Neonazis de San Blas y Retiro, a la caza del «antifa» en Moratalaz
La Policía interceptó el jueves a más de 50 individuos, que buscaban a sus enemigos de Distrito 14.
«Moratalaz es territorio fascista». La polarización de las protestas, a favor y en contra de la gestión del Gobierno central durante la crisis del coronavirus, ha devuelto a las calles a los grupos de extrema derecha e izquierda, ávidos de imponer su ley en los que consideran sus tradicionales bastiones. Así, no es de extrañar que los autodenominados «antifascistas» se hayan dejado ver en zonas como los distritos de Puente de Vallecas y Vicálvaro o la localidad de Alcorcón, donde su presencia es más que notoria; y las turbas de neonazis hayan hecho lo propio en Alcalá de Henares, Fuenlabrada o San Blas-Canillejas. El problema llega cuando ambos bandos confluyen en el mismo espacio, produciéndose una especie de «tormenta perfecta». Los primeros intentos de encontrarse ponen de relieve una triste realidad que, el pasado jueves, alcanzó su punto cumbre en el propio enclave de Moratalaz, donde medio centenar de neonazis fue interceptado por la Policía antes de poner en práctica su deseo –reproducido al inicio del texto–.
El grueso del grupo, procedente de San Blas y, aunque en menor medida, de Retiro, estaba formado por miembros de Ultras Sur, Suburbios Firm –una escisión del Frente Atlético surgida, precisamente, a raíz de su relación con los radicales blancos– y Skin Retiro. Su objetivo no era otro que enfrentarse a sus enemigos de Distrito 14, asentados en Moratalaz y cuya aparición en las caceroladas diarias celebradas en la avenida homónima se saldó el 21 de mayo con un intento de linchamiento contra un hombre contrario al Ejecutivo de Pedro Sánchez, después de que este lanzara el primer golpe sobre dos de sus integrantes.
Aquel día, según se aprecia en un vídeo grabado por un testigo, varios jóvenes del colectivo de extrema izquierda se tiraron a por el manifestante en respuesta al citado ataque inicial. Y lo hicieron sin contemplaciones, propinándole una lluvia de patadas y puñetazos de la que solo pudo escapar a la carrera. Un equipo médico del Samur-Protección Civil desplazado hasta el lugar lo atendió por policontusiones antes de trasladarlo al Hospital Gregorio Marañón, donde quedó ingresado para una mejor observación. Pese a la diferencia de número, en la misma secuencia que capta el enfrentamiento se observa a un joven, ataviado con una camiseta en la que se puede leer «Odia el racismo», sangrar de forma abundante por la nariz.
Este hecho motivó un amplio despliegue policial en las jornadas venideras, a fin de controlar y «aislar» a los dos bandos ante posibles represalias. Fue entonces cuando los primeros neonazis comenzaron a aparecer por la zona, primero en bajo número, menos de una decena y de muy corta edad; y después con la peligrosa banda detectada tres días atrás.
«Al menos una agresión»
«Ayer en Moratalaz se produjo un escenario inaceptable; decenas de nazis campando a sus anchas por el barrio, buscando gente y propagando su discurso racista, fascista y autoritario. Se produjo, al menos, una agresión (que se haya sabido) y pretenden acudir todos los días (según su propio llamamiento)», publicaban en redes sociales este mismo jueves diferentes grupos «antifascistas», emplazando a sus afines a devolver el golpe: «No vamos a dejar que ninguna agresión se quede sin respuesta. Y todo ello bajo el lema «Ni una calle, ni un barrio, ni un respiro al fascismo».
Con el órdago, a uno y otro lado, servido, la Policía se mantiene alerta para evitar posibles conatos de violencia en los denominados puntos calientes. En Fuenlabrada, cerca de 70 individuos de extrema derecha se han paseado por las calles de la localidad al grito de «¿Dónde están los antifascistas?». Lo mismo ocurre en el barrio de Rosas (San Blas-Canillejas), donde los neonazis han capitalizado gran parte de las reivindicaciones. También en Majadahonda, coincidiendo con la convocatoria de VOX en todas las capitales de provincia, el 23 de mayo, grupos de ultraizquierda se hicieron eco de una supuesta denuncia vecinal, en la que se informaba de tres agresiones en el intervalo de una hora a manos de «una veintena de nazis».
En el otro extremo, manifestantes antisistema expulsaron de Puente de Vallecas a las pocas personas que el primer día se atrevieron a salir con las cacerolas. Desde entonces, se han «adueñado» de la vía pública y recorren cada día, a la hora de las protestas, la calle de Candilejas bajo la proclama de «¡Fuera fascistas de nuestros barrios!». En la plaza de Oporto (Carabanchel) se han extendido diferentes «alertas antifascistas» para reunir al máximo número posible de partidarios y echar a los asistentes de índole política contraria.
Para echar más leña al fuego, tampoco han faltado a la cita los neonazis okupas de Hogar Social Madrid. El pasado 22 de mayo, su líder, Melisa Domínguez, era detenida por resistencia a la autoridad después de que ella y sus compinches se negaran a retirar unos estandartes frente a la sede del PSOE, en la calle de Ferraz.
SE ESTAN FORMANDO LOS DOS FRENTES DE RADICALES.
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