Isabel Solá: «Este coronavirus es muy escurridizo, la transmisión se nos está escapando»
Esta científica tiene una misión: «domesticar» al Covid-19 y desarrollar una vacuna contra un ser microscópico con el que tiembla el mundo. Isabel Sola alerta de un virus que se comporta como el mago Houdini, el gran escapista.
En el mundo hay una sensación de urgencia global, pero en el laboratorio del Centro Nacional de Biotecnología de Madrid, donde mejor se conoce a los coronavirus, se asiste a la nueva amenaza de salud con la preocupación justa. El estilo de vida de la docena de investigadores que trabajan en el campus de la Universidad Autónoma no ha cambiado mucho desde que empezó a propagarse el nuevo patógeno. Las mascarillas se reservan para el laboratorio. No las utilizan cuando viajan en transporte público ni han dejado de viajar en avión. «Solo nos lavamos con más frecuencia las manos, una recomendación que nos sirve para evitar catarros o cualquier infección respiratoria», cuenta la viróloga Isabel Sola.
Su equipo, el que codirige con el investigador Luis Enjuanes, lleva más de dos décadas dedicado a una familia de virus inquietantes, capaces de causar trastornos tan banales como un catarro o letales como la epidemia de SARS de 2002. Entonces también un coronavirus muy similar al actual saltó de una fuente animal a los humanos. En este laboratorio de Madrid se inventó la técnica que permitió por primera vez manipular genéticamente coronavirus y se ensayó con éxito una vacuna. No llegó a hacer falta porque la epidemia se contuvo en menos de un año. Ahora ese trabajo previo se ha convertido en una oportunidad de oro en la carrera para lograr una vacuna contra el Covid-19, «un virus del que aún sabemos muy poco», advierte Sola.
Hay una decena de vacunas en desarrollo. ¿Ustedes llevan ventaja frente a otros laboratorios?
Todos los grupos de investigación que trabajamos en coronavirus tenemos ventajas. En nuestro caso, conocemos bien la metodología de genética reversa para manipular el virus. Desde 2002 hemos mejorado la estrategia para desarrollar la vacuna. Los virus tienen el superpoder de cambiar y hemos aprendido a generar virus atenuados que no pueden salir de una célula para infectar a otra. También contamos con modelos animales, ratones que se infectan con estos virus y reproducen fielmente la enfermedad en humanos. Creemos que son el modelo ideal para probar una vacuna candidata.
¿Esperan que mute el nuevo coronavirus?
Esperábamos que ocurriera al comienzo de la epidemia. Son virus zoonóticos, que tienen origen en animales y se transmiten al ser humano. Los cambios en la secuencia se ven al principio, cuando el virus debe adaptarse a un huésped nuevo como es el ser humano y se ve forzado a cambiar para crecer lo más feliz posible. Una vez que se ha adaptado los cambios son pequeños. Estos virus tienen una particularidad: poseen una maquinaria especial que no tienen otros para corregir errores. Los virus mutan, lo hacen porque se multiplican millones y millones de veces y al copiar su genoma introducen errores como el que se puede cometer al escribir rápido en un teclado, si me permite un ejemplo. Cuando escribes mucho, tienes más posibilidades de introducir un error, de cambiar una letra por otra. Su maquinaria permite que los cambios que se acumulan en el genoma sean menores.
¿Eso es una ventaja para el virus o para nosotros?
Para ellos porque su maquinaria les permite corregir errores y que sus genomas sean viables y puedan replicarse eficientemente.
¿Qué otras particularidades tiene el nuevo coronavirus?
Es muy parecido al SARS del 2002, sin embargo, por lo que estamos conociendo de él, no es idéntico. Tiene particularidades que necesitamos aprender y descubrir. Es menos mortal pero se transmite con eficacia y esto es un problema mayor porque tiene más facilidad de escaparse a nuestro control. Desde un punto de vista científico, es muy interesante. Nos interesa cualquier habilidad nueva que ha adquirido un virus, cuál es el gen que lo determina, cómo interacciona con el hospedador, qué efectos causa en el pulmón de los afectados…. Y lo que sabemos todavía es relativamente poco.
Esos rasgos que hacen al virus tan interesantes para un científico, ¿cómo se traducen en salud pública?, ¿lo hacen más peligroso?, ¿escurridizo?
El concepto de peligro es relativo. ¿Es más peligroso porque es más mortal o porque se transmite con facilidad? Las dos cosas tienen su riesgo. Este virus desde un punto de vista salud pública es escurridizo y se transmite muy bien. Hay personas con síntomas muy leves o asintomáticas con capacidad de contagiar, lo que hace muy complicada la situación porque la transmisión se escapa a lo que vemos. Otra particularidad es que se están describiendo casos en China y Japón de personas que aparentemente habían dado negativo; se habían recuperado y han vuelto a dar positivo. No conozco muy bien los detalles -cómo les hicieron las pruebas, les tomaron las muestras, si hubo doble prueba...-, pero todo esto es extraño y difícil de explicar.
