lunes, 21 de septiembre de 2020

LOS ÁNGELES OLVIDADOS por José Ángel Miyares Valle

 


                                                                 José Ángel Miyares Valle

ASI SON LA COSAS.

El personal de residencias de ancianos ha sido olvidado por las fuerzas políticas y medios de comunicación siempre y  durante esta pandemia más y a día de hoy lo siguen siendo. Quiero hacer una mención de reconocimiento a esas personas que trabajan noche y día cuidando a las personas más débiles de la sociedad personas en muchas ocasiones olvidadas por sus familiares o al menos apartadas del núcleo familiar, de sus recuerdos de hogar familiar y sus cosas como fotos y objetos de vida  por distintas circunstancias, porque los hijos no los pueden atender por cuestiones de trabajo o porque es mas cómodo que los atiendan  otras personas y ojos que no ven corazón que no siente mas esas personas están faltas de atención y cariño, mucho cariño pues  ven que la vida se acorta a pasos agigantados y quieren vivir los días que les restan con intensidad en la medida de sus condiciones físicas y ese amparo solo se lo brindan los cuidadores o cuidadoras de las residencias que se convierten en su ángel de al guarda y protector, pues a esas alturas la gente tiene que creer en algo para sobre llevar tan pesada carga.

Estas persona cuidadoras son ignoradas con frecuencia casi siempre y su trabajo es arduo y difícil tienen que atender todas su necesidades fisiológicas y psíquicas pues en numerosas ocasiones les tienen que animar y a veces llorar con ellos y reír las menos, ya que  su vida es muy monótona y casina. Marchando para casa con los problemas añadidos del trabajo, con la sensación de nunca hacer bastante por esa  pobre gente que muere cogida de sus manos porque los familiares no están allí para despedirse, son personas que sufren en silencio con los ancianos ,las que mejor los conocen y guardan el secreto de confesión de esas personas que están a su cargo.  Hay que ponerles un monumento y no veo ninguna calle dedicada, ni plaza, ni parques o edificios  para estas cuidadoras no hay  estatuas, pero si de políticos nefastos que a veces trajeron tanto mal a  la sociedad, se quitan y se ponen según soplen los vientos de la actualidad política.

Todos los días tienen que darles cariño, compresión y mostrarles buena imagen aunque tenga problemas familiares, de espalda del duro trabajo, allí deben de llevarles la alegría , tratarles con sumo cariño y dedicación maternal a los mas difíciles por carácter como los mas sociables y afables, tratar con personas que no se mueven, personas que no conocen, personas que sufren tremendos dolores  hasta verlos morir y todo esto es de continuo con esta maldita pandemia, a esas personas anónimas les quiero  brindar con estas sencillas letras de agradecimiento y pedirles a los medios de comunicación y autoridades políticas que se les reconozca públicamente su trabajo sagrado y consagrado a esa vejez, que se van de este mundo de forma tan ingrata, casi olvidadas por la sociedad, ¡ah¡ y  otra cosita que se me pasaba, para el trabajo tan duro físico y sicológico que hacen suelen cobrar  una miseria  para ellos mi mas a sentido y sincero  agradecimiento. ESTO ES HUMANIDAD Y HAY QUE APOYARLA EN TIEMPOS DE LA ROBÓTICA QUE NUNCA PODRÁ SUSTITUIR SUS  GRANDES CORAZONES DE ENTREGA CALLADA,LOS ANGELES DE OLVIDADOS.

José Ángel Miyares Valle


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