jueves, 30 de septiembre de 2021

LOS CONSEJOS DE SARKOZY A CASADO PARA GANAR

 Los consejos de Sarkozy a Casado para ganar

El expresidente francés defiende un liderazgo fuerte, claridad en el proyecto y no ser timoratos

Nicolas Sarkozy sigue siendo un animal político, un expresidente francés que habla mejor de España que muchos políticos españoles, y que defiende con fuerza y pasión su peso en Europa, la unidad nacional y la Corona. Ayer fue el día de Sarkozy en la convención nacional del PP y con su discurso de derechas sin complejos, de una claridad pasmosa por estas tierras, acabó poniendo en pie al auditorio.

Pablo Casado se está rodeando de líderes europeos durante toda la convención para potenciar su perfil presidenciable e institucional. El lunes se estrenó en Santiago con Margaritis Schinás, siguió el martes en Valladolid con Donald Tusk y Antonio Tajani, y ayer, en Madrid con José Manuel Durao Barroso y Nicolas Sarkozy. El líder del PP invitó al francés a su convención antes de que fuera condenado, en marzo, por delitos de corrupción y tráfico de influencias. Conocida la sentencia, Casado quiso mantener en pie la invitación para que hablara del 'éxito' de su gestión, por su labor como titular de Interior y como presidente de la República. Las críticas que pudiera recibir le resbalaron por completo.

Casado y Sarkozy compartieron la mesa «La sociedad abierta y sus enemigos», y el presidente francés aprovechó para explicar su visión de España, de Europa y también de este PP, al que 'regaló' varios consejos. «Siempre he querido a España, no sé por qué, pero quiero a España, es una realidad», confesó el exmandatario francés, quien recordó que hace 11 años, en El Elíseo, vio por primera vez a Casado y le dijo: «Tú un día serás presidente del Gobierno». «No necesitaba uno ser muy inteligente. Basta con verle, y entendemos lo que tiene en el corazón».

Sarkozy aclaró desde el primer momento, por si existían dudas, que él es de derechas. Así, a secas. Pero eso, advirtió, no significa ser conservador, porque él no lo es. Precisamente, poco antes Durao Barroso había defendido un centro sin complejos. Sarkozy envió el primer consejo al PP: «Hay que creer en nuestros ideas. No hay que ser timoratos. Hay que ser muy fuertes en las convicciones y muy abiertos en la práctica de la política».

Pero también recomendó al PP que se amplíe, en Génova utilizan el verbo ensancharse, para ganar las elecciones: «Cuando uno es fuerte, y tú eres fuerte, y uno es poderoso, y vosotros lo sois, la única estrategia es ampliarse para reunir. Ganamos cuando uno se amplía. Esa es la vía ganadora».

Para Sarkozy es básico tener un proyecto claro, con principios firmes y con un liderazgo fuerte: «Mi consejo es que toméis las decisiones que tengáis que tomar y expliquéis a los españoles la visión que tenéis. Los que estén de acuerdo que se unan al inmenso ejército de los enamorados de España, y los que no estén de acuerdo, que luchen contra vosotros. No dejéis que os paren». Y regaló un consejo más: el que quiera una vida sencilla, que no se meta en política.

Sarkozy fue tajante al defender la unidad de España: «Solamente hay una España unida, con una capital, que es Madrid, con una Corona, con un Rey, que represente la unidad de España. Y esto no puede cambiar. Nunca».

El expresidente francés coincidió con Durao Barroso en su defensa y orgullo por los valores europeos. Pero rozó el catastrofismo cuando avisó de que Europa debe refundarse en su funcionamiento o desaparecerá del mapa. Reclamó una Europa fuerte, que no sea vasallo de nadie, alertó de la presión migratoria, que solo acaba de empezar, y criticó con fuerza a quienes hablan y pactan con los «asesinos y cobardes» de ETA. «Es un insulto a las familias de las víctimas», sentenció.

Una vez terminada la mesa, Casado y Sarkozy visitaron el 'Guernica' y almorzaron juntos para sellar su buena relación.

Y NO PELEAR CONTRA VOX

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