miércoles, 27 de noviembre de 2019

UN ERUDITO DE CONSURSOS EN LAS OFICINAS DEL VILLAREAL.

Alberto Izquierdo con el presentador de Saber y Ganar, Jordi Hurtado.

Un erudito ganador de concursos en las oficinas del Villarreal


Alberto Izquierdo, el técnico informático del Submarino Amarillo que completó el rosco de 'Pasapalabra', compatibiliza su trabajo en el club con su afición por participar en estos programas de televisión. Nunca pensó en dejar su empleo: "La gente está muy equivocada con el tema del dinero de los concursos", dice.

 
Alberto Izquierdo (Alicante, 1975), el ingeniero informático que completó el rosco de Pasapalabra en 2012, un éxito que reportó casi medio millón de euros, ha vuelto a conquistar otro ochomil de los concursos televisivos. Este mes ha entrado en el exclusivo club de los participantes de Saber y Ganar que alcanzan el tope de los 100 programas. Solo lo han conseguido 15 concursantes en los más 20 años que lleva en antena el espacio de TVE. Izquierdo volvió a casa con más de 90.000 euros y al día siguiente estaba en su puesto de trabajo en la Ciudad Deportiva del Villarreal CF, al frente del departamento informático del club. "Aquí tengo un doble placer: como trabajador y como aficionado. Es un orgullo ayudar al equipo desde mi parcela", cuenta.
 
Izquierdo descubrió los concursos de la televisión con 12 años. "Veía El tiempo es oro y acertaba muchas preguntas. Ahí fue cuando me planteé que de mayor quería ser concursante". Su debut llegó a los 22 años, en 1998, en Quién quiere ser millonario, donde consiguió 300.000 pesetas. Lleva ocho años trabajando para el Villarreal y ahora es uno de sus empleados más populares. Los jugadores más jóvenes le piden que se haga fotos con ellos y hasta los familiares de algún jugador del primer equipo, de quien no quiere dar el nombre, le siguen.
El pasado verano, el club le hizo revivir su gran momento en Pasapalabra cuando le propuso protagonizar el vídeo de presentación de uno de sus fichajes. Izquierdo