miércoles, 3 de noviembre de 2021

MADRID APRUEBA LA REBAJA DEL IRPF Y EL FIN DE LOS IMPUESTOS PROPIOS,QUE SE APLICARÁN EN 2022

 Madrid aprueba la rebaja del IRPF y el fin de los impuestos propios, que se aplicarán en 2022

La primera es de medio punto por tramo y supondrá un ahorro de 300 millones de euros para más de 3 millones de contribuyentes

La rebaja del IRPF se hará efectiva hoy en Madrid, si se comple lo previsto. La que fuera promesa electoral ya en 2019 se concreta hoy en una norma que aprueba el Gobierno regional y que supondrá un ahorro de 300 millones de euros para más de tres millones de contribuyentes. Tras su paso por la Asamblea, será de aplicación a partir de 2022.

La nueva ley que hoy presenta la presidenta regional, Isabel Díaz Ayuso, recoge una bajada de medio punto en el tramo autonómico del IRPF que se traducirá en ahorros para los tres millones de contribuyentes. Según el Gobierno regional, la mejora la notarán sobre todo las rentas más bajas, cuyo tipo impositivo pasará a un 8,5% desde el 9% vigente.

Otro ejemplo que se ha utilizado al hablar de este asunto desde el Gobierno de Madrid es la comparativa con otras comunidades: Un madrileño que gane 20.000 euros al año tributará, según estos cálculos, 340 euros menos que un catalán y una media de 150 euros menos que los trabajadores de las regiones gobernadas por el PSOE.

La propia Ayuso ha definido esta rebaja fiscal como «la mayor bajada de impuestos de nuestra historia». Bajará medio punto en todos los tramos, y Madrid seguirá siendo la Comunidad con el tramo autonómico de IRPF más bajo de toda España.

Además, el consejo de Gobierno también ha dado el vistobueno hoy la norma que elimina los impuestos propios en esta autonomía, que se convierte en la primera sin ni guno.

Los tributos que desaparecen son el impuesto sobre la instalación de máquinas recreativas en establecimientos de hostelería -Madrid era la única región que tiene un impuesto de estas características- y el impuesto sobre Depósito de Residuos. Además, pone fin sobre el papel a otro pago, el recargo de Impuesto de Actividades Económicas (IAE), que ya no se estaba aplicando de hecho: era del 0% desde el año 2009. Estos tres impuestos supusieron en 2020 una recaudación de 3,4 millones de euros.

Antigua promesa electoral

La rebaja del IRPF fue una promesa electoral de Díaz Ayuso ya en 2019. Desde entonces, se ha insistido en ella en media docena de ocasiones, hasta que ayer ya se materializó en una ley elevada a la Asamblea. De acuerdo con los datos del consejero de Economía y Hacienda, Javier Fernández-Lasquetty, su puesta en marcha supondrá para un ciudadano con una renta de 35.000 euros brutos al año y sin hijos una rebaja de algo más de 126 euros.

Los ahorros son entre dos y media y casi cuatro veces mayores si se compara con lo que pagaría ese mismo ciudadano tipo en otras comunidades autónomas: tributaría 466,68 euros por año con respecto a un catalán; 448,74 euros anuales respecto a un ciudadano balear; 328,68 euros respecto a un residente en Asturias; y 315,43 euros si se compara con lo que tributaría un residente en Valencia con los mismos ingresos y circunstancias personales.

Fernández-Lasquetty comparaba también el ahorro que conseguirán los madrileños con esta bajada del IRPF con lo que ellos mismos tributaban en 2010:tomando como referencia la misma renta tipo, el ahorro es de entre 335 y 327 euros, según si el contribuyente no tuviera hijos o si tuviera dos.

16.500 euros por madrileño

El ahorro para los madrileños de estos 17 años de reducción de la presión fiscal se traduce, según sus cálculos, en 52.819 millones de euros, a una media de 16.500 euros por ciudadano. Algo que no ha supuesto, asegura, reducir la recaudación. De hecho, destaca que en este periodo, la Comunidad de Madrid se ha convertido en «en el motor económico de España, aportando el 19,2 por ciento al PIB nacional».

La bajada de medio punto en todos los tramos del IRPF va a beneficiar a un total de 3,3 millones de contribuyentes, y supondrá que tengan que pagar en conjunto 300 millones de euros menos. La presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso, presentó en persona esta medida, una de sus promesas estrella en la campaña de 2019 y en la del pasado 4 de mayo, y no desaprovechó la ocasión para atizar al Gobierno central, comparando sus modelos políticos: «Mientras el Gobierno de España decide si deroga o no la reforma laboral, seguimos siendo el contrapeso de libertad y de prosperidad que necesitan los españoles».

Junto con esta norma, el consejo de Gobierno también aprobó la desaparición de los impuestos propios madrileños, que se convierte en la única región sin ninguno de este tipo. Concretamente, se eliminarán tres tributos: el que se pagaba por la instalación de máquinas recreativas en establecimientos de hostelería autorizados –Madrid era la única región que cobraba este impuesto–, el de Depósito de Residuos y el recargo sobre el de Actividades Económicas (IAE) – que en realidad no existía ya en la práctica, puesto que era del 0%–.

Más allá del efecto práctico de suprimirlos –estos tributos propios sumaron en 2020 una recaudación de 3,4 millones de euros–, su eliminación lanza un mensaje para atraer a los inversores. Al que se une el que emitía la propia Díaz Ayuso, al anunciar que «en Madrid no nos vamos a inventar impuestos nuevos, como hacen otras comunidades». Quiere que Madrid siga siendo, dijo, «una región de moda, abierta, respetuosa, pujante y libre».

Por debajo de la media

De acuerdo con los cálculos de Hacienda, el 77 por ciento de los beneficiados con esta rebaja del IRPF corresponde a personas con sueldos por debajo de la media. Su mayor impacto, añaden, se dejará sentir en las rentas bajas, donde alcanzará el 5,5 por ciento. Las rentas altas disfrutarán de ahorros de en torno al 2,4 por ciento.

Esta medida, insistió en explicar la jefa del Ejecutivo autonómico, «las permite la ley, y todas las comunidades autónomas pueden hacer exactamente lo mismo. De hecho, algunas deciden subirlos y nosotros hemos optado por el camino contrario».

Una vez que la Asamblea apruebe estos proyectos –para lo que el PP necesita del apoyo o, al menos, de la abstención de Vox–, entrará en vigor el 1 de enero de 2022. En el caso de la rebaja del IRPF, eso significa que se aplicará cuando se haga la declaración de la renta correspondiente al próximo año, lo que ocurrirá en la primavera de 2023.

La presidenta también aclaró que rechaza la oferta del portavoz del PSOE en la Asamblea, Juan Lobato, para negociar unos presupuestos que libren al PPdel «yugo de Vox», en palabras del líder del PSOE. En este sentido, Díaz Ayuso fue tajante:«Los madrileños no me han votado para aprobar políticas socialistas».

UN EJEMPLO A SEGUIR

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