EN CONTAGIOS ,CLARO.
Salvo en el número de contagios por el coronavirus, que en eso sí que somos campeones, para nuestra desgracia, en el resto de actividades sociales estamos siempre en el pelotón de los torpes.
Ahora es el turno de la vuelta a clase, y cuando en una gran mayoría de países europeos, como Alemania, Francia o el Reino Unido, ya han resuelto el problema y han comenzado el curso escolar presencial, con mayores o menores dificultadles, en España los padres de los alumnos aún no saben ni cómo ni cuándo empezarán las clases.
Los profesores, indignados, amenazan con huelgas, y las autoridades responsables no acaban de definirse por un modelo u otro. Mientras tanto, los alumnos siguen de vacaciones, unas vacaciones interminables que empezaron en el mes de marzo, y por lo que parece se pueden prolongar aún más, con lo que ello supone de alteración y de retraso en los proyectos educativos individuales y colectivos.
Podemos sentirnos orgullosos y satisfechos de nuestro país en muchos aspectos, pero hay determinadas materias en las que suspendemos reiteradamente y que nos hacen estar, siempre, a la cola de Europa.
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