Illa descarta el confinamiento domiciliario que reclama Asturias y pide «no entrar en una competición»
El ministro de Sanidad confía en que las medidas actuales tengan efecto en los contagios.
Por segunda vez desde el pasado viernes, el ministro de Sanidad, Salvador Illa, ha descartado públicamente decretar un confinamiento domiciliario en los próximos días para frenar los contagios de coronavirus. «Ni estamos trabajando en ello, ni lo prevemos», ha dicho este lunes.
El ministro ha rechazado así la petición realizada este mismo lunes por el Gobierno de Asturias, que ha solicitado al Ejecutivo un confinamiento domiciliario durante 15 días. El Principado elevó ayer al máximo su nivel de alerta al superar los 400 contagios por cada cien mil habitantes y ver sus hospitales y unidades de cuidados intensivos en niveles récord de ocupación.
Sin embargo, Sanidad confía en que con las medidas incluidas en el nuevo estado de alarma se podrá controlar la evolución de la pandemia, por lo que Illa ha pedido «no entrar en una especie de competición para ver quién toma la medida más dura». «Pensamos que con el abanico de medidas que están a disposición de las autoridades de las Comunidades Autónomas para poder actuar es suficiente», ha asegurado.
Cada vez más comunidades están apuntando a la necesidad de un confinamiento domiciliario, ya adoptado en países europeos como Francia o Portugal. En concreto, la semana pasada la primera en pedirlo fue Castilla y León, y después Cataluña. Pero en esa ocasión, las dos regiones señalaron que habrá que estar pendiente a la evolución de la pandemia en las próximas dos semanas. Si el toque de queda o los confinamientos perimetrales no funcionan, entonces habría que ir a modelos más restrictivos según las dos autonomías.
La apuesta del presidente del Principado de Asturias, Adrián Barbón, va más allá, ya que pide al Ministerio de Sanidad que agilice ya las medidas legales necesarias para poder poner en marcha el confinamiento domiciliario. Asturias ha acordado además cerrar a partir de este miércoles «toda la actividad económica no esencial» y establecer el toque de queda a las diez de la noche, dos horas antes del actual.
El ministro, por ahora, pide «templanza». «Con esta pandemia hemos visto que las cosas no son de un día para otro. Cuando uno toma medidas se tarda entre 10 y 15 días en ver los resultados. Por lo tanto, debemos tener un punto de templanza y saber esperar el tiempo necesario para poder ver los efectos de una medidas muy drásticas, y no entrar en una especie de competición para ver quién toma la medida más dura», ha enfatizado.
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