viernes, 2 de abril de 2021

YO TE PERDONO PERO.....

 PERO PIDO TU ENMIENDA

Este viernes de Dolores, me he acordado de usted porque, meditando a un sacerdote santo, removieron mi corazón con argumentos sobre el perdón y la realidad de que un ser humano, hombre o mujer, merece el mayor respeto como hijo de Dios que es.

Por ello, como hombre, debo esforzarme por sentir amor por usted.

No estoy obligado, sin embargo, ni sería caridad, a amar su comportamiento o sus ideas.

Es así, pues, que su característica personal de la mentira puedo y debo censurarla. Ya nuestro Señor Jesús consideraba la mentira como un comportamiento malo: "Yo soy la verdad y la Vida", por lo que sus seguidores seguían sus mandatos y pensamientos, lo que les ayudaba a obrar el bien.

Según Aristóteles, "el castigo del mentiroso es no ser creído aún cuando dice verdad". Mala propiedad, pues, para un gestor nacional.

Así pues, aunque usted es un hijo de Dios, sus mentiras son despreciables pues infeccionan su modo de hacer Gobierno.

Además, esa actitud está haciendo mucho mal a España, nuestra gran nación, y por tanto a los españoles. Todo esto lleva a considerar que lo conveniente es que usted y toda la estructura actual de Gobierno de nuestra patria abandonen el timón de la nación lo antes posibles.

Yo le deseo, en estos días, una conversión verdadera y por tanto el abandono de la mentira. Pidiendo perdón a los españoles y poniéndose a disposición de la Justicia para rendir responsabilidad por el tremendo daño que su primer dirigente les ha hecho.

Mire, me ha costado, pero estoy aprendiendo a rezar por usted, ya que así se lucra Gracia para hacernos mejores (de hecho mi parroquia, en la santa misa, reza cada día por el Gobierno de la nación).

Todos hacemos cosas mal, pero cuando se está en un puesto como el suyo el mal hacer tiene unas consecuencias tremendas. Si se tuviere la oportunidad de rectificar cabría, al menos, la reparación de una buena parte del mal hecho. Pero ello sería un milagro, porque su ideología social-comunista no le permite conseguir prácticamente nada, la experiencia lo demuestra. Y el abandono de esa manera de pensar y hacer es, a mi parecer, muy difícil, casi imposible. Solo un socialismo moderado, como el centroeuropeo, puede conseguir llevar al país a un relativo buen puerto.

Por ello, sea valiente y abandone lo que nos ha llevado a este desastre que padecemos, porque aumenta en magnitud con el tiempo.

Un final: Sr. Presidente, si yo me hubiera metido a jefe de bomberos, se incendiaría mi ciudad, porque mi capacidad para ello es nula, sobre todo si me lo hubieran propuesto por razones poco confesables (imagínese que existiera un lobby gijonés que pretendiera la capitalidad de Asturias y me logrará poner en ese empleo). Debería dimitir inmediatamente para evitar un gran mal a los ovetenses, a Asturias y a España.

Mis mejores deseos.

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