Putin medita su respuesta tras el «no» a su principal demanda
Macron hablará con el presidente ruso para intentar una solución diplomática a la crisis
Pocas horas después de que EE.UU. y la OTAN respondieran a las exigencias rusas sobre «garantías de seguridad» con la negativa a renunciar a la expansión de la Alianza y a incluir en su seno a Ucrania, el ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, declaró ayer que «no ha habido respuesta positiva a la cuestión principal» expresada en el paquete de propuestas que Moscú presentó el pasado 17 de diciembre.
Según Lavrov, «la cuestión principal es nuestra posición clara sobre el carácter inaceptable de que continúe la expansión de la OTAN hacia el este y del despliegue de armas que podrían amenazar el territorio ruso». No obstante, según sus palabras, «hay una reacción que permite esperar el inicio de una discusión seria sobre cuestiones secundarias».
De todas maneras, añadió el jefe de la diplomacia rusa, «cualquier decisión sobre los pasos de Rusia en adelante será adoptada por el presidente» del país, Vladimir Putin.
El secretario de Estado norteamericano, Antony Blinken explicó claramente el miércoles que la OTAN no renunciará a admitir nuevos miembros, según su política de «puertas abiertas», pero tendió la mano a Rusia en la línea de alcanzar un compromiso por la «vía diplomática» que permita normalizar las relaciones y acabar con las tensiones en torno a Ucrania.
Por su parte, el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, afirmó ante la prensa que la respuesta facilitada por Washington «no se puede decir que haya tomado en cuenta nuestros puntos de vista o que haya una voluntad de atender nuestras preocupaciones». Pero Peskov aseguró, no obstante, que Rusia «no se dará prisa y se tomará su tiempo, antes de responder, para analizar la respuesta recibida por escrito de EE.UU.»
El jefe de prensa de la Presidencia rusa instó a «no apresurarse a extraer conclusiones (…) el jefe de Estado ya conoce la respuesta. No retrasará la reacción, pero no vale la pena esperarla a la velocidad del rayo».
Repliegue
Rusia rechaza que la OTAN pueda seguir expandiéndose hacia el este, y menos a costa de Ucrania, exige una reducción de su dispositivo militar en el este de Europa, el repliegue a las posiciones de 1997, y olvidar cualquier idea de instalar bases militares en antiguas repúblicas soviéticas. Todo eso ha sido rechazado por Washington y sus aliados, pero Blinken sostiene que se ha ofrecido al Kremlin «una vía diplomática seria, si Rusia lo acepta». «Hemos dejado claro que hay principios básicos que estamos determinados a mantener y defender, incluida la soberanía y la integridad territorial de Ucrania, y el derecho de los Estados a elegir sus alianzas y disposiciones de seguridad».
Kiev se congratuló ayer de que EE.UU. mantenga contacto directo y permanente con Ucrania e informe de las conversaciones que lleva a cabo con Rusia. En este sentido, el ministro de Exteriores ucraniano, Dimitro Kuleba, explicó ayer a través de Twitter que el Gobierno de su país conoce el documento que Moscú ha recibido como respuesta a sus demandas de seguridad y señalado que, por parte de Kiev, «no hay ninguna objeción». Convino en que «no tomar decisiones sobre Ucrania sin Ucrania es una regla de oro».
El presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, tenía ayer más motivos de satisfacción todavía. Calificó de «constructivas» las conversaciones del miércoles en París de los emisarios de los cuatro países del Grupo de Normandía (Alemania, Francia, Rusia y Ucrania). Para Zelenski ha sido importante que los negociadores hayan decidido continuar las conversaciones dentro de dos semanas en Berlín, pero expresó el deseo de que «en el plazo más breve de tiempo» tenga lugar una cumbre de jefes de Estado del conocido también como Cuarteto de Normandía. A su juicio, «la primera prioridad es llegar a un alto el fuego estable e incondicional en Donbass», la zona separatista del este de Ucrania que cuenta con la ayuda de Rusia. La necesidad de que todos los presentes en París coincidieran en la necesidad de una tregua incondicional fue el principal logro de la reunión.
La última cumbre del Grupo de Normandía se celebró en París en diciembre de 2019. Participaron los líderes de los países del cuarteto, Angela Merkel, Emmanuel Macron, Vladimir Putin y Volodímir Zelenski, y el resultado fue un modesto intercambio de prisioneros. A partir de ese momento, Putin se mostró reacio a repetir un encuentro en el mismo formato, algo que Macron espera conseguir de nuevo ahora. Con esta intención, Macron telefoneará hoy a Putin.
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