martes, 4 de febrero de 2020

ROBAN A PLENA LUZ LAS CAMPANAS DE LA IGLESIA EN UN PUEBLO DE BURGOS.

Campanario del que fueron robadas en la iglesia de la pequeña pedanía de Hozalbejas-Rucandio

Roban a plena luz del día las campanas de la iglesia de un pueblo de Burgos de 30 habitantes

La Guardia Civil investiga a dos hombres de 52 y 51 años como supuestos autores del delito.

La Guardia Civil investiga a dos hombres, J.M.M.G., de 52 años, y J.M.A.G., de 51, como supuestos autores de un delito de robo con fuerza en las cosas cometido al sustraer dos campanas en Hozabejas-Rucandio (Burgos), ha informado la Guardia Civil.
Además y también dentro de la operación policial «Pipinas», los agentes investigan a A.F.A., de 31 años, por su supuesta colaboración necesaria como propietario del vehículo utilizado en la comisión del robo.
El pasado mayo recibieron la denuncia por el robo de dos campanas instaladas en el campanario de la iglesia del cementerio de la localidad burgalesa de Hozabejas-Rucandio.
En la inspección del lugar, los agentes observaron restos de los soportes de las campanas sustraídas esparcidos por el suelo.
Este detalle, junto con la información obtenida durante estos meses y la colaboración ciudadana permitió centrar las sospechas sobre un determinado grupo, conocido de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado.
Las pesquisas se dirigían hacia sus integrantes y el vehículo que habitualmente utilizaban en sus desplazamientos y en el que transportan un generador eléctrico, herramientas manuales y eléctricas.

Entregas de bronce

Las gestiones practicadas han permitido conocer que uno de ellos realizó tres entregas de bronce para su venta, con un peso total de 391 kilogramos, en una planta de reciclaje de materiales sólidos de la provincia de Vizcaya.
El análisis de sus movimientos ha hecho posible vincular al grupo con cierta organización, no residente en la provincia y con conocimientos previos de los objetivos para asaltar, en el lugar y momento del robo.
Dos de sus miembros identificados se encontraban precisamente en la prisión de Burgos por otros hechos y han sido investigados como presuntos autores, en distinto grado, de los delitos robo con fuerza y colaboración necesaria.
La investigación ha aclarado que el hecho se perpetró seis semanas antes de la denuncia, en marzo de 2019, y a plena luz de día, por la tarde.
La dificultad en el seguimiento y esclarecimiento de este tipo de delitos radica en que el «botín» no suele ser recuperado y en la indefensión de los perjudicados a la hora conocer el hecho y la tardanza en denunciar, al encontrarse los objetivos en zonas aisladas y poco frecuentadas, en las afueras de pequeñas localidades y en vías de comunicación secundarias.
VAYA COMO ESTAMOS, EL PARAISO DE LOS DELINCUENTES

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