lunes, 20 de julio de 2020

PRIMERO POBREZA Y LUEGO PLATO DE ABICHUELAS PARA TODOS.

García dirige el programa de podcast independiente «En libertad»

Jano García: «El fin de este Gobierno es empobrecer a la población para convertir España en una república bananera»

El autor de «La Gran Manipulación» critica «las mentiras» del Ejecutivo y a los «fanáticos analfabetos funcionales» presentes en las redes sociales,

La Gran Manipulación. Cómo la desinformación convirtió a España en el paraíso del coronavirus» (La esfera de los libros) es la cronología del avance de una pandemia letal y de los esfuerzos paralelos de un Gobierno primero por ocultarla y luego por aprovechar el caos para imponer «un cambio de régimen encubierto». Incómodo, provocador e irreverente, el economista Jano García (Valencia, 1989) es un referente del podcast con cientos de miles de seguidores en las redes sociales. Las mismas que en este libro critica hasta el extremo por haberse convertido en un ejército de «fanáticos analfabetos funcionales» al servicio de las artes de propaganda que el Ejecutivo de PSOE y Podemos han desplegado en esta crisis, en igual tradición que Calígula, Hitler, Lenin o Mao.
La víctima, dice el autor, es una ciudadanía «inculta» y vaga, que se deja guiar por la soflama barata. Y que de momento ha pagado la mentira con una tragedia de 45.000 muertos.
Sostiene usted que «es evidente que se engañó a los españoles durante meses para ocultar la verdad» sobre el Covid, ¿por qué y para qué?, ¿para celebrar el 8-M o algo más grave?
Evidentemente para celebrar el 8-M. La agenda ideológica predominó sobre la salud de los ciudadanos. Pero los socialistas siempre aprovechan las situaciones de caos para instaurar su régimen, no es nada nuevo. En España, desde que se formó este Gobierno en enero, está claro que el último objetivo es erradicar la Monarquía y convertir a España en una república bananera. En eso es en lo que estamos y, como todos los cambios de régimen que son socialistas, pasa por empobrecer a la población porque es la única forma de conseguir un voto clientelar. Una población empobrecida se puede controlar simplemente prometiendo futuras ayudas como el ingreso mínimo vital. Y ahora nos dicen que van a subir el impuesto a los ricos, y ya sabemos que cuando dicen «vamos a por los ricos» es «vamos a por todos vosotros».
Suena a teoría de la conspiración, eso le convertiría a usted en el agitador.
Las teorías de la conspiración se basan en algo que uno no puede probar, se basan en hipótesis y no en pruebas fehacientes. Nosotros sí las tenemos: se ha asfixiado, por ejemplo, a todas las pequeñas y medianas empresas, no les ha importado lo más mínimo que haya 100.000 quebradas y 140.000 en riesgo de quiebra. Eso es un dato, y también los más de doscientos reales decretos aprobados en el estado de alarma, que van en la dirección de crear un poder absoluto.
¿El Gobierno engañó o los ciudadanos se dejaron engañar? Me refiero al ciudadano medio, con el que usted es despiadado.
Aquí se apuntan dos factores, uno, el ansia de querer engañar y otro la incultura de la ciudadanía española, que pone el foco en informadores que lo que son es propagandistas. Tratar a Antonio García Ferreras como periodista es bastante atrevido. El otro componente es que reconforta vivir en la mentira de pensar que a nosotros no nos va a pasar nada cuando Italia está ya completamente cerrada, China, Corea del Sur, Japón y otros tantos tomando medidas preventivas.

Las cortinas de humo

¿La derecha lo hubiera hecho mejor?
Yo creo que el PP no se hubiera atrevido a cancelar el 8 de marzo. De hecho fue a la manifestación, aunque no con pancarta. Sí que creo que hubiese habido otro tipo de medidas preventivas, como suspender los vuelos de China, y que la gestión a posterior, una vez decretado el estado de alarma, no hubiese sido tan nefasta, con los sanitarios tirados como perros haciéndose EPI con bolsas de basura.
Se le podría reprochar que, a tiempo pasado, se saben cosas que antes no, que con la perspectiva todo cobra otro sentido.
Yo soy el ejemplo de que no es así. El 11 de febrero, en un podcast independiente que emito, empecé a tratar del coronavirus y a alertar de lo que se sabía. Era la realidad, pero nosotros estábamos con el debate de la mesa de negociación (con los independentistas catalanes) y el 8-M. Y el que hablaba del coronavirus era para insultar a los que decíamos que esto de gripe común no tenía nada. Como son los grandes medios afines al Gobierno los que marcan el debate, incluso los medios que no lo son se ven arrastrados.
¿Hay países que lo han hecho bien?
Austria, Alemania y, sin irnos más lejos, Portugal. España tiene diez veces más muertos y Portugal tiene un Gobierno socialista apoyado por el partido comunista, más o menos lo mismo que aquí, pero ellos actuaron antes, sí se lo tomaron en serio. Aquí estábamos en otro tipo de debate estériles que funcionaron muy bien como cortinas de humo. La población es tonta, pero hasta cierto punto, porque algunos se lanzaron a comprar mascarillas aunque les tacharon poco menos que de neuróticos.
Creo que los españoles han desarrollado el síndrome de Estocolmo, les hace gracia un tipo que les ha estado engañando y que es uno de los principales culpables de que haya decenas de miles de muertos, Fernando Simón.
¿Tiene alguna esperanza de que prosperen las denuncias y querellas contra el Gobierno o sus portavoces?
No, no tengo ninguna esperanza. Porque la Justicia en este país no es independiente y segundo, porque los medios ya se encargarán muy bien de que eso no pase. Además creo que los españoles han desarrollado el síndrome de Estocolmo, les hace gracia un tipo que les ha estado engañando y que es uno de los principales culpables de que haya decenas de miles de muertos, Fernando Simón.
En su libro no deja nada, mención especial a la OMS, ni a nadie en pie..., ¿En qué cree Jano García?
En los hechos, nada más.

Estupidez y soflamas

Hechos que usted mismo dice que cualquiera desfigura y con éxito, porque cita que España es el país de la UE que más cree las «fake news».
Quien trata de encontrar una respuesta a una pregunta compleja en un tuit de 240 caracteres tiene un problema considerable. El debate intelectual se ve reducido a eso lamentablemente y lo que tienes es una masa completamente estúpida que se deja guiar por el eslogan y el dogma barato. En eso es en lo que está España: solo importa quién consigue la soflama más retuiteada, no hacer una reflexión que requiere un sacrificio, tiempo, conocimiento. En las redes, hasta el más tonto se cree con derecho a contestar a un catedrático que lleva 45 años estudiando cómo salir del círculo de la pobreza. Pero los hechos están ahí, hay que buscarlos, aunque no es fácil entre toda esa basura. Es una cuestión de educación de la población y de vagancia, hay gente que prefiere que le cuenten a buscar él.
ESA ES LA HOJA DE RUTA QUE MUCHOS MIOPES NO VEN

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