sábado, 29 de febrero de 2020

MARÍA NEIRA "LO QUE MÁS PREOCUPA A LA OMS AHORA MISMO SON LAS REACCIONES DESPROPORCIONADAS Y EL CAOS.

María Neira, el pasado 20 de febrero
María Neira: «Lo que más le preocupa a la OMS ahora mismo son las reacciones desproporcionadas y el caos».

La directora de Salud Pública y Determinantes Ambientales y Sociales de la Salud de la OMS cree que la epidemia del coronavirus ha creado un pánico exagerado y defiende la importancia de la buena información y las decisiones racionales

«Entre todos vamos a tener que bajar este suflé», ha dicho, para referirse al pánico colectivo generado por la epidemia.

Este viernes por la tarde la Organización Mundial de la Salud (OMS) elevó el riesgo de dispersión e impacto de la COVID-19 de alto a «muy alto a nivel global». El director general de esta organización, Tedros Adhanom Ghebreyesus, dijo que todavía hay posibilidad de evitar su dispersión, pero parece que el virus, de nombre SARS-CoV-2, podría seguir dispersándose.
Este patógeno no es lo único que se está extendiendo. María Neira, directora de Salud Pública y Determinantes Ambientales y Sociales de la Salud de la OMS, dijo estar preocupada por la propagación de otro peligroso virus: el miedo. A través de una conversación telefónica mantenida este viernes, explicó que un temor infundado se ha extendido entre el público y está llevando a gobiernos e instituciones a tomar decisiones irracionales. Esto se traduce en daños económicos y en sistemas sanitarios más presionados por personas que no necesitan atención.
-¿Qué es lo que le más le preocupa a la OMS en este momento?
Lo que más nos preocupa ahora mismo son las reacciones desproporcionadas y el caos que se está empezando a generar. Por una parte no ayuda nada a combatir el virus y por otra puede tener consecuencias económicas y sociales muy importantes.
Con respecto al virus nos preocupa la mortalidad que pueda alcanzar y que llegue a países cuyos sistemas sanitarios no puedan hacerle frente. Además seguimos empeñados en la investigación de la vacuna y los tratamientos, para asegurarnos de que la mortalidad de los pacientes se pueda reducir más todavía y ganarle la batalla este virus.
-Ha mencionado las reacciones desproporcionadas. Las bolsas están cayendo, se están cancelando eventos... ¿Por qué hay tanto miedo?
Creo que vale la pena reflexionar sobre cuáles son los hechos y cuál es el enemigo al que estamos combatiendo. Es un virus que se está transmitiendo mucho, eso es cierto, pero que en un 80% de los casos no desarrolla síntomas, que un 15 % desarrolla síntomas leves o moderados y que un porcentaje va a necesitar atención hospitalaria.
Por lo tanto, nuestra respuesta ha de dirigirse a esa atención hospitalaria, a proteger al personal sanitario, a evitar que se colapsen los hospitales y a preparar planes de protección y control en cada ministerio de sanidad. También ha de encaminarse a que los ciudadanos hagan vida normal, aplicando medidas de higiene básicas como lavarse las manos. O a que si algunos tienen una afeccion respiratoria, tosiendo o estornudando, y pueden quedarse en casa y evitar contagiar a los demás... mejor. Pero ya está.
«Nuestra respuesta ha de encaminarse a que los ciudadanos hagan vida normal, aplicando medidas de higiene básicas como lavarse las manos»
Las cancelaciones y el pánico son algo paralelo. Creo que está todo retroalimentado: en cuanto un gobierno toma la medida de cerrar una frontera, los ciudadanos se asustan más. Al estar más asustados, presionan más a sus gobernantes. Si estos toman medidas de máxima precaución, el ciudadano interpreta que algo tremendo está ocurriendo... Creo que es muy peligroso lo que está sucediendo.
«En cuanto un gobierno toma la medida de cerrar una frontera, los ciudadanos se asustan más. Al estar más asustados, presionan más a sus gobernantes»
-¿Por qué está ocurriendo esto? ¿Quizás la respuesta inicial del gobierno chino, con medidas excepcionales de cuarentena, puso el listón muy alto?
Efectivamente, la situación comenzó en China con unas medidas excepcionales, sin precedentes, en un gobierno con un sistema político también excepcional, donde éstas se pueden aplicar.
Estas imágenes fueron transmitidas al resto del mundo y contribuyeron a crear esta alarma. Hay viajeros cancelando sus viajes por miedo a quedarse bloqueados en algún aeropuerto u hotel... Francamente, esto refleja la irracionalidad de las medidas que estamos tomando.
El hospital de Huoshenshan, en Wuhan, China, se construyó en solo ocho días para acoger a los pacientes de la enfermedad del coronavirus
El hospital de Huoshenshan, en Wuhan, China, se construyó en solo ocho días para acoger a los pacientes de la enfermedad del coronavirus - REUTERS
Si Rusia cierra las fronteras a cientos de países para que el virus no entre, pero el virus entra, ¿qué fronteras vamos a cerrar cuando ya tenga casos? Cuando todo el mundo tenga 20 o 30 casos, ¿qué fronteras vamos a cerrar? ¿Vamos a encerrarnos todos en nuestras casas durante un año? Estamos cayendo en algo peligrosamente errado e irracional.
