jueves, 2 de abril de 2020

900.000 PARADOS MAS EN ESTAS SEMANAS.

900.000 PARADOS MÁS EN ESTAS SEMANAS.
Los efectos del coronavirus sobre el mercado laboral están siendo devastadores. En apenas algo más de dos semanas, desde que comenzaron a notarse en la economía las consecuencias de la crisis, la caída del empleo no ha tenido precedentes: casi 900.000 afiliados menos a la Seguridad Social, que dejaron el volumen total en 18,4 millones a final de mes. El paro también ha roto sus registros negativos al subir en 302.265 desempleados, según los datos publicados este jueves por los ministerios de Trabajo y Seguridad Social. En este golpe laboral, no se suman los 620.00 afectados por ERTEs ya procesados por los servicios públicos.
El impacto de la Covid-19 en la economía apenas se notaba en los registros laborales hasta que el 9 de marzo comenzaron a cerrarse los colegios por el avance de la crisis sanitaria. Los días siguientes empezó a notarse el estancamiento brusco en la afiliación a la Seguridad Social y, por tanto, en la ocupación. Y el 12 de marzo llegó el desplome. Desde entonces, se han perdido 898.822 empleos, como .cuantificó el propio Ministerio. Si se toma el mes entero, la caída es un poco menor: 838.979 afiliados menos entre el 29 de febrero y el 31 de marzo. Aún así es el peor dato de la serie estadística.
Para ilustrar la magnitud del impacto, el ministro José Luis Escrivá ha comparado lo sucedido en poco más de tres semanas con lo sucedido entre el 2 octubre de 2008 y el 27 febrero de 2009. Entonces, en aquellos cinco meses (101 días laborables) que podían calificarse como la zona cero de la Gran Recesión empujada por la quiebra del gran banco de inversión Lehman Brothers, la Seguridad Social perdió un poco más de 900.000 afiliados. Ahora ha perdido una cifra similar dos semanas, el tiempo que va desde la víspera del estado de alarma hasta el 31 de marzo, y deja la cifra total de ocupados cotizando en 18,4 millones. En apenas 14 días, la Seguridad Social ha vuelto al nivel de afiliación con que cerró febrero de 2018. “Estamos en una situación excepcional y los datos son excepcionales”, ha advertido Escrivá.
 
Normalmente, para analizar las cifras de afiliación se usan datos de media mensual, que han marcado un retroceso de 243.469 empleos y dejan la cifra total algo más de 19 millones. Pero como ha explicado la propia Seguridad Social “el dato del último día del mes expresa con más fiabilidad, en esta ocasión la evolución del empleo y la repercusión de la crisis”.
Tampoco hay precedentes para explicar lo sucedido en la otra cara del mercado laboral: el paro. Los números del Ministerio de Trabajo de marzo arrojan un aumento en un mes de 302.365 parados y deja la cifra total en 3,54 millones. Las referencias más próximas para comparar este golpe vuelven a encontrarse en los peores momentos de la Gran Recesión: hasta ahora el mayor incremento en un solo mes correspondía a enero de 2009.
Una gran diferencia entre aquel momento y el desplome actual son los mecanismos de ajuste y ayudas públicas. A los días de declarar el estado de alarma, el Gobierno aprobó la agilización de los expedientes de regulación de empleo provocados por la crisis sanitaria. Desde entonces, bajo ese paraguas se han protegido 620.000 trabajadores que tienen el empleo suspendido o la jornada disminuida, según la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz. En todo 2009, los afectados por suspensiones de empleo y reducciones de jornada sumaron 485.806.
La Seguridad Social cuenta en sus datos que son casi 260.000 quienes están en ERTEs. No obstante, fuentes de este último ministerio explicaron que la diferencia entre sus cifras y las de Trabajo se debe a que en el instituto público contabilizan a los afectados días después que los servicios empleo, que es el organismo público que paga la prestación.
De no haber mediado el shock sanitario, lo lógico es que marzo se hubiera saldado con un avance del empleo. La Semana Santa y el principio del buen tiempo empujan el empleo en sectores como la construcción y, sobre todo, el turismo que se prepara para su temporada alta. El coronavirus ha llegado justo en este momento y ha cortado con brusquedad ese arranque parando completamente uno de los principales motores de la economía española: el turismo.
Esto se ve en los datos de afiliación por ramas a la Seguridad Social, que ya muestran caídas superiores al 5% del empleo en la hostelería, la construcción y las actividades recreativas o de ocio. Desde luego, el retroceso en la ocupación no es homogéneo en todas las actividades. Pero es prácticamente general. Solo se salva, en consonancia con la coyuntura provocada por el coronavirus, la sanidad y los servicios sociales que han ganado más 11.000 asalariados en este mes.
En un país con altos índices de temporalidad y con decenas de miles de personas entrando y saliendo del empleo cada día, el impacto de un shock sanitario cambia radicamente el escenario. Lo que sí que se mantiene es que los trabajadores temporales siguen siendo un gran mecanismo de ajuste laboral de las empresas. De los casi 900.000 empleos evaporados en estas dos semanas, 613.000 correspondían a trabajadores temporales. El resto son indefinidos y autónomos, principalmente.
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