Países Bajos, Dinamarca, Suecia y Austria comparten con Finlandia la opinión de que el fondo de reconstrucción debería ser inferior a los 750.000 millones planificado por Bruselas.
Los jefes de Estado de la Unión Europea (UE) se reúnen durante este viernes y sábado en Bruselas para intentar llegar a un acuerdo sobre el fondo de reconstrucción para frenar la pandemia del coronavirus. Sellar un pacto con compromisos y cifras será complicado por las divisiones existentes entre los países del norte, que reclaman recortes y préstamos en vez de transferencias, frente al bloque conformado por España o Italia, que reclaman solidaridad y ayudas directas. El vicepresidente del Banco Central Europeo (BCE), Luis de Guindos, confió este viernes en que haya un acuerdo «rápido, si no este fin de semana, antes de final de julio» sobre el fondo de reconstrucción europeo que negocian los líderes de la UE. Sin embargo, la canciller Angela Merkel, auguró a su llegada «unas negociaciones muy difíciles» por las posturas encontradas entre los países europeos.
A continuación, repasamos las claves de las reuniones que comienzan hoy y los principales escollos que encontrará España en el camino.
¿En qué consiste el fondo de Reconstrucción de Europa propuesto para paliar los efectos de la pandemia?
El fondo extraordinario de reconstrucción asciende a un total de 750.000 millones, pero antes debe ser aprobado por todos los países de la Unión Europea. En concreto, España podrá acceder a estas ayudas con la condición insalvable de acometer reformas que han quedado en el cajón durante los últimos años, como la del sistema de pensiones o la del mercado laboral. Además del fondo, los líderes están llamados a pactar el presupuesto comunitario para el periodo 2021-2027, cuya cuantía también quieren recortar los socios del norte. «El punto de partida serán las condiciones del Pacto de Estabilidad y Crecimiento, indicadas igualmente en el semestre europeo, esto es, equilibrio macroeconómico con déficits públicos nacionales iguales a cero, y niveles de deuda pública no superiores al 70%», explica a ABC el profesor de Economía en la Universidad Europea de Canarias, Jon Frías.
¿A qué proyectos se debe destinar el dinero?
Este dinero, en principio deberá cumplir las condiciones acordadas e ir destinado a financiar proyectos con fines sanitarios, programas de apoyo al medio ambiente o economía verde o el estímulo a la inversión privada dentro de los países que reciban las ayudas. «Es un momento clave para modernizar la industria española, invirtiendo en tecnología y bienes de equipo. Solo así, aumentando el capital de las empresas se podrá generar riqueza y salir hacia delante. El riesgo evidente es la utilización en gasto no productivo, esto es, el rescate de sectores no productivos o la utilización de los fondos para gastos corrientes», puntualiza Frías.
¿Por qué los denominados países «frugales» rechazan las propuestas de Sánchez?
A su llegada este viernes a la cumbre, el primer ministro holandés, Mark Rutte, mantuvo su postura inflexible y llamó a «concretar las reformas» antes de otorgar el dinero y como condición indispensable para negociar y respaldar un fondo de reconstrucción tras la pandemia del coronavirus basado en «subvenciones» y no en trasferencias directas, como piden Italia y España. Los llamado cuatro «frugales» por su mayor control en el gasto son Países Bajos, Dinamarca, Suecia y Austria y comparten con Finlandia la opinión de que el fondo de reconstrucción debería ser inferior a los 750.000 millones que propuso Bruselas en un principio. También cuestionan que la mayoría (de este importe, un total de 500.000 millones, lleguen a a los países como transferencias directas en vez de en forma de préstamos.
A este respecto, el profesor de la Universidad Europea en Canarias interpreta como «normal» la oposición de los países del norte del continente. «Tengamos en cuenta, por ejemplo, que cada inyección de dinero del BCE o por política fiscal, devalúa el euro inevitablemente. Esto significa que nuestro poder de compra es inferior, esto es, que somos más pobres. Es cierto que algunos ganan (los que venden aquellos productos que relativamente más suben de precio), pero en general hay mucha gente que pierde. Esta noción tan ortodoxa de la fiscalidad está muy arraigada en los denominados países frugales, y muchos votantes y pagadores de impuestos saben que este tipo de políticas benefician a unos y perjudican a otros», señala Frías.
¿Cuál es el país que más se opone a pagar los «regalos» a España e Italia?
El movimiento está encabezado por Holanda, que no solo se queja de tener que pagar los «regalos» a España e Italia, sino que quiere que se fijen unas condiciones muy estrictas para los países que reciban los fondos. «Es realmente importante la solidaridad, sí, desde los países que más tienen en su propio presupuesto hacia países que son menos capaces de revertir la demanda, pero tienes que hacer todo lo posible para ser capaz de resolver la crisis tu mismo la próxima vez. Esto son reformas en el mercado laboral, en las pensiones, etc.», agregó Rutte a su llegada a la cumbre.
¿Cuál es la postura defendida por el Gobierno español?
Pedro Sánchez insiste en la necesidad de que la mayor parte del fondo se reparta en forma de subvención directa para acelerar la recuperación y ayudar a los países más afectados -entre los que se encuentra España. El presidente del Gobierno español quiere que se reparta sobre todo en forma de ayudas directas y no desea duras condiciones ni vetos por parte de otros Estados miembros.
¿Qué medidas en concreto se deberían aprobar en España bajo la condición de recibir las ayudas?
Además de profundizar en reformas como la de las pensiones, la laboral y homogeneizar algunas funciones entre comunidades autónomas, los recortes serán inevitables. «Urge un Pacto de Estado para dejar fuera del juego electoralista las pensiones y los sueldos de funcionarios. Cada punto porcentual de subida de pensiones implica un 0,1% de déficit más, que tendremos que devolver vía subida de impuestos, vía tener menos servicios, vía tener más endeudamiento (difiriendo el coste a las generaciones futuras). Los gastos ordinarios de la Administración, donde se incluyen los sueldos de empleados públicos (sanidad y educación), suponen cerca del 7% del PIB. ¿Nadie se pregunta por qué cientos de miles de funcionarios no se han acogido a un ERTE cuando cumplían las condiciones y hubiese supuesto un gran ahorro para el Estado? Es hora de dejar medidas electorales atrás y que todos tiremos del carro», señala el profesor de la Universidad Europea en Canarias.
¿Van a conseguir cerrar un pacto los lideres europeos?
La propia canciller alemana, Angela Merkel, ha augurado este viernes que las negociaciones o serán «muy difíciles» ya que las divergencias entre las diversas posturas «siguen siendo muy grandes». «Venimos a las negociaciones con mucho ímpetu, pero debo decir que las diferencias siguen siendo muy grandes y no puedo predecir si esta vez tendremos un resultado», destacó la canciller a su llegada al Consejo, aunque subrayó que lo último sería «lo deseable».
QUE REBAJEN el NUMERO DE POLITICOS Y CHIRINGUITOS Y SUELDOS DE LOS MISMOS ¡POR QUÉ NO PIDE ESO?
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