¿Podría ocurrir que una paciente infectada vuelva a contagiarse, que no genere inmunidad?
Eso es muy extraño, pero insisto necesitamos más información. Este virus como cualquier elemento extraño que entra en nuestro organismo genera una respuesta defensiva si se tiene un sistema inmune competente. Y esta respuesta te protege frente a una nueva infección en un periodo de tiempo corto y medio plazo. En el caso de esta persona de Japón podría ocurrir que no haya tenido una respuesta inmune completa. O que los test realizados hayan dado negativos y no lo fueran...
¿Qué es lo que más le inquieta de este virus cuando lo compara con otros?
Lo más preocupante es su capacidad de diseminación y para transmitirse en personas que están asintomáticas o con síntomas muy leves. Todo tiene que ver con el «escapismo» de este virus, el no hacerse evidente es lo más preocupante desde el punto de vista de la salud pública.
¿Y lo que más le tranquiliza?
Que solo el 20 por ciento infectados sufre una enfermedad más severa y esto es relativamente tranquilizador.
¿Se puede hablar ya de grupos de riesgo?
Con la estadística disponible, podemos afirmar que la población de mayor riesgo son los mayores porque suelen tener asociadas otras enfermedades y un sistema inmune menos eficiente. En Europa casi el 20 por ciento de la población tiene más de 65 años, por lo que el número de personas vulnerables es mayor que en el continente africano.
¿Hay una razón científica para explicar por qué algunas personas sanas que no son mayores desarrollan neumonía?
En virología hay un campo nuevo de investigación: el conocer si existe una predisposición genética a infecciones virales. Eso significaría que entre dos personas que han sufrido la misma exposición, una sufra un problema grave y la otra no, y no hablo solo de coronavirus. Pero antes de pensar en factores genéticos que predisponen, podríamos valorar muchas variables. En una persona joven que no tiene patologías graves y desarrolla una infección más grave, habría que saber si cuando se infectó lo hizo con una dosis de virus más alta que otra en condiciones similares no desarrolló la infección. Esa es la razón por la que el personal sanitario es un también un grupo de alto riesgo. La cantidad de virus a la que está expuesta el personal sanitario es mayor.
Algunos expertos para lanzar mensajes de tranquilidad afirman que el nuevo coronavirus es como una gripe, que incluso esta mata más y no se cuenta en los medios de comunicación. ¿Coincide con ellos?
No del todo. Es cierto que se parece a una gripe porque es una infección respiratoria y se transmite por el aire. Pero son virus diferentes, de familias diferentes. La gripe la conocemos bien y de este nuevo virus sabemos aún muy poco. Tampoco las cifras de mortalidad de la gripe estacional son tan altas como lo son las provisionales de este coronavirus. Una cosa es la gripe estacional, la que circula todos los años y esa tiene una mortalidad más baja que el 2-3 por ciento de este nuevo virus. Con las gripes pandémicas la mortalidad es más alta.
¿Debemos prepararnos para los primeros muertos en España?
Podría haberlos. Cuantos más casos haya, más probabilidades hay de que personas en situación de riesgo con patologías previas se infecten y puedan fallecer.
Los miembros de este laboratorio, han cambiado estilos de vida han dejado de ir a zonas con aglomeración de gente o van con mascarilla?
No, no vamos con mascarilla pero la recomendación de lavarte con frecuencia las manos sí la estamos cumpliendo. Yo no suelo ir en transporte público, pero mi hija mayor sí que va y le pido que extreme la higiene de manos. Es un consejo común para esta infección y para la gripe o los catarros: lavarse las manos muy bien, mantener cierta distancia con personas que tosan, taparse con el codo al toser o con un pañuelo desechable…
El precio de los viajes a Venecia se ha desplomado, ¿con lo que usted sabe, se iría sin dudar?
Si fuera yo sola, con estas medidas de precaución, iría sin miedo. Aunque no viajaría con mi madre, una persona más mayor y asmática. Ella sí es un grupo de riesgo.
¿Cree que tardará mucho la OMS en declarar la pandemia?
Eso depende del número de países afectados y del número de casos que haya en cada país. Entiendo que además de las cifras y de las consideraciones científicas entrará en juego todo lo que implica la declaración de pandemia, como es dejar una mayor libertad de países para interrumpir viajes.
SE LEVA A LOS MÁS DÉBILES ES UN VIRUS DE DISEÑO DE LABORATORIO.
No hay comentarios:
Publicar un comentario