sábado, 28 de agosto de 2021

DOS MUERTOS DE EL-JORASÁN EN REPRESALIA DE EE.UU.

 

El general Hank Taylor
El general Hank Taylor

Dos muertos de EI-Jorasán en la represalia de EE.UU. por el atentado de Kabul

El general Hank Taylorlo aseguró este sábado que eran «planificadores» y «facilitadores», que fueron eliminados en una única operación antiterrorista de las llamadas ‘más allá del horizonte'

«Os daremos caza y os haremos pagar», dijo Joe Biden a los autores de la masacre del jueves pasado en el aeropuerto de Kabul. Murieron casi doscientas personas, entre ellos, trece militares estadounidenses. «El presidente no quiere que vivan en la faz de la tierra», agregó después sobre los terroristas su portavoz, Jen Psaki.

La Administración Biden quiso demostrar que no eran palabras huecas y ejecutó un ataque en la madrugada del sábado contra operativos de Estado Islámico-Jorasán, la filial del grupo terrorista que ha ganado presencia en Afganistán.

Las circunstancias de esa operación antiterrorista no están muy claras. El Mando Central del ejército de EE.UU., con responsabilidad sobre Afganistán, aseguró en un primer momento que había un fallecido. Este sábado, en la comparecencia diaria del Pentágono, el general Hank Taylor lo corrigió y aseguró que los muertos eran dos, además de un herido. Taylor agregó que los muertos eran «planificadores» y «facilitadores» de Estado Islámico-Jorasán, que fueron eliminados en una única operación antiterrorista de las llamadas ‘más allá del horizonte', ejecutada a distancia con un dron.

Fuentes de La Casa Blanca aseguraron de forma anónima a varios medios estadounidenses que el ataque se produjo cerca de la ciudad de Jalalabad, en el Este de Afganistán, y que los fallecidos iba en un coche en el momento del impacto.

El portavoz del Pentágono, John Kirby, reconoció que EE.UU. no tenía constancias de la participación de los dos fallecidos en el atentado de Kabul, pero que su pertenencia al grupo terrorista y sus roles dentro de él son «razón suficiente» para convertirlos en objetivo antiterrorista.

Dos objetivos válidos

Kirby dijo que ambos son miembros de «perfil alto» de Estado Islámico-Jorasán, aunque no dio sus nombres ni detalló qué tipo de responsabilidad tienen. «Creemos que atacamos dos objetivos válidos», dijo el portavoz. «Dos tipos malos, que pueden hacer cosas malas y pueden planear misiones malas».

Es dudoso que el ataque sirva para debilitar a Estado Islámico-Jorasán o para controlar otros grupos terroristas que operan en Afganistán. Pero sirve un doble objetivo para la Administración Biden, sobre todo de cara al electorado estadounidense: es una represalia inmediata para cumplir la promesa de Biden y da muestras de que EE.UU. puede continuar con operaciones antiterroristas a larga distancia aunque no tenga presencia militar en Afganistán, una de las grandes preocupaciones tras la retirada de tropas y tras la conquista del poder por parte de los talibanes.

Un portavoz de estos últimos aseguró a Reuters que debían haber sido advertidos por parte de EE.UU. sobre el ataque. Kirby aseguró que no hubo coordinación ni se contó con información de los talibanes para esta operación, al contrario de lo que está ocurriendo para mantener la seguridad en el aeropuerto de Kabul.

La respuesta estadounidense contra Estado Islámico-Jorasán añade una capa más de tensión a la evacuación de Kabul, que este domingo entra en sus últimos tres días.

La amenaza de otro ataque terrorista era hoy «muy real» y «muy dinámica», según Kirby. Los talibanes han reforzado los controles alrededor del aeropuerto, donde el ritmo de evacuación se ha caído de forma considerable.

Menos acceso al aeropuerto de Kabul

Según los datos del Pentágono, en las 24 horas anteriores a la mañana de este sábado, salieron de Kabul 6.800 personas, la mitad de la jornada anterior, y menos de un tercio de las más de 20.000 que se evacuaron a mediados de la semana, en el pico de salidas. La realidad es que a cada vez menos personas se les permite el acceso al aeropuerto, a pesar de que quedan decenas de miles de afganos que colaboraron con EE.UU. o que estarán en riesgo en un Gobierno controlado por los talibanes.

Países como Reino Unido o España realizaron este sábado sus últimos vuelos desde Kabul y los que seguirá operando el ejército de EE.UU. estarán de forma paulatina dedicados a la retirada de tropas y equipos.

Por parte de EE.UU. hoy quedaban cerca de 350 de sus nacionales en Kabul que buscaban salir del país, según aseguró una fuente gubernamental a la cadena CNN.

El Pentágono aseguró que los estadounidenses con pasaporte pueden todavía entrar en el aeropuerto y que se siguen tramitando afganos con visado y otros en riesgo que están en el aeródromo. Hay solo cerca de 1.400 dentro del complejo a la espera de ser evacuados. La presencia diplomática de EE.UU. en el país es ya «esquelética», según fuentes de La Casa Blanca, después de que un buen número del personal consular haya salido del país este fin de semana.

En total y hasta este sábado, han sido evacuadas 117.000 personas de Kabul desde que los talibanes tomaron control del país el pasado 14 de febrero. De ellos, 5.400 son ciudadanos estadounidenses.

Con la desaparición progresiva de EE.UU. y de sus aliados del aeropuerto, la cuestión será qué pasará a partir del martes y qué futuro queda para los afganos que buscan salir pero todavía no lo han conseguido.

El Pentágono desmintió hoy informaciones de que los talibanes controlan parte de la operatividad del aeropuerto. Pero tendrán que hacerlo a partir del martes. Los talibanes han mantenido conversaciones en los últimos días con Turquía y Qatar para gestionar y manejar el aeropuerto. EE.UU. y otros de sus socios, como Reino Unido y Alemania, han asegurado que darán asistencia a los afganos que busquen salir. Es difícil saber cómo lo harán después de que sus militares y diplomáticos hayan cerrado la puerta en Afganistán.

UNA LOCURA

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