jueves, 20 de agosto de 2020

EL REY DEBE DE DAR CUENTAS


CON LIMPIEZA DE GASTOS PÚBLICOS.

Opinar sobre el mal hacer de la realeza no conlleva estar en contra de ella, sino querer que las instituciones públicas cumplan la función social que avala la existencia, entre otras, de la Casa Real, no la función personal que garantice el beneficio personal de don Juan Carlos; y esto se conseguirá como se consigue que el Museo del Prado siga mostrando arte, con controles que, aportando transparencia, garanticen su continuidad, pues no existe relación que no sea sectaria o masoquista que acepte a perpetuidad los desmanes o la opacidad, sea matrimonial, societaria o real, desde el momento en que nada justifica la continuidad de una relación si en ella ha existido falsedad. Los logros reales pueden ser muchos, pero solo son méritos cuando se consiguen por amor a la nación, no cuando se consiguen por amor al dinero, pues, aunque el logro sea el mismo, este debe favorecer el ennoblecimiento de la institución, no su enriquecimiento, ya que, en cualquier caso, de su saneado mantenimiento ya se encargan los Presupuestos Generales del Estado español sin necesitar de colaboraciones especiales de los Emiratos Árabes ni de políticos que se suman a la causa de reafirmar un importante legado real ya afirmado pero que continúa sin aportar nada al ennoblecimiento de su presente, aparte de una prueba de camaradería de dudosa empatía con una sociedad que se empieza a cansar de tanto desinterés político ante el dispendio de millones en altas esferas que calmarían la tensión, la escasez en las más bajas, que saben acompañar con educación carros y carretas para que todo vaya bien, pero que, en todo caso, no los tragarán a cualquier precio aun a riesgo de que todo vaya mal.

No hay comentarios:

Publicar un comentario