoyos suficientes en el seno del Consejo Europeo para anular esta decisión que ha de ser probada por el Parlamento Europeo en los próximos dos meses.

Los expertos de la Comisión justifican este polémico paso por la necesidad de gigantescas inversiones que tendrán que venir del sector privado porque el sector público no tiene capacidad para ello y en este sentido la categorización de las inversiones esperan que sirva para orientar esas inversiones.

Según fuentes de la Comisión, esta controvertida decisión pretende servir para «usar todas las cosas que tenemos a a nuestra disposición para alcanzar estos objetivos» y acelerar la transición. La Comisión insiste en que «no se les concede una etiqueta verde» porque «no son neutrales ni renovables» sino la de «actividades de transición» bajo requisitos técnicos muy estrictos, pero alcanzables.

El principal cambio que se ha introducido en la reglamentación aprobada respecto a las anteriores versiones se refiere a el aumento de la transparencia en estas actividades para que los inversores puedan identificar que inversiones van a desembocar en nuclear y gas.

En todo caso, cada país podrá seguir decidiendo qué mix energético quiere usar y según la comisaria de Servicios Financieros, Mairead McGuinness, la decisión de la Comisión «no representa ninguna política energética» europea sino que cada país «sigue siendo libre de elegir si quiere o no usar estas energías».

La inclusión de la energía nuclear y el gas es defendida por varios países encabezados por Francia, con el argumento de que las fuentes renovables actuales no permitirán todavía cubrir las necesidades de electricidad. Alemania –que depende del gas pero que ha previsto cerrar las nucleares- acepta este combustible, pero encabeza el grupo de países que se opone a la inclusión de las nucleares en la etiqueta verde.

Tanto el gas y la electricidad deberán cumplir estrictas condiciones, como sustituir a otras alternativas más contaminantes como el carbón. En el caso del gas, se eliminan los objetivos intermedios de reducción de emisiones que ya existían y se mantiene solo el límite de 2035 para sustituir el gas por un combustible renovable. En cuanto a las nucleares, deberán haber asegurado sistemas de depósito de residuos radiactivos a gran profundidad antes de 2050.

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