Marlaska sonroja a los guardias civiles, que no creen su explicaciones
Temen que con su concepto de «equipos de confianza», el ministro ponga en entredicho la neutralidad del Cuerpo.
Mucho pesar. Un poco de vergüenza ajena. Y una gran preocupación. Las maniobras del Ministerio del Interior en la cúpula de la Guardia Civil han afectado profundamente a los miembros del Instituto Armado, como se desprende del malestar que trasladan las asociaciones profesionales. A las que cuesta creer que se haya involucrado al Cuerpo en este despropósito político cuando los agentes apenas están saliendo del episodio trágico y agotador que ha supuesto luchar meses en primerísima línea contra el Covid.
Son los «juegos de sillones», en palabras de Juan Fernández, secretario general de la organización mayoritaria, la Asociación Unificada de Guardias Civiles, (AUGC) donde, -como en los otros dos colectivos consultados por este diario-, dudan de la versión de que este caos responda a una «reconstrucción de nuevos equipos», como Fernando Grande-Marlaska sostuvo el martes para dar una sensación de normalidad.
«Si es una reestructuración que estaba próxima, podría haber esperado... Laurentino Ceña (el Director Adjunto Operativo, DAO) se iba el 2 de junio. Hay que hacer las cosas de otra manera, no con esta improvisación», señala Fernández. Pero desde la Unión de Oficiales de la Guardia Civil, su presidente Francisco García va más allá: «Si dicen que estos son relevos para responder a los retos del siglo XXI, los modos, al menos, no aparentan eso: una destitución un domingo por la tarde, al día siguiente dimite el número uno (uniformado) de la Guardia Civil, al siguiente apartan a otro... eso no es una programación».
Y hay más, porque en opinión de esta organización, es imprescindible que el titular de Interior defina qué quiere decir cuando habla de la voluntad de rodearse de «equipos de confianza». «¿Qué se tiene en cuenta?, ¿qué se considera?... ¿que es amigo, que obedece, que en una investigación contra ellos es el que le va a dar la información?... Eso tiene que aclararse para evitar que la opinión pública piense mal de los sustitutos, porque eso es lo que va a causar daño a la imagen de neutralidad de la Guardia Civil».
Mantener esa neutralidad es clave a juicio de la Asociación Española de Guardias Civiles (AEGC), indica su responsable de Madrid Sur, Cristian Valle, que tampoco cree el argumento del ministro de que se está procediendo a un «refuerzo», por lo que entienden que es fundamental que explique «por qué ahora» se ha desencadenado la actual situación.
La AEGC y el resto de asociaciones intercambiaron ayer estas y otras impresiones convocadas presencialmente en Madrid por el líder del PP, Pablo Casado, que trasladó a estos colectivos su rechazo a la «caza de brujas» que está realizando Pedro Sánchez en la Guardia Civil y al uso de «la equiparación salarial como bomba de humo para tapar el escándalo de ceses y dimisiones arbitrarias»,
Como se recordará, Marlaska, anunció la aprobación del tercer tramo de esa equiparación el martes, en plena convulsión por la marcha de Ceña tras la destitución el día anterior del jefe de la Comandancia de Madrid, Diego Pérez de los Cobos. Ese tercer tramo tenía que haberse activado el pasado 1 de enero, hace cinco meses, según acuerdo firmado en 2018. Sacar a relucir las nóminas con el país de luto por 28.000 muertos y un panorama económico sobrecogedor ha sonrojado a los agentes. Es un vector más de descontento que añade Cristian Valle. «No era el momento idóneo, estamos en una situación de pandemia y han hecho parecer que estamos pidiendo el dinero», lamenta.
¿Dónde está la directora general?
La incomodidad con Interior es manifiesta. A juicio de Juan Fernández, «ese modo de llevar las instituciones basado en el «estás conmigo o estás contra mí» no es bueno», pero también influye que ya «el 11% de las vacantes en la Guardia Civil son de libre designación, entre ellas todos los puestos de Policía Judicial». Esto es, se nombran a dedo. En la Policía Nacional se cubren por esa vía el 3% de las vacantes, de lo que se desprende que en la Benemérita «se abusa» de esta figura. Lo que, huelga decirlo, abre un campo amplísimo para que la autoridad política de turno haga a su antojo.
En este contexto que las asociaciones coincidieron en tildar de «muy desagradable» para el Cuerpo , el secretario de la AUGC hace notar particularmente la ausencia de la directora general, María Gámez. «Debía haber hecho alguna declaración en algún sentido, -reclamó - no puede permanecer completamente desaparecida... está como superada».El PP ha solicitado la comparecencia de Gámez en el Congreso, como recordó ayer la portavoz de Interior del Grupo Parlamentario, Ana Vázquez, que también asistió a la reunión con los representantes de los guardias civiles.
Al margen, como es costumbre, Ceña fue recibido ayer por Margarita Robles en un último acto protocolario de despedida en el Ministerio de Defensa.
QUE NO LO TEMAN QUE ES SEGURO.
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