viernes, 24 de enero de 2020

LA VIDA PRIVADA DE MATÍAS PRATS FUERA DE LOS PLATÓS DE TELEVISION

Matías Prats

La vida privada de Matías Prats fuera de los platós de televisión

En 2013, tras cuatro años de noviazgo y 28 de matrimonio y dos hijos en común, Matías y Marta, el presentador de informativos abandonaba el hasta entonces hogar conyugal para marcharse a vivir solo.

A comienzos de 2013 saltó la noticia de la separación de Matías Prats (67 años) y Maite Chacón. Tras cuatro años de noviazgo y 28 de matrimonio y dos hijos en común, Matías y Marta, el presentador de informativos abandonaba el hasta entonces hogar conyugal con la educadora infantil para marcharse a vivir solo a una urbanización en El Encinar de los Reyes, cercana a La Moraleja. No tardaron en aparecer rumores que le vinculaban con una compañera de trabajo, que se acallaron cuando se confirmó su relación con otra compañera, la redactora de Antena 3 Ruth Izcue, 19 años menor que él -tan solo seis meses después de que su divorcio se hiciese público-.
Matías Prats junto a su madre y su exmujer
Matías Prats junto a su madre y su exmujer - Gtres
La pareja se conocía desde hacía tiempo e incluso habían veraneado juntos con sus respectivas parejas. Antes de comenzar a salir con Matías, Izcue estuvo casada durante muchos años con el paparazzi de prensa rosa Fernando Sacristán, con el que tiene un hijo en común y que fue noticia después de que el fotógrafo denunciase en 2009 al Colegio Suizo por acoso escolar contra su hijo. Lo de Matías y Ruth fue un discreto y fugaz noviazgo se acabó a finales de ese mismo año.
Ruth Izcue
Ruth Izcue - Facebook
Por su parte, Matías Prats Chacón -hijo de Matías Prats Luque y nieto de Matías Prats Cañete- fue durante años la voz de las noticias deportivas de Telecinco y quien estaba a pie de palco en los partidos de Liga de Cuatro. En 2015 abrió un centro de belleza, The Calm Beauty by Carolina de Castro. «Soy un privilegiado porque me dedico a lo que me apasiona. Soy un periodista vocacional. El periodismo es una magnífica escuela de la vida, hay que ser buen tío para ser buen periodista. Yo me entrego a mi profesión, pero eso no me cansa, me satisface. La recompensa diaria es ser feliz yendo a trabajar cada mañana», reconocía a finales de ese año en una entrevista con este periódico.
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