viernes, 29 de mayo de 2020

LA PENSIONES DE ESPAÑA ESTÁN EN SERIO PELIGRO Y LOS GRANDES SALARIOS DE LOS POLÍTICOS NO ¿POR QUÉ?

Las pensiones en España están en una de las peores situaciones del mundo para llegar a ser sostenibles.
Los problemas de sostenibilidad del sistema de pensiones en España vienen de lejos, pero en los últimos años parecen haberse agudizado. Tras años de crecimiento económico y pese a la recuperación del empleo, el déficit de la Seguridad Social en 2019 superó los 16.600 millones de euros. Ahora, la crisis del coronavirus va a asestar otro golpe a las ya maltrechas finanzas públicas que se encargan de mantener las pensiones de millones de jubilados. La aseguradora alemana Allianz ha realizado un estudio de 70 sistemas de pensiones en el mundo y una de las conclusiones es que España parte de una situación muy compleja para alcanzar un sistema sostenible y adecuado (que mantenga a los pensionistas con un nivel de vida similar al de los trabajadores).

Los economistas que han elaborado el trabajo publicado por Allianz han creado tres subíndices para evaluar el conjunto del sistema de pensiones. En la clasificación general (que no solo tiene en cuenta la sostenibilidad, también evalúa la generosidad del sistema), el sistema español ocupa la posición 44 de 70, por debajo de Brasil y por encima de Hungría.

El peor punto de partida

Sin embargo, en el primero de éstos subíndices, que marca el 'punto de partida' de las pensiones para ser sostenibles, analizando la salud de las finanzas públicas, la tasa de dependencia y el gasto presente y futuro en la tercera edad, el resultado es mucho más alarmante. De los 70 países, España ocupa la posición 67, solo por detrás de Portugal, Italia y Grecia, que obtienen las peores calificaciones. El elevado nivel de endeudamiento público (supera el el 100% del PIB), un déficit estructural notable, un gasto social en la tercera edad que supera el 11% del PIB y una tasa de dependencia ya elevada dejan el sistema público de pensiones español en un lugar muy complejo.

"La tasa de dependencia (personas en edad de trabajar entre jubilados) global se duplicará con creces las próximas tres décadas... Como resultado, la composición de los 10 países con las tasas de dependencia más altas del mundo cambiará notablemente. Hoy, nueve de estos diez países que están por detrás de Japón son países miembros de la UE. Para 2050, los 10 lugares principales estarán compartidos también por los países asiáticos y europeos: los llamados tigres asiático, Hong Kong, Singapur, Corea del Sur y Taiwán, y por parte de Europa España, Grecia, Italia, Portugal y Eslovenia. Sin embargo, no habrá ningún cambio en la primera posición: Japón, donde se espera que la tasa de dependencia de la vejez aumente del 48% al 74%, seguirá siendo el país con la población envejecida del mundo", según reza el informe.
España tendrá la tercera tasa de dependencia más alta del mundo en 2050, con un 72,2%, solo por detrás de Corea del Sur y Japón. Por detrás aparecen Grecia, Italia, Portugal, Taiwán, Hong Kong, Eslovenia y Singapur. Ahora mismo, la tasa de dependencia en España roza el 30%, pero el país no aparece en los 10 primeros puestos.

Como es lógico, los países emergentes son los que se encuentran en un mejor punto de partida para lograr unos sistemas de pensiones sostenibles. Una demografía mucho más favorable y unas finanzas públicas más saneadas (menos deuda y déficit) les da un enorme margen para maniobrar antes de que llegue el invierno demográfico.
Por el contrario, Portugal, Italia, Grecia y España están en la parte inferior de este ranking. "Estos países de la UE no solo se encuentran entre los que tienen los déficits presupuestarios más altos, los gastos más altos en la tercera edad y las poblaciones más envejecidas, sino que también están clasificados entre los diez países con las tasas de dependencia más altas del mundo para 2050. Solo seis países industrializados se encuentran entre los 20 con las condiciones de partida más favorables: Australia, Estados Unidos, Noruega, Dinamarca, Suecia y Canadá", señala el informe.

