lunes, 2 de diciembre de 2019

EL YUGO DE LA PUBLICIDAD

EL PENSADOR...
 
NOS CREA ANSIA DESCONTROLADA Y NOS HACE INFELICES.
 
Este fin de semana me he acomodado "full space", en mi cutre sofá tres plazas, para disfrutar por enésima vez del film "El club de la lucha", película que seguramente habrán visto, protagonizada por Brad Pitt, dando vida a Tyler Durden, quien en un contundente alegato contra la sociedad de consumo que nos devora, dice:
"La publicidad nos hace desear coches y ropas, tenemos empleos que odiamos para comprar mierda que no necesitamos. Somos los hijos malditos de la historia, desarraigados y sin objetivos. Crecimos con la televisión que nos hizo creer que algún día seríamos millonarios, dioses del cine o estrellas del rock, pero no lo seremos, y poco a poco lo entendemos, lo que hace que estemos muy cabreados".
Mimetizados con el discurso, acostumbrados a vivir con respiración asistida a final de mes, y siempre esperando el próximo sueldo, la sociedad de consumo ha dado con la explicación de este moderno "becerro de oro": Fomentar que sin ningún tipo de planificación financiera, control de ingresos y gastos, casi por inercia, vayamos creándonos necesidades donde poder gastar el "montón" de pasta que ingresamos cada mes.
Casi sin darnos cuenta habremos iniciado "La carrera de la rata" (término empleado por Robert Kiyosaki en su obra "Padre rico, padre pobre"), una carrera que no tiene fin, ni escapatoria... como la de una rata que gira y gira en una rueda.
El riesgo de caer en esta trampa se multiplica cuando crece la sensación de que el empleo ya es más seguro, o cuando nos suben el sueldo, y empezamos a acomodar nuestra vida -y deudas- a esos ingresos mayores.
Hipotecas, créditos y consumo excesivo son lo que mantiene a esta sociedad en la carrera de la rata; o lo que es lo mismo: deuda sobre deuda, y persecución constante de ingresos para pagarla.
Estamos atrapados en un mundo consumista, convertido en una lucha sin cuartel por intereses, por privilegios, por bienestar y por conseguir lo que todos quieren.
Con el paso de los años tendremos casa, coche, smartphone, televisión 4k... más los gastos cotidianos: alimento, energía, vestido, alimentación... La sociedad, con anuncios sorprendentes y magnéticos que nos fríen el cerebro, nos crea más necesidades cada día; y queremos tenerlo y disfrutarlo. Necesitamos más ingresos.
Salir de este de este laberinto no es nada fácil. Huir de la carrera de la rata significa buscar alternativas para librarnos de este "Friday" continuo que nos somete, oprime y ahoga; salirse cuanto antes de este sistema de valores, basado en la mera acumulación de bienes materiales, y proponer alternativas.
Procede parar, mirar en nuestro interior y reflexionar un momento. ¿Cómo saldremos de esa espiral perniciosa si, por ejemplo, la economía se tuerce o perdemos el empleo? Las cargas financieras aún activas, asumidas en el pasado, se volverían insoportables. ¿Estamos preparados?
"Lo menos frecuente en este mundo es vivir. La mayoría de la gente existe, eso es todo" (Oscar Wilde).

No hay comentarios:

Publicar un comentario