domingo, 24 de enero de 2021

SON IMPRESENTABLES.

CASI TODOS REBAÑO

 Creo que la estupidez es mucho más contagiosa que el covid-19, la única diferencia es que antes nos daba igual. Estamos tan acostumbrados a que los políticos nos tomen por tontos que después de tantas tomaduras de pelo ya no reaccionamos, algunos incluso intentan disculparlos, como diciendo ¿y tú no lo harías?... ¡Pues no, pedazo de berza! Es en ese instante, el momento en que aprecias realmente su catadura moral, y te das cuenta de que todo está perdido. Si tú “mindundi” eres capaz de defender esa actitud, lo único que te mereces es un buen puntapié en el trasero.

Solo hace unas semanas que comenzaron a vacunar y estamos viendo cómo saltan noticias por toda la geografía de los aprovechados de turno: alcaldes, concejales, consejeros de Sanidad, cargos militares... la indecencia es multicolor, no tiene filiación política, todos esos representantes, a quienes tenemos que creer con vocación de servir al pueblo, una vez más vuelven a reírse de todos y se pasan las directrices dadas por el forro.

Unos piden dimisiones inmediatas, otros se lo piensan y fuerzan y fuerzan la situación hasta que al final consiguen una vergonzosa dimisión, que tratan de adornar con toda clase de florituras que sobran: halagos, elogios, méritos, etc.

Dicen, comentan, que en la Casa Real ya están vacunados, y yo me pregunto: ¿a alguien le extrañaría?... si esta colección de impresentables lo está haciendo, y si se está permitiendo que el emérito se vaya de rositas, yo creo que en el Palacio de la Zarzuela ya se pusieron la primera antes del discurso de Nochebuena, y que actualmente están todos inmunizados.

Por supuesto que habrá políticos que no sean así, pero creo que no estaría de más que los partidos políticos, en sus propias filas, hicieran algún que otro test psicotécnico, evaluaran el nivel de egoísmo, empatía, sinceridad, e hicieran una buena purga entre sus filas para evitar estas escenas, impropias de un país moderno.

Ya lo comenté muchas veces en mi círculo de amistades, no sirvo para político, no llevo eso de ser políticamente correcto. Si quieres meterte en política, lo primero que tienes que hacer es preguntarte: ¿qué puedo hacer para ayudar a la gente?, si consigues responder correctamente, sin mirar sueldo, dietas u otros beneficios, igual puedes llegar a ser alguien apreciado por tu pueblo, pero si no, lárgate antes de que las aspiraciones te hagan sucumbir en otro sillón más mullido.

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