UN MONTÓN DE CONTRADICIONES.

En un montón de contradicciones

Ante la crisis del coronavirus.

Yo, como tú y como usted, me muevo en un mar de contradicciones. Entre el miedo y la esperanza; entre la tranquilidad y la incertidumbre; entre héroes e irresponsables; entre mi familia y las cifras. Entre mis colegas «boinas verdes» de La Linterna y tanto «mindundi» que nos ocupa.

Así que expreso mis sentimientos encontrados en diez chispazos, aunque me saldrían cien más.

1.- Aplauso infinito para médicos, celadores, limpiadores, enfermeros, conductores de ambulancias...

2.- Me hierve la sangre ante la demagogia irresponsable de un vicepresidente del Gobierno capaz de saltarse la cuarentena con tal de salir en el telediario. Total... para no decir nada.

3.- No se me van de la cabeza los ancianos recluidos en esas residencias. Desorientados,

sin visitas... con menos neuronas cada día.

4.- Una lunática escribió «de Madrid al cielo». Y otro pidió toser en la cara a los militares a ver si así no volvían.

5.- Otro aplauso infinito para los camioneros, mensajeros, transportistas, carteros, pilotos, auxiliares de vuelo, conductores de tren o de autobuses. Taxistas, de VTC...

6.- ¿Cómo se puede ser tan mezquino para jugar al independentismo cateto cuando el virus confirma que la globalización es verdad?

7.- ¡Bien! Por el periodismo de verdad. La radio bien hecha, los informativos serios, los periódicos, los repartidores y los quioscos.

8.- Me parecen inconcebibles los atascos para viajar a la segunda vivienda. Se confirma que la irresponsabilidad se contagia.

9.- Las FF.AA. se despliegan para limpiar y desinfectar. Para patrullar, para transportar féretros y hasta para llevar la compra como con aquel símbolo en Gijón. A la vez, la ceguera cateta rechaza su labor en Cataluña, País Vasco o Navarra.

10.- Solo Margarita Robles se ha atrevido a decir lo que pensamos la inmensa mayoría de los españoles.

PD: Saldremos de ésta. Seguro. Peor lo pasaron mi padre durante la miseria del Madrid de la posguerra o mis abuelos huyendo hacia Valencia o en la cárcel de Burgos.

Saldremos de ésta. Y más fuertes. Aunque me asalta una duda: ¿Tenemos el mejor Gobierno y la mejor organización política y territorial para gestionar esta crisis?

ESTOY MUY DE ACUERDO Y QUE NO SE OLVIDEN DE LOS CULPABLES.