Iglesias critica que el Rey «no condene la violencia fascista» y que los más monárquicos «desprecien la democracia»
«¿Cuál es el partido más monárquico de España?», ha dicho el líder de Unidas Podemos, poniendo en el foco al partido que más veces grita «viva el Rey».
El secretario general de Podemos y candidato a la Presidencia de la Comunidad de Madrid, Pablo Iglesias, preguntó este martes «cómo es posible» que, ante «amenazas reales y verificadas» como las cartas que recibieron él; el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, y la directora de la Guardia Civil, María Gámez, «no se haya producido todavía una sola palabra de la Casa Real condenando la violencia fascista».
Así lo planteó en un acto de campaña en Getafe, donde poco antes había lanzado otra pregunta con segundas: «¿Cuál es el partido más monárquico de España?». De esa forma puso el foco en el partido que más veces grita «viva el Rey»; es decir, Vox.
«El que desprecia las conquistas de la clase trabajadora», siguió respondiéndose, dentro de un planteamiento general de su discurso en el que retrató «lo que significa el fascismo» como «un mecanismo político del poder para frenar los avances democráticos», y más tarde como reflejo del «miedo al poder de la democracia, el miedo de los poderosos a los cambios democráticos”.
Iglesias anunció que iba a explicar, en medio de la «toxicidad» que, a su juicio, está impregnando la campaña electoral, lo que desde su punto de vista «significa el fascismo en el siglo XXI». Como ayer en Tetuán, apuntó que, más que un fenómeno histórico concreto, es «un mecanismo político del poder para frenar los avances democráticos».
También culpó a la exportavoz del PP en el Congreso Cayetana Álvarez de Toledo y al eurodiputado de Vox Herman Tertsch, cuando llamaron «terrorista» a su padre por haber militado en el FRAP, de que la carta amenaza con cuatro balas dirigida contra él incluyera a su padre como uno de los objetivos. SI no hubieran dicho eso, se preguntó, «¿existiría una amenaza de muerte tan cierta como ésta?».
Iglesias acusó a jueces de permitir el cartel de Vox contra los ‘menas’ y de que no se condenara al exlegionario que disparó contra retratos de ministros, así como algunas frases de periodistas contra Podemos o colectivos desfavorecidos con las que, según su interpretación, «se va generando poco a poco el terreno para el avance del fascismo».
«El fundamento del fascismo»
«El fundamento del fascismo es el miedo», diagnosticó, hablando de los ‘menas’ o de personas de raza negra y, como ayer, del “bulo” de que a él le correspondían las competencias sobre las residencias de ancianos. «Así funciona el mecanismo del fascismo».
Como ayer en Tetuán, Iglesias volvió a relacionar la supuesta amenaza del fascismo contra él con los logros y luchas de los ministros y ministras de Unidas Podemos, y «lo que representa eso para el poder», y concluyó que «así funciona el fascismo, cuando ciertos poderes se quitan la careta» y demuestran que «no respetan la democracia, sólo cuando ganan ellos».
Según su versión, entonces «se pone en marcha el mecanismo político del miedo, de la amenaza, la mentira, el insulto, la más absoluta impunidad para que cualquiera se sienta empoderado para mandarte cuatro balas» y pueda «aterrorizar a quien hace política» o a la gente modesta. Pero a sus oyentes les pidió: «Frente al fascismo, más democracia».
Así, aunque vaticinó que Vox va a “tratar de generar situaciones de violencia”, como yendo ayer al estadio del Rayo Vallecano cuya peña ‘Los Bukaneros’ estuvo presente en el boicot al mitin de ese partido en el barrio, Iglesias pidió a los simpatizantes de Podemos «responder demostrando que somos la fuerza política del orden, de la ley, de la democracia», y dar el 4 de mayo «una demostración cívica de altura, masiva».
En su arenga final, aseguró que esos supuestos poderes «aceleran esa dinámica de toxicidad» que detectó en la campaña madrileña porque Unidas Podemos está «muy cerca» de llegar a gobernar en la Comunidad y es «la única fuerza política que puede garantizar que los programas de izquierdas se traducen en políticas de izquierdas aunque los políticos se pongan delante». Por eso, pidió a los votantes fuerza para que el Gobierno de izquierdas no sólo diga que es de izquierdas sino que lo demuestre”.
ES UN SACO DE STIERCOL Y LO PEOR QUE TIENE ESTERCOLEROS
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