Berlusconi, hospitalizado por coronavirus, con «inicios de neumonía bilateral»
«Esto no es un resfriado... Ahora me doy cuenta de lo grave que es esta tragedia y del dolor que causó a muchas familias», ha manifestado el ex primer ministro.
Silvio Berlusconi fue hospitalizado anoche en el hospital San Rafael de Milán, tras agravarse su estado de salud, a consecuencia del coronavirus. No está en terapia intensiva, pero desde luego no se subestima su carga viral. Berlusconi tiene «inicios de neumonía bilateral», según el resultado de la TAC. El jefe del departamento de reanimación en esa estructura hospitalaria es su médico personal, Alberto Zangrillo. El exprimer ministro había resultado positivo a un test realizado el pasado miércoles y se aisló en su residencia de Arcore, en Milán. Según fuentes de su partido, Forza Italia, Berlusconi fue ingresado «por precaución, teniendo en cuenta que es un paciente de ochenta y cuatro años (los cumplirá el 29 de septiembre), con otras patologías previas y haber sufrido en el pasado otras operaciones delicadas».
La familia Berlusconi se ha convertido en un foco de coronavirus. Primero fueron sus hijos Bárbara y Luigi, y después el exprimer ministro y su novia, Marta Fascina (30), diputada de Forza Italia. Bárbara estuvo 10 días con fiebre, y Luigi (31) aún la tiene. Además, se han contagiado también uno de sus escoltas, amigos y personal de servicio.
«Cuánto dolor a tanta gente»
Poco antes de ser hospitalizado, Silvio Berlusconi mostró su inquietud por estar infectado por el virus, cuando tenía planes con el objetivo de participar en la campaña electoral para los comicios en seis regiones italianas el próximo 20 de septiembre. Pero, al mismo tiempo, reflejó su carácter combativo y confianza en superar la enfermedad: «Ciertamente, no podía ser más inoportuno el momento. Pero combato, como siempre. He pasado muchas, superaré también esto...», declaró Berlusconi a La Stampa. «Desgraciadamente, esto no es un resfriado... Ahora que la epidemia me afecta personalmente, y no solo a mí sino también a mi familia, me doy cuenta una vez más de lo grave que es esta tragedia que nos ha sucedido. Me doy cuenta de cuántos dolores sembró en tantas familias, cuánto dolor causó a tanta gente. Pienso en los que ya no están, pienso en los que han perdido a sus seres queridos...». Concluye Berlusconi con cierta resignación y mostrando solidaridad por el sufrimiento ajeno: «En resumen, por estar contagiado con el virus, no me quejo. Sobre todo, repito, si miro los sufrimientos de tantas otras personas…».
Estas declaraciones del exprimer ministro a La Stampa están siendo comentadas con elogio, porque no ha echado a nadie las culpas a nadie de su enfermedad y no se ha escondido, como hizo el empresario Flavio Briatore, que también fue ingresado el 25 de agosto en el San Rafael por coronavirus, pero declaró que había acudido al hospital a causa de una prostatitis. An tes de su hospitalización, Berlusconi escribió este tuit: «Os aseguro que estoy bien. Yo también soy víctima como muchos italianos de la infección por Covid. Una enfermedad cuya importancia nunca he subestimado, ni los riesgos que conlleva y la consecuente necesidad de medidas rigurosas para proteger la salud pública».
La lección de Berlusconi
La hospitalización de Silvio Berlusconi se produce en un momento de inquietud en Italia por la difusión del coronavirus y la respuesta de algunos ciudadanos. Hay en activo una campaña negacionista, con una manifestación nacional este sábado. Los líderes de la derecha, como Matteo Salvini, secretario de la Liga, y Fratelli d’ Italia, según demostró Flavio Briatore, están en esa línea. Precisamente, la actitud de Silvio Berlusconi, el fundador del centro derecha con Forza Italia, es una lección para los negacionistas, que parecen olvidar los datos de la pandemia en Italia. El jueves hubo 1.397 nuevos infectados (el miércoles fueron 1326) y 10 muertos, con aumento de los ingresos en terapia intensiva (120), según el ministerio de Sanidad. Desde comienzos de la pandemia, el 21 de febrero, el total de infectados es 272.912, y los fallecidos 35.507.
DEBE DE ENCOMENDARSE A DIOS PUES SU VIDA NO FUE DELT ODO MALA.
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