Oleada de secuestros virtuales: «Me voy a cargar a tu hija»
La Guardia Civil alerta de un repunte de casos de estos falsos delitos en la zona norte de Madrid .
«Pon atención. Tengo a tu hija conmigo, amarrada y secuestrada. Te estoy pidiendo 10.000 euros por la vida de tu hija. Quiero que esto lo arreglemos entre nosotros. Si vas de chivato, a tu hija me la voy a cargar y vas a escuchar cómo me la cargo. Lo único que vas a conseguir es que vaya la Policía a tu casa a que te diga que me he cargado a tu hija. Si no quieres volver a saber de ella, me lo dices». Esta llamada es real. La recibió un hombre por parte de un tipo que realmente estaba simulando lo que se conoce como unsecuestro virtual. Una práctica que comenzó su auge en los años 2015 y 2016 y
que, según alerta la Guardia Civil, está viviendo una nueva oleada en los últimos meses.
El brigada Moreno, de la Unidad Central Operativa (UCO), forma parte del Equipo de Secuestros y Extorsiones, bregado en estas lides. Explica a ABC que, desde inicios de año, se están dando casos, aunque muy pocos se denuncian, sobre todo en la zona norte de Madrid, como en Paracuellos y demás puntos cercanos. «Estamos avisando para evitar que ocurra lo de hace cuatro o cinco años, cuando la gente era más desconocedora de esta tipología delictiva y pagaba entre 2.000 y 10.000 euros por estos falsos secuestros».
Estas redes criminales suelen estar organizadas. En operaciones anteriores, se comprobó que la mayoría de los estafadores eran presos chilenos que se las apañaban para llamar desde la cárcel a víctimas potenciales. En estos últimos casos aún se está investigando la procedencia. «Lo hacen desde números ocultos o prefijos extranjeros o extraños. Más del 90% se realizan a teléfonos fijos españoles. Normalmente, el interlocutor utiliza un tono amenazante y contundente y, de fondo, se oyen llantos o gemidos de otra persona, a veces grabados, simulando ser la víctima», explica el brigada de la UCO. Tienen «preferencia» por amenazar a padres con sus hijos, que a veces están en un vuelo, el gimnasio o en el instituto. Y así parece todo más creíble: «Negocian como si se tratara de un secuestro real. Piden 10.000 y, si la víctima no los tiene, van bajando de cantidad».
«Lo hacen de manera indiscriminada, durante días. Muchos recaban los datos de listados que aparecen en internet o de perfiles de redes sociales o currículums colgados en la web que incluyen esos teléfonos. También hay que tener cuidado con las falsas encuestas que se hacen online. Hay tipos de redes que trabajan de modo más elaborado y realizan un estudio previo de sus víctimas», añade. Estas organizaciones tienen otra pata, que son quienes se encargan de recoger el dinero enviado a empresas de mensajería, con las que la UCO está trabajando también.
Lo que pide la Guardia Civil, sobre todo, es que se denuncien todos los casos, aunque no se caiga en la trampa: «Porque, a diferencia de antes, la gente ya conoce esta problemática y muchos cuelgan porque no se lo creen. Eso propicia que haya una cifra negra de casos y no sepamos la cantidad real, al margen de que haya pagado o no». ¿Por qué se concentran normalmente estas oleadas en una zona concreta? «Si la información se obtiene de un listado, solo cambian el ultimo dígito, y van llamando consecutivamente a esos números», explica.
Otro consejo es mantener la calma. Dejar hablar al que llama. No hacer pago y apuntar detalles.
ES EL PARAISO DE LA DELINCUENCIA.
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