sábado, 27 de noviembre de 2021

DECENAS DE MILES DE POLICIAS Y GAURDIAS CIVILES DESAFÍAN AL GOBIERNO POR LA REFORAM DE LA LEY DE SEGURIDAD

 Decenas de miles de policías y guardias civiles desafían al Gobierno por la reforma de la ley de Seguridad

La manifestación, la mayor de la historia de las Fuerzas de Seguridad, demuestra la indignación de los agentes sea cual sea su ideología y obliga a mover ficha a Marlaska, que aún no se ha pronunciado en público sobre el cambio legislativo

Histórica. Sin duda, ese es el adjetivo que mejor describe la manifestación vivida esta mañana en el centro de Madrid a la que han asistido decenas de miles de policías y guardias civiles (150.000, según los convocantes y 20.000, según la Delegación del Gobierno) no para pedir mejoras salariales, sino para defender la seguridad de los ciudadanos. Todos los sindicatos policiales, todas las asociaciones de la Guardia Civil, a los que se han unido otros de policías autonómicas y locales han salido a la calle con un solo objetivo: frenar la reforma de la ley de Seguridad Ciudadana, y no porque no necesite ser actualizada, sino porque los términos en los que la ha planteado el Gobierno y sus socios radicales es inaceptable para ellos.

No solo eso; hay un estupor generalizado por el hecho de que los expertos de las Fuerzas de Seguridad no hayan sido consultados en una materia que es especialmente sensible para su trabajo y sobre todo para la convivencia en las calles de los pueblos y ciudades de España.

La magnitud de la manifestación no deja margen para que el Gobierno pueda introducir dudas sobre la unidad que hay entre los policias y guardias civiles, entre los jefes de ambos Cuerpos y los agentes de base, a la hora de rechazar una reforma que no estaba en el debate ciudadano, y que ha abierto una vía de agua en el Ejecutivo de consecuencias a día de hoy imprevisibles. Interior había guardado hasta el momento un significativo silencio, más allá de filtrarse desde su entorno argumentarios para tratar de quitar peso a las reivindicaciones de las Fuerzas de Seguridad. Ahora no tendrá más remedio que tomar la iniciativa, porque lo contrario sería suicida para su titular, Fernando Grande-Marlaska, cuya dimisión ha sido exigida de forma recurrente por los manifestantes. «Felón y traidor» han sido algunos de los 'piropos' que se han escuchado contra el ministro y contra Pedro Sánchez.

«Estamos aquí para defender a nuestro hijo y a todos los policías. Si les quitan las pelotas de goma, ¿qué van a ir con sus manos contra los delincuentes?».

La marcha, que ha comenzado en la Puerta del Sol y ha culminado en la Plaza de Colón, a las puertas del Ministerio, ha transcurrido de forma pacífica, en medio de un ambiente festivo y reivindicativo. Ni un solo incidente ha ensombrecido la protesta, a la que han asistido policías y guardias civiles jubilados; agentes con sus familias, comisarios principales y patrulleros, oficiales de la Guardia Civil y guardias de puesto. También, claro, ciudadanos de a pie que han querido mostrar su apoyo a las Fuerzas de Seguridad. Ha habido decenas de cientos de banderas de España, pero también de todas las comunidades autónomas, porque desde todas y cada una de ellas se han movilizado funcionarios contra esta reforma.

María Eugenia y Juan, padres de un agente que ya se ha desplazado al Campo de Gibraltar en un par de ocasiones, han asistido a sus 85 años cogidos del brazo y emocionados. «Estamos aquí para defender a nuestro hijo y a todos los policías. Si les quitan las pelotas de goma, ¿qué van a ir con sus manos contra los delincuentes?».

Policías unidos contra la reforma de la ley
Policías unidos contra la reforma de la ley - EFE

Durante la concentración ha habido un momento especialmente emotivo cuando los manifestantes se han detenido en la plaza de la Lealtad para rendir homenaje a los caídos en acto de servicio. Allí se ha depositado un ramo de flores ante la verja del monumento y se ha guardado un minuto de silencio. Los policías que estaban de servicio se mantuvieron en posición de firmes como señal de respeto. El homenaje ha culminado con un sonoro aplauso y la marcha «La Muerte no es el final» y a continuación se ha reanudado el recorrido.

Vox, PP y Cs, en la manifestación

El Gobierno ha insistido una y otra vez en la utilización de las Fuerzas de Seguridad por parte de la oposición, pero lo cierto es que los líderes políticos -han estado los tres, Pablo Casado, presidente del PP, Santiago Abascal, de Vox, e Inés Arrimadas, de Ciudadanos- apenas han tenido protagonismo. La estrategia gubernamental, en cualquier caso, tiene poco recorrido, porque entre los sindicatos y asociaciones convocantes las tendencias son muy variadas. Pero no solo por eso; todos ellos han sido especialmente cuidadosos para que nadie pudiera identificarlos con ningún partido concreto, a no ser que se haga de forma torticera y forzando los argumentos.

Pablo Casado llegó a la manifestación, después de su encuentro en León
Pablo Casado llegó a la manifestación, después de su encuentro en León - EFE

Lo nuclear, por tanto, ha sido la movilización de los miles de policías y guardias civiles, una realidad incuestionable; lo accesorio, la presencia de los líderes de la oposición. Había en este punto un cierto morbo por la anunciada presencia del líder del PP, Pablo Casado, y la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso. No hubo foto; primero, porque el líder de los populares solo pudo llegar al final de la manifestación, tras viajar en tiempo récord desde León, donde tenía un acto esta mañana; y segundo, porque la presencia de Ayuso fue testimonial, lo justo para pronunciar unas palabras y marcharse de inmediato.

Mucho más implicados han estado líderes de Ciudadanos como Edmundo Bal o Miguel Gutiérrez que han hecho todo el recorrido desde la Puerta del Sol y han sido los penúltimos en abandonarla de forma discreta, casi al mismo tiempo que Casado,escoltado por el alcalde de Madrid, José Luis Martínez Almeida, y el presidente del PP de Castilla La Mancha, Paco Núñez. El acto ha concluido con la lectura de un manifiesto en apoyo a las Fuerzas de Seguridad, en un ambiente festivo, con sonidos de tambor y sirenas policiales. Desde un escenario improvisado en el remolque de un camión se han lanzado pelotas de ping pong al aire con un lema: «Estas son las pelotas que nos quiere dar Marlaska». Aplauso final y manos en alto para festejar el éxito cosechado.

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