-El virus sigue extendiéndose, ¿Qué significaría que la OMS declarase la pandemia?
Es una cuestión semántica más que otra cosa, que comportaría que toda la población del planeta estuviera amenazada.
«Declarar la pandemia es una cuestión semántica»
-¿Es momento de que la población asuma que el virus está aquí para quedarse?
Los virus circulan y vivimos con ellos, esto no es nuevo. Ahora estamos intentando frenarle la entrada y la expansión para no tener cada año una nueva gripe, que mata a mucha gente; no queremos otro virus que también mate. Pero no podemos perder de vista la racionalidad y la proporcionalidad...
Entonces, ¿ha venido para quedarse? Sí, es posible, pero necesitamos unos meses más para ver si hay una estacionalidad o no. Temo que vamos a tardar tiempo en eliminar ciertas consecuencias indeseadas de este miedo irracional, que ha calado hondo en la población. Hay que manejarlo con mucho cuidado.
-¿Se convertirá el coronavirus en un nuevo virus estacional, como la gripe?
Todavía no lo sabemos. Estamos a una estación de poder ver ese comportamiento. Si se confirma la caída de casos en China, podríamos apuntar a esa dirección. Además entraría dentro de lo previsible.
-Los patógenos suelen reducir su letalidad con el tiempo, ¿no es así?
Los virus van adaptándose y disminuyendo su letalidad, y a la vez nosotros vamos desarrollando la inmunidad, a medida que van circulando.
-¿Qué es lo más importante que falta para comprender el virus?
Creo que no faltan grandes preguntas sobre cómo se extiende. Ahora lo que necesitamos es seguir viendo cómo se comporta este virus y a partir de ahí frenarlo, con medidas racionales, y ver cómo se incorpora a nuestra sociedad.
-¿Y qué ocurrirá si llega a países con sistemas sanitarios debilitados?
Cada vez que aparece un virus nuevo nos preocupan especialmente los países con sistemas sanitarios más débiles. Ellos sufren ya el impacto tremendo de otras enfermedades y a veces ni siquiera lo toman como una prioridad. Por eso es ahí donde pensamos que las inversiones para reforzar los sistemas sanitarios son útiles, no solo para este virus, sino para otros agentes infecciosos y cualquier tipo de patología. De momento estamos formando a estos países para detectar los virus en el laboratorio. Confiemos en que debido a las condiciones climáticas, y a que no tengan estación fría, si es que el coronavirus tiene estacionalidad, no tengan tantas dificultades, tal como ocurre con la gripe.
-¿Hay riesgo en España de que el miedo haga que la gente vaya a urgencias por un catarro, pensando que es el coronavirus, y colapse el sistema sanitario
Confío mucho en las autoridades sanitarias españolas. Espero que la racionalidad a la que han recurrido hasta ahora, y sus medidas basadas en ciencia y no en presiones, funcionen. Uno de los peligros claros de este pánico es que las personas acudan al centro sanitario y lo bloqueen, impidiendo que otras personas puedan recibir su tratamiento en hospitales colapsados.
«Uno de los peligros claros de este pánico es que las personas acudan al centro sanitario y lo bloqueen»
Es importante contar con mecanismos para que, en caso de identificar a los pacientes, en vez de que acudan al hospital, reciban tratamiento a domicilio o estén en semiaislamiento o semicuarentena en casa. Lo mismo que se le recomienda a alguien cuando tiene la gripe, que no vaya a la oficina y se la contagie a todo el mundo. Con medidas racionales se logra un balance más positivo...
-¿Cuándo se podrá estar probando la vacuna sobre el terreno?
No hay que contar con una vacuna para esta oleada. No estará disponible antes de 15 o 18 meses, porque hay una serie de ensayos clínicos que no se pueden obviar.
-¿Cómo se puede luchar contra el virus del miedo?
Va a ser complicado. Estoy preocupada porque creo que va a ser difícil calmar las cosas, explicarlas y racionalizar; He visto a gente inteligente y educada con un miedo importante... Va a costar, pero con calma, serenidad, datos y ayuda de los expertos hay que bajar un poco el exceso de información. Cuando veo a cien periodistas en la puerta de un hospital de Italia ni yo puedo evitar asustarme, aunque quizás el enfermo está perfectamente.
«Cuando veo a cien periodistas en la puerta de un hospital de Italia ni yo puedo evitar asustarme»
De hecho circula el vídeo de un chico que tiene el coronavirus y que dice que está perfectamente y que le han mandado paracetamol. Quizás nos vendría bien desdramatizar.
-¿Qué papel están desempeñando los periodistas?
Entiendo que tienen que hacer su trabajo y que hay mucha demanda de información. No culpo a nadie ni mucho menos, pero creo que entre todos vamos a tener que rebajar este suflé, porque lo que importa es luchar contra el virus y evitar problemas en la economía que no son para nada banales.
ESO ESTÁ GARANTIZADO POR INTERESE ECONOMICOS.

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