Por otro lado, los otros dos índices dejan a España en un lugar algo mejor. El subíndice de sostenibilidad a largo plazo evalúa si existen mecanismos integrados que amortiguan el sistema de pensiones contra los impactos del cambio demográfico, en función de las siguientes categorías: edad de jubilación, con el fin de evaluar si los aumentos adoptados de la edad de jubilación son lo suficientemente altos como para compensar las mejoras  en la esperanza de vida adicional y el período mínimo de contribución. También tiene en cuenta cómo se financian las pensiones y la fórmula para calcular la prestación. En este ranking España aparece en el puesto 47. En las primeras posiciones están Indonesia, Bulgaria, la República Checa y Bélgica. En la última posición aparece Malasia, seguida de Sir Laka y Arabia Saudí. En este subíndice tiene un peso elevado la edad de jubilación legal actual y las reformas que promete retrasarla. Cuanto menor es la edad de jubilación, mayor es la penalización en este apartado.
Por último esta el subíndice que analiza la generosidad de las pensiones en el que España aparece en el puesto 14 del mundo. En este apartado se tiene en cuenta la cobertura de pensiones (a cuántas personas llega) y su generosidad medida por el gross benefit ratio, que compara el salario medio de la economía con la pensión media de jubilación en este caso (no tiene en cuenta el resto de pensiones). En España este ratio se sitúa por encima del 70%, siendo el décima país con la pensión media por jubilación más elevada respecto al salario medio de la economía.

Desde Allianz reconocen que este índice es bastante dispar y no entiende de desarrollo económico, pues India ocupa el primer lugar y países como Corea del Sur o Irlanda están a la cola. En los primeros puestos, junto a España, se pueden encontrar países como Italia, Austria, Luxemburgo o Filipinas. La diferencia en estos radica en la cobertura: aunque en India las pensiones son muy altas respecto al salario medio, solo cubre al 30% de la población mayor de 65 años, mientras que en los países europeos la cobertura ronda el 100%.

El 'golpe' del Coronavirus

Este informe se ha realizado sin tener en cuenta el golpe de la crisis del coronavirus sobre las economías. No obstante, los expertos de Allianz han dejado una nota en la que aseguran que el impacto del Covid-19 en los planes de pensiones públicos no está del todo claro aún, pero es un gran golpe. Esto se debe a que la pandemia desencadenado una onda expansiva en los mercados de capitales, y la caída de los mercados bursátiles y las nuevas rondas de recortes de tipos de interés ha afectado a la rentabilidad de los fondos de pensiones y de los ahorros privados. En la mayoría de los países, el ajuste de las pensiones depende de la evolución del nivel salarial medio y la productividad.
Con el desempleo aumentando a corto plazo durante la crisis, el nivel salarial para 2020 probablemente será más bajo que el del año pasado. Por lo tanto, en el mejor de los casos, las pensiones no podrán aumentar en el próximo año. En países donde no hay indexación, esto dejará a los jubilados con pérdidas reales de poder adquisitivo. Los futuros jubilados también podrían verse afectados por esta caída repentina del nivel salarial medio. "Para cumplir con las obligaciones y pagar las pensiones, en el corto plazo, se necesitarán mayores ayudas fiscales para cubrir la caída en los ingresos por contribuciones a la Seguridad Social ante unas mayores tasas de desempleo a corto plazo. Sin embargo, si los mercados laborales no se recuperan a corto y medio plazo, será inevitable aumentar las cotizaciones", concluyen.
AHORA TODOS A LA CALLE ADEFENDERLAS.PARA LOS POLITICOS HAY DINERO Y NADIE  DICE NADA ¿POR QUÉ?

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