La Comisión Europea estudia el plan del Gobierno contra las «fake news» tras las críticas de la oposición
El Ejecutivo comunitario está «al tanto» de la medida y analizará la situación porque se ha aprobado en el marco de un estado de alarma.
Por segunda vez en muy poco tiempo, la Comisión Europea ha reconocido que está «al corriente» y que está «estudiando» una disposición del Gobierno de Pedro Sánchez porque resulta chocante para las reglas europeas de respeto al estado de derecho. El plan publicado ayer en el BOE para combatir la desinformación va a ser analizado por el Ejecutivo comunitario, sobre todo después de que varios partidos con representación en el Parlamento Europeo le hayan hecho llegar sus quejas. Un portavoz de la Comisión aclaró además en la rueda de prensa diaria que este análisis se enmarca en la supervisión reforzada que se ha puesto en marcha para analizar las medidas que adoptan los distintos gobiernos bajo la cobertura extraordinaria del estado de alarma. «La Comisión está vigilando la aplicación de las medidas de emergencia durante la pandemia» para asegurarse de que los gobiernos no aprovechan esta situación excepcional y adoptan medidas que rebasen los límites de los principios democráticos europeos. La orden ministerial fue publicada este jueves en el BOE.
Desde 2018, la Comisión Europea ya ha intervenido en el problema de las «fake news» con una comunicación en la que describe precisamente códigos de conducta y recomendaciones redactadas después de una vasta consulta pública y el informe de un grupo de expertos de alto nivel. Fuentes de la Comisión señalaron a este diario que «no entendemos cómo el Gobierno español ha aprobado esta legislación sin haber hablado antes con los sectores afectados, consultando por ejemplo, con los propios medios» antes de elaborarla. La orden del ministerio de la Presidencia asegura que se enmarca en el European Democracy Action Plan, que es un proyecto de comunicación de la propia Comisión para reforzar las instituciones democráticas en una sociedad libre, pero aún no ha sido aprobada ni siquiera publicada, sino que acaba de salir del procedimiento de consultas públicas. Hasta ahora, en el Parlamento Europeo no han tenido éxito los intentos de legislar en este campo, ante la posibilidad de entrar en conflicto con principios esenciales como el de la libertad de expresión.
El servicio Europeo de Acción Exterior también dispone de un departamento específico dedicado al seguimiento de las grandes corrientes de información para evitar que haya intervenciones maliciosas que puedan tener influencia en los procesos políticos en Europa como ya ha sucedido en alguna ocasión. Pero su actividad se limita a denunciar esas falsas noticias y a desmentirlas.
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