lunes, 30 de agosto de 2021

LA INMUNIDAD DE GRUPO CON LA VARIANTE DELTA ES "INALCANZABLE" ADVIERTE UN ESTUDIO

 


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Una calle de Melbourne, durante un encierro este mes de agosto, por la detección de solo 65 casos - EFE / Vídeo: Algunos núcleos de población alcanzan ya elñ 90% de vacunados - EUROPA PRESS

La inmunidad de grupo con la variante Delta es «inalcanzable», advierte un estudio

Dudan de que el enfoque cero-Covid que han adoptado Australia, China y Nueva Zelanda sea sostenible a largo plazo

La esperanza de los gobiernos para acabar con la pandemia de Covid-19 eran las vacunas. Sin embargo, la aparición de la variante Delta, la más peligrosa de las mutaciones del coronavirus, obligará a los países a replantearse su estrategia para enfrentarse a la enfermedad, ya que las vacunas no serán suficientes. Esta es la conclusión a la que llegaron los expertos de ‘The Economist Intelligence Unit’ (EIU, por sus siglas en inglés), una unidad de negocios relacionada con la revista ‘The Economist’ que se dedica a asesorar en temas económicos, sociales y políticos a compañías del sector público y privado.

Reconocidos mundialmente por índices como el de Democracia o el de las ciudades más habitables del mundo, han publicado un informe en el que sostienen que las vacunas, aunque«son un primer paso crucial en la lucha contra la pandemia» ya que «ofrecen protección contra infecciones, enfermedades graves y la muerte», en realidad «no son la solución mágica que los gobiernos esperaban» debido a que no evitan los contagios, y advierten que esto obligará a los gobiernos a replantearse su estrategia, considerando que «vivir con el Covid-19 será la nueva normalidad».

Las « características de la variante Delta suponen que las vacunas por sí solas pueden no ser suficientes para controlar el virus» ya que es «mucho más transmisible que la cepa original (alguien infectado con la Delta contamina a otras 5-9 personas, en comparación con 2-3 de la cepa original)» y «las personas vacunadas parecen tener cargas virales elevadas, lo que aumenta el riesgo de que propaguen la enfermedad». La conclusión es tajante: «Con la variante Delta, el umbral global de inmunidad colectiva parece inalcanzable».

Desigualdad en el acceso a las vacunas

El documento llama la atención sobre el coste económico y social de la desigualdad mundial en el reparto de vacunas y prevé que los países que no hayan inmunizado al 60% de su población a mediados de 2022 registrarán pérdidas por un total de 2,3 billones de dólares en el período 2022-2025. «Los países emergentes soportarán alrededor de dos tercios de estas pérdidas», dice el reporte, y «Asia será, con diferencia, el continente más afectado (con pérdidas acumuladas proyectadas de 1,7 billones de dólares)».

«A fines de agosto, alrededor del 60% de la población de los países de ingresos más altos había recibido al menos una dosis de la vacuna contra el coronavirus», explican los expertos, que añaden que «por el contrario, las campañas de vacunación avanzan a un ritmo glacial en las economías de menores ingresos. En el mismo momento, solo el 1% de las poblaciones más pobres había recibido al menos una dosis de una vacuna». Para poner esto en contexto, «los países ricos han administrado 100 veces más vacunas que los estados más pobres».

Dosis de refuerzo

Agathe Demarais, directora de Pronósticos Globales y autora del informe, considera que «hay pocas posibilidades de que se supere la brecha sobre el acceso a las vacunas» y muestra de ello es que las economías más desarrolladas se están enfocando en «la administración de dosis de refuerzo, lo que agravará la escasez de materias primas» y provocará «cuellos de botella en la producción».

Esta inequidad « tendrá graves consecuencias a largo plazo», avisan, como la crisis de los viajes, problemas económicos y «el resentimiento creciente en los países emergentes». Este está dirigido tanto contra los gobiernos locales, por ser incapaces de proporcionar las vacunas que se necesitan, «como contra los estados más ricos (que se percibe que están acumulando vacunas)». «Es muy probable que se produzcan episodios de malestar social en los próximos meses y años», avisan.

Covid cero

El equipo que elaboró el informe concluyó además que «es poco probable que el enfoque cero-Covid que han adoptado varios países (incluidos Australia, China y Nueva Zelanda) sea sostenible a largo plazo» ya que tales políticas «representan una oportunidad económica perdida» al implicar «la imposición de estrictos confinamientos tan pronto como se detecta algún caso de coronavirus», y destaca que «por el contrario, algunos países, como el Reino Unido» ya han aceptado «que suprimir la enfermedad no es posible».

El documento llama la atención sobre el coste económico y social de la desigualdad mundial en el reparto de vacunas y prevé que los países que no hayan inmunizado al 60% de su población a mediados de 2022 registrarán pérdidas por un total de 2,3 billones de dólares en el período 2022-2025. «Los países emergentes soportarán alrededor de dos tercios de estas pérdidas», dice el reporte, y «Asia será, con diferencia, el continente más afectado (con pérdidas acumuladas proyectadas de 1,7 billones de dólares)».

«A fines de agosto, alrededor del 60% de la población de los países de ingresos más altos había recibido al menos una dosis de la vacuna contra el coronavirus», explican los expertos, que añaden que «por el contrario, las campañas de vacunación avanzan a un ritmo glacial en las economías de menores ingresos. En el mismo momento, solo el 1% de las poblaciones más pobres había recibido al menos una dosis de una vacuna». Para poner esto en contexto, «los países ricos han administrado 100 veces más vacunas que los estados más pobres».

La brecha de las vacunas

Agathe Demarais, directora de Pronósticos Globales y autora del informe, considera que «hay pocas posibilidades de que se supere la brecha sobre el acceso a las vacunas» y muestra de ello es que las economías más desarrolladas se están enfocando en «la administración de dosis de refuerzo, lo que agravará la escasez de materias primas» y provocará «cuellos de botella en la producción». Esta inequidad «tendrá graves consecuencias a largo plazo», avisan, como la crisis de los viajes, problemas económicos y «el resentimiento creciente en los países emergentes».

Este está dirigido tanto contra los gobiernos locales, por ser incapaces de proporcionar las vacunas que se necesisan, «como contra los estados más ricos (que se percibe que están acumulando vacunas)». Es muy probable que se produzcan episodios de malestar social en los próximos meses y años», avisan.

El equipo que elaboró el informé concluyó además que «es poco probable que el enfoque zero-Covid que han adoptado varios países (incluidos Australia, China y Nueva Zelanda) sea sostenible a largo plazo» ya que tales políticas «representan una oportunidad económica perdida» al implicar «la imposición de estrictos confinamientos tan pronto como se detecta algún caso de coronavirus», y destaca que «por el contrario, algunos países, como el Reino Unido» ya han aceptado «que suprimir la enfermedad no es posible».

Y SI HACE FALTA SE SUELTA OTRO VIRUS PREGUNTARLE A CHINA

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