miércoles, 3 de junio de 2020

EL CONGRESO AUTORIZA LA ULTIMA PRORRORGA CON BRONCA

El Congreso autoriza la última prórroga del estado de alarma en un bronco debate embarrado por el 8-M

Sánchez invierte la tendencia decreciente de las últimas prórrogas y refuerza la mayoría gracias a la colaboración de Cs .

El Gobierno ha sacado adelante este miércoles en el Congreso la sexta y última prórroga del estado de alarma, que estará en vigor hasta las 00.00 horas del 21 de junio. Pedro Sánchez ha logrado invertir la constante pérdida de apoyos que encajaba desde la segunda prórroga y, por primera vez, mejora la mayoría obtenida en la votación anterior gracias a la colaboración de Ciudadanos —que ha vuelto a sumar sus votos a favor a la coalición— y el regreso de ERC a la abstención desde el anterior «no».
La sexta prórroga ha salido así adelante con los 177 síes del PSOE, Podemos, PNV, Cs, Más País, PRC, Coalición Canaria, Nueva Canarias y Teruel Existe. En el «no» se han mantenido PP, Vox, Junts, la CUP, Navarra Suma, Foro y Compromís (155 votos en total), mientras que se han abstenido Bildu y BNG, además de ERC (18 votos).
El debate ha comenzado a las diez de la mañana con la intervención inicial del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, quien ha anunciado que el Ejecutivo regulará la que ha venido a denominar como «nueva normalidad» mediante un nuevo real decreto-ley que el Consejo de Ministros aprobará el martes.
Sánchez ha explicado que ese nuevo decreto, que regulará la vida de los españoles cuando caduque la sexta prórroga, a partir del 21 de junio, será una recopilación de «todas las medidas de prevención, contención y coordinación para hacer frente a la crisis sanitaria».
«Se trata, en definitiva, de aunar en una sola norma las medidas sanitarias que tendremos que continuar observando hasta que tengamos una vacuna o un tratamiento terapéutico eficaz que nos permita recuperar nuestros hábitos anteriores con total seguridad y, por tanto, evitar el riesgo de un rebrote de la pandemia», se ha limitado a señalar el presidente, sin dar más detalles sobre esas nuevas normas que se aplicarán en menos de tres semanas.
El jefe del Ejecutivo ha defendido «con cautela» que «lo peor ha quedado atrás» y ha realizado un positivo balance de su gestión. Así, ha celebrado que en los últimos días no haya muertos y ha defendido la desescalada aplicada por el Gobierno como «inteligente».
Sus principales argumentos han vuelto a ser que ningún ejecutivo del mundo estaba preparado para hacer frente a la pandemia —esta vez ha puesto como ejemplo a Estados Unidos— y en que España ha tenido una posición de liderazgo en la lucha contra la pandemia dentro de Europa.

Casado: «Engaño masivo»

Sigue sin convencer con estos argumentos al presidente del PP, Pablo Casado. Tras arrancar su intervención reivindicando el legado de Mariano Rajoy, el líder de la oposición ha recalado una vez más en las mentiras y el «engaño masivo» perpetrado, a su juicio, por Sánchez en los dos años que lleva en el Gobierno pero especialmente en la gestión de la pandemia.
«Su imagen en esta crisis quedará asociada a las mascarillas defectuosas, los test falsos, las urgencias de toda España colapsadas, las morgues desbordadas y las colas del hambre», ha advertido. Por ello, ha anunciado que su grupo pedirá la apertura de una comisión de investigación sobre la «nefasta» gestión de la pandemia cuando el país entre en la llamada «nueva normalidad».
«Usted es el ejemplo del mayor fracaso mundial en la lucha contra la pandemia», ha rematado el líder de la oposición, acusando a Sánchez de estar «dispuesto a no dejar ni las raspas del Estado por seguir un día más en el poder».
También ha entrado en este debate el presidente de Vox, Santiago Abascal, para quién han muerto «decenas de miles de españoles por el sectarismo y la negligencia criminal de este Gobierno».

Broncas

Tras los sonados enfrentamientos y provocaciones que tuvieron lugar la semana pasada en el Congreso, Sánchez ha desplegado un tono moderado e institucional para advertir que «para que este país avance necesita diálogo y entendimiento». Y ello pese a que fue el vicepresidente segundo, Pablo Iglesias, quién cruzó todos los límites al acusar a Vox de querer dar un golpe de estado.
Obviando así que la mayor provocación producida en sede parlamentaria ha venido del propio Ejecutivo, Sánchez ha pedido a los grupos parlamentarios decir «no» a la violencia verbal y a la provocación. «El virus no distinguió clases, territorios ni ideologías», ha continuado Sánchez. «El odio es el veneno más dañino porque corroe sociedades y corroe comunidades», ha señalado, poniendo a Estados Unidos como ejemplo a evitar.
También a esto le contestó Abascal acusando a Sánchez de presidir de «un Gobierno extremista y guerracivilista» que ha lanzado «llamamientos al odio, a la violencia, a los escraches, a la eliminación de los adversarios políticos desde esta tribuna, y lo ha hecho únicamente para protegerse de las responsabilidades penales».
Las apelaciones de Sánchez al entendimiento son, para Abascal, «mentiras y más mentiras» Frente a ello, ha pedido a los españoles que «elijan el camino de la concordia nacional, de la de verdad, no de la impostada, señor Sánchez, y se protejan del odio que promueve el Gobierno del señor Sánchez y el señor Iglesias».

Marlaska, Pérez de los Cobos y el 8-M

El escándalo provocado por el cese de Diego Pérez de los Cobos —y la nota en la que se explicitaba que su destitución se debía a que no había informado sobre las investigaciones que una juez estaba desarrollando sobre el papel de la Delegación del Gobierno de Madrid con respecto al 8-M— ha otorgado al ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska parte del protagonismo en el debate. Casado ha implicado directamente a Sánchez en el asunto, acusándole de conocer la orden.
Según Casado, en el fulminante cese de Pérez de los Cobos el Gobierno ha podido incurrir en los delitos de inducción de revelación de secretos, obstrucción a la justicia y prevaricación, al violar los artículos 117 de la Constitución, el 550 de la Ley del Poder Judicial y el 34 de la ley de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado.
El presidente del Gobierno ha reaccionado respaldando por primera vez en público al ministro. «Con este Gobierno no ha habido ni habrá nunca una intrusión política en las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado», ha aseverado, antes de subrayar que el PP ataca al exmagistrado porque «está colaborando con la Justicia para acabar con la policía patriótica que ustedes pusieron en marcha cuando gobernaban».
Antes, durante su primera intervención, el presidente del Gobierno ha exclamado «¡Viva el 8-M!», Una expresión que ha sido muy cuestionada por el presidente de Vox. «Es tanto como gritar "¡Viva la enfermedad y viva la muerte!"», ha dicho Abascal.
NO  ES EXTRAÑO EL AMBIENTE ES MUY TENSO

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