SOMOS INSTINTIVOS COMO LOS ANIMALES
Leo al evolucionista y me dice que soy un animal racional, leo al filósofo y me dice lo mismo, leo al religioso y resulta que anda también en esas doctrinas platónicas, es que Dios vio al mono y dijo: voy a darle un alma. Animal racional... vale, y ¿cuándo pasamos de irracionales a racionales? Pues... según los evolucionistas, todo empezó por casualidad. Dicen que miles de millones de años atrás se formó por casualidad, no se sabe cómo, una "sopa orgánica", aunque todavía sin vida. Entonces -explican ellos- "un accidente sumamente improbable formó una molécula excepcional". Milagrosamente, esta se reprodujo y formó otras moléculas que se agruparon para formar una célula viviente.
¿Cómo pudo salir la célula más simple de la materia inanimada si hay un abismo entre ambas? Bueno, el caso es que si no hay un Creador mejor, así tampoco hay una responsabilidad hacia el propósito por el cual podríamos haber sido hechos. Huir de la responsabilidad tampoco es muy científico pero... Bien, sigamos, ya somos monos y monas, porque la evolución inteligente sabe que sin monas no hay monos. ¿Animales racionales, pues? Si es así, es con poca racionalidad, porque nos estamos cargando el planeta y produciendo pestes, hambre, guerras, crimen organizado y desorganizado, como si fuésemos más animales que los animales.
Parece que, como a los animales, a algunos solo les interesa la supervivencia física y, como mucho, la material. Yo, ingenuo de mí, pensaba que el ser humano es algo más, que tiene conciencia de que existe con un motivo más alto que la supervivencia, que es capaz de razonar y posee valores morales como la generosidad, el espíritu de sacrificio y el sentido del bien y del mal. Bien, pues no hay manera de explicar cómo podrían las mutaciones y la selección natural producir esas cualidades tan singulares en el alma humana -alma es el sujeto completo-. Claro que también podemos evolucionar al revés, así que cuidado con los que presentan la apariencia de estar interesados en los demás, pero que, en realidad, solo procuran su ventaja personal.
Ya se oye el eco de los que suponen la llegada de una vacuna experimental, que naturalmente se probará en los mayores, porque es mejor que caigan ellos, que ya son un lastre, y que una vez experimentada y mejorada la vacuna, se pueda administrar a los que tienen la vida por delante. El apóstol Pedro comentó acerca de lo que les resultaría a los hombres animales al decir: "Estos hombres, como animales irracionales nacidos naturalmente para ser atrapados y destruidos, aún sufrirán, en las cosas que ellos ignoran y de las cuales hablan injuriosamente, destrucción en su propio derrotero de destrucción, haciéndose mal a sí mismos como paga por hacer mal" (2 Pedro 2:12, 13). Conviene entonces mantenerse en línea con el Creador, porque se avecinan pruebas que distinguirán entre los animales y los seres creados a la imagen de Dios.
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