El Gobierno cita a las cadenas de supermercados y a la industria alimentaria para paliar la crisis del campo
El ministro de Agricultura se reunirá con los grandes grupos de distribución para pedirles que dejen de usar campañas con productos reclamo.
"Todos los actores son fundamentales. La distribución, que en España es eficiente y moderna, es parte también de la solución al problema". Con estas palabras, el ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, ha asegurado este martes que el departamento que dirige pondrá marcha toda la maquinaria que tiene a disposición para buscar soluciones al malestar del campo, que ya lleva una semana movilizado para exigir una respuesta ante el desplome de los precios y la caída de la renta agraria. Y la solución pasa por reunirse no solo con agricultores y ganaderos, sino con todos los agentes involucrados en la cadena alimentaria, desde la industria a las empresas de gran distribución (como Mercadona, Carrefour, Dia, Alcampo, etc), acusadas por las organizaciones del sector primario de utilizar productos reclamo como gancho y así agravar la espiral a la baja de los precios.
El mismo ministro ha reconocido que "la situación no es fácil" y ha subrayado la necesidad de trabajar de "forma coordinada". En este sentido, ha explicado que ha presentado en el Consejo de Ministros un informe de la situación con el objetivo de dar una respuesta a las movilizaciones, justo un día después de reunirse con las organizaciones agrarias. El ministro había anunciado el pasado sábado la creación de una mesa de diálogo que arrancaría este lunes para buscar soluciones a los problemas del sector.
Planas ha explicado que el ministerio ha propuesto una hoja de ruta que incluye una serie de iniciativas, entre ellas un incremento de la dotación pública a los seguros agrarios —en una cuantía aún por definir y que se fijará en los próximos Presupuestos—, una propuesta de modificación de la ley de la cadena alimentaria, una regulación contra las ventas a pérdida, un sistema para el seguimiento de la formación de los precios y una relación más precisa sobre las prácticas comerciales prohibidas en línea con la normativa europea, entre otras medidas.
"La identificación del malestar e inquietud es clara: los precios y su volatilidad, la disminución de los márgenes comerciales que ha supuesto un motivo de seria preocupación que comparte el Gobierno, así como otros factores", ha agregado. Entre ellos, ha señalado las nuevas exigencias ambientales a raíz de la nueva PAC (Política Agrícola Común), y ha recordado lo que está pasando ahora en España no es algo aislado sino un problema estructural del sector. "Está ocurriendo en Países Bajos, Francia y Alemania, y se puede decir que la problemática es exactamente la misma. Por lo tanto, tenemos un problema que es de España pero sin duda europeo".
La PAC, que augura un recorte de los fondos para el campo, es el segundo gran factor de preocupación sector, según el ministro, quien ha asegurado que el Gobierno está elaborando con las comunidades autónomas un plan estratégico nacional para analizar los márgenes de cada sector.
Aranceles y competencia
El sector primario también se ve golpeado por los recientes aranceles impuestos por la Administración estadounidense en respuesta a las ayudas públicas ilegales que la UE concedió al fabricante de aeronaves Airbus. A ello se añade la feroz competencia de terceros países que, según denuncian los agricultores españoles, exportan a territorios comunitarios grandes cantidades de productos a bajo precio y sin respetar los mismos estándares que se les exigen a los productores nacionales en materia fito y zoosanitaria. "La obligación del Gobierno es exigir a la UE que se cumpla con la normativa comunitaria".
Y ahora negociación del pacto verde es muy importante que lo mismo que nos aplicamos a nosotros lo apliquemos a los que exportan a la UE para que no hay competencia desleal", ha dicho. "Hay problemas económicos, pero más allá de ello los agricultores están pidiendo respeto y comprensión por parte del conjunto de la sociedad, algo que el Gobierno comparte", ha concluido el ministro.
La polémica en torno al salario mínimo
El ministro de Agricultura, Luis Planas, ha aclarado este martes que la subida del Salario Mínimo Interprofesional (SMI) del 5,5% que el Gobierno acaba de aprobar —tras el alza del 22% del año pasado— sí puede tener algún tipo de reflejo en la crisis que vive el campo, "pero en ningún caso es un elemento determinante". "La subida de 2019 ha sido perfectamente integrada", ha asegurado. Asimismo, ha desvinculado el incremento salarial de las protestas de los últimos días. "Creo que aquí hay un falso debate que no tiene nada que ver con las movilizaciones. Es un problema de precios y de margenes".
ESTÁ TODO MUY VICIADO,MAL ARREGLO HAY
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