martes, 26 de enero de 2021

LA CONFUSIÓN DEL CIUDADANO.

 LO QUE SE PRETENDE ES QUE NO SE ENTRE DE LA VERDAD.

La torpeza de nuestros representantes es de tal calibre y sus mensajes son tan contradictorios que no solo confunden a los ciudadanos de a pie, sino que llegan mucho más lejos a través de los medios de comunicación que los transmiten, con o sin filtros, de las portadas de los periódicos o de la cabecera de algunos informativos que los lanzan al aire así, sin más, en una evidente demostración de falta de rigor, del más mínimo y elemental sentido de la responsabilidad y del servicio público, del que hacen gala, con el único objetivo de difundir consignas de dudosa veracidad, cuando no malintencionadas, algunas de los cuales tienen mayor alcance de lo previsto y se convierten en bulos o en “fake news” que circulan alevosamente por las redes dejando un reguero de imprecisiones. Se trata, en definitiva, de vaguedades exentas de las más elementales dosis de rigor informativo que cualquier medio que se precie deber tener.

Del mismo modo que “vanitas, vanitatis, omnia vanitatum” significa la inutilidad de los placeres, se podría decir también “vaguedad de vaguedades, todo es vaguedad” en referencia a la inutilidad de los mensajes que nos llegan por su falta de claridad, de precisión y de exactitud. Dicho queda.

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