jueves, 30 de septiembre de 2021

PRIMEROS SIGNOS DE ALARMA POR LA TOXICIDAD DEL AIRE EN LA PALMA

 Primeros signos de alarma por la toxicidad del aire en La Palma

La columna de humo podría alcanzar Tenerife y afectar a la navegación aérea

La directora del Instituto Geológico Nacional (IGN), María José Blanco, advirtió ayer de que la calidad del aire superó el umbral diario de más de 50 microgramos por metro cúbico en la estación móvil de Los Llanos, en la isla de La Palma, una alerta que si bien aún está dentro de los límites establecidos por la normativa, llaman a la vigilancia y la precaución. Ante una posible superación de estos límites se aconseja mantener la monitorización en Los Llanos de Aridane.

Como indicó Blanco, tras la reunión del comité científico que analiza la evolución del volcán de Cumbre Vieja, la calidad del aire sigue siendo buena y la columna de cenizas y gases está en torno a los 3.500 metros de altitud. Aun así, es clave «mantener las recomendaciones y el uso de la mascarilla en espacios abiertos en áreas de incidencia de cenizas, y FFP2 en áreas de incidencia mayor».

El rango de exclusión está delimitado en 2,5 kilómetros desde la zona de la colada, por peligro de lluvia de piroclastos y gases, de dos millas náuticas, y un área preventiva de 5 kilómetros donde es conveniente alejarse de ventanas ante el peligro de posibles explosiones. El penacho (como se conoce a la columna de humo) podría alcanzar el oeste de Tenerife en las próximas horas, por lo que los aeropuertos ya están alerta ante un posible cambio de viento que pueda afectar al tráfico aéreo. En cuanto a las zonas más alejadas, señaló Blanco, se está procediendo al análisis de la calidad del aire para comprobar la seguridad para la salud en todas las estaciones, y atentos a una posible variabilidad de riesgo.

Por su parte, la nube de humo que ha provocado la llegada de la lava al mar desde las 23.02 horas del martes (hora canaria) generó una enorme columna de vapor de agua y gases tóxicos, en una afección que está delimitada al área lava-mar y «retenida en el área circundante». El frente de lava sigue activo, dijo Blanco, y tiene «avances significativos».

Hasta su encuentro con el mar la colada dejó un océano de destrucción. Las coladas de lava que avanzaron y avanzan todavía ladera abajo desde las entrañas de la ‘isla bonita’ ya se han llevado por delante 656 edificaciones, que han quedado destruidas, y otras 88 que están dañadas parcialmente, con un total de 744 infraestructuras afectadas, en las 476 hectáreas que ha arrasado el magma, según los datos del satélite europeo Copernicus.

En estos momentos hay 185 vecinos evacuados en un hotel en Fuencaliente, mientras que el acuartelamiento de El Fuerte es militar y está desalojado de civiles. Se mantiene el confinamiento de San Borondón, Marina Alta, Marina Baja y La Condesa, los barrios costeros de Tazacorte con mayor peligro por la nube tóxica. Algunos vecinos están pudiendo acceder a sus viviendas siempre que estén fuera del perímetro de exclusión y acompañados de la Guardia Civil y los agricultores a regar sus fincas. Se trabaja en reparar de emergencia una de las líneas de agua anegadas por la lava para salvar la cosecha, conectando la línea de Las Hoyas a Remo.

Una cascada de lava

El Comité Científico advierte que aunque la colada haya encontrado su camino al mar, sigue activo en una erupción fisural de tipo estromboliano, más efusivo en el flanco norte. Este reencuentro del corazón magmático de La Palma y el Atlántico se ha producido en el entorno de la playa de Los Guirres, hasta donde avanzó a últimas horas de la noche tras flanquear la montaña de Todoque en su vertiente sur.

La colada ha formado una cascada de lava hasta el mar, al precipitarse por un acantilado de unos 100 metros de altura. En el punto de contacto con el océano, el magma se ha enfriado rápidamente formando una columna de más de 50 metros de alto, el equivalente a un edificio de 15 plantas.

Hasta el momento, se distribuye en forma de delta, ‘fajana’ como lo denominan la comunidad canaria, un banco de lava que se extiende ganándole ya varias hectáreas al mar con en torno a 500 metros de ancho. Esta será la primera vez que la isla de La Palma crezca en los últimos 50 años, cuando el volcán Teneguía se apoderó de dos kilómetros cuadrados de océano. Alrededor de la colada ya ha cambiado el color del agua a causa del material volcánico y tal y como se observó tras la erupción del volcán Tagoro de El Hierro.

Como apuntó también Rubén Fernández, de la dirección técnica del Pevolca (Plan Especial de Protección Civil y Atención de Emergencias por Riesgo Volcánico), la colada de lava activa sigue fluyendo al mar, adonde previsiblemente se dirigirá el magma que siga emitiendo el volcán, de forma «canalizada». Mientras prosigue la erupción, no obstante, señaló que no se dará por «estabilizada» y que, como en todo fenómeno geológico, hay una parte de su dinámica «que se escapa al control».

La primera de las coladas sigue, prácticamente, paralizada en el núcleo de Todoque, con alturas que superan los diez metros de altura. En principio, a pesar de la sismicidad activa que se registra desde la noche del martes en la zona de Fuencaliente -con hasta 46 terremotos registrados-, esta fuente de lava se mantiene a diez kilómetros de profundidad y «teniendo una vía de salida abierta no se prevé que el magma busque otra lado de la isla», señaló Blanco, para tranquilidad de los vecinos.

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