jueves, 5 de marzo de 2020

CATALUÑA,VALENCIA Y ASTURIAS,LAS COMUNDADES CON LOS IMPUESTOS MAS ALTOS.

Presentación del informe en el Consejo General Economistas.

Cataluña, Valencia y Asturias, las comunidades con los impuestos más altos

Los economistas abogan por reordenar los tributos propios, mientras que Hacienda pretende abordar una armonización de las figuras cedidas a las regiones.

Mientras el Gobierno prepara una propuesta para armonizar los impuestos cedidos a las comunidades, los gobiernos regionales siguen exprimiendo su capacidad normativa para subir o bajar tramos y crear nuevos tributos manteniendo la elevada brecha fiscal que tienen que soportar los contribuyentes en función de la ley autonómica que se les aplica. Cataluña, Asturias, Valencia, además de Extremadura y Aragón, están entre las comunidades con los impuestos más elevados, mientras que Madrid es la autonomía con los tributos más bajos, según refleja el Panorama de la fiscalidad autonómica y foral 2020 elaborado por el Registro de Asesores Fiscales (REAF) del Consejo General de Economistas (CGE) y presentado este jueves en Madrid.
El informe, que por primera vez analiza el panorama fiscal también en las regiones con régimen foral -Navarra y País Vasco-, destaca que los ingresos obtenidos por las regiones gracias a las figuras fiscales parcialmente cedidas, como el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF) o el IVA, han evolucionado de manera positiva después de la crisis, mientras que los que están totalmente cedidos, como Patrimonio, Sucesiones y Donaciones o Actos Jurídicos Documentados (AJD) no han tenido el mismo tirón.
Un ejemplo de la disparidad en la factura fiscal regional lo ofrece el impuesto de Sucesiones, que está totalmente cedido a las comunidades. Un hijo soltero de 30 años que herede bienes por 800.000 euros en Asturias tendrá que pagar en impuesto de sucesiones la friolera de 103.135 euros; si a la transmisión se aplicara la normativa vigente en Andalucía, Cantabria o Galicia, la factura sería igual a cero. A estas diferencias se añaden los 70 tributos propios de las regiones (Cataluña es la comunidad que más tiene, con 18, más uno en tramitación), que solo representaron el 2,1% de la recaudación de las comunidades en 2018, al igual que el año anterior. Los economistas han lamentado que estas figuras en algunos casos ni siquiera son comparables y que contribuyen a aumentar la sensación de estar delante de una “jungla” fiscal, en palabras del presidente del CGE, Valentín Pich.
Es así que los economistas abogan por reducir las diferencias fiscales y a la vez recomiendan crear un “patrón común para el establecimiento de tributos [propios] que gravan el mismo objeto imponible”, que permita obtener cifras homogéneas y comparables. “La competencia fiscal es buena, pero se tiene que entender qué pagamos”, ha afirmado Pich. Rubén Gimeno, director del Servicio de Estudios del REAF, ha detallado que una solución para limar desigualdades en los impuestos cedidos podría pasar por fijar un tipo mínimo y una horquilla que permita a los Gobiernos regionales aumentar o disminuir la presión fiscal sobre sus contribuyentes, pero sin crear grandes diferencias.
La ministra de Hacienda, María Jesús Montero, pretende por su parte impulsar una armonización de los tributos cedidos a las comunidades autónomas. Así lo mantuvo hace dos semanas en el Congreso de los Diputados, cuando anunció que el Gobierno incluirá este punto en la propuesta de reforma de la financiación autonómica que quiere abordar en noviembre, desatando las iras de los Gobiernos regionales, encabezados por Madrid.
La región de la capital es la que menor presión fiscal tiene y una de las comunidades que más deducciones y bonificaciones contempla en los impuestos que tiene cedidos. Montero, ya en su etapa como consejera de Hacienda en Andalucía, siempre ha sido una de las personalidades más combativas ante las diferencias fiscales entre regiones y en más de una ocasión ha acusado a Madrid de “dumping fiscal”.

Novedades

De momento, solo Baleares, Canarias, La Rioja, Galicia, Murcia y Andalucía han introducido cambios en su panorama fiscal de cara a 2020, pero podrá haber más novedades a lo largo del año. Andalucía y Murcia han disminuido los tipos máximos y mínimos del IRPF, Canarias ha subido el tramo máximo y también ha aplicado cambios al alza en Sucesiones y Donaciones, al igual que La Rioja, mientras que Galicia ha suavizado el impuesto. Baleares, por su parte, ha subido el tipo del AJD.
Cataluña es la comunidad con el IRPF más elevado para las rentas hasta los 45.000 euros (para las superiores es Navarra), y el País Vasco el más bajo (para rentas superiores a los 110.000 euros, es Madrid). En impuesto sobre el Patrimonio, las regiones donde más se paga son Aragón y Extremadura (en función del importe), mientras que Madrid tiene una bonificación del 100%. En caso un hijo soltero menores de 30 años heredara 800.000 euros, Asturias y Castilla y León son las autonomías donde la factura le saldría más cara; si el mismo importe lo recibiera en efectivo vía donación, las regiones con el impuesto más elevado son Castilla y León y Extremadura, y la comunidad donde menos se paga es Cantabria.
El presidente del REAF, Jesús Sanmartín, ha explicado que las comunidades han usado mucho su capacidad normativa en cuanto al IRPF, y que se nota una competencia fiscal a la baja en el impuesto de Sucesiones y Donaciones, mientras que la tendencia en los tributos que afectan la compraventa de vivienda, el Impuesto de Transmisiones Patrimoniales y de Actos Jurídicos Documentados, es al alza. “La normativa de los tributos cedidos es muy farragosa, además cada uno tiene su sistema de liquidación”, ha lamentado.
ES VERGONZOSO,EN ASUTURIAS LAS CARRETERAS COMARCALES ESTAN INTRANSITABLES POR FALTA DE ARREGLOS Y LIMPIEZA PERO SE DOBLARON LOS CARGOS PUBLICOS PARA GANAR CLIENTELISMO Y NO  HACEN NADA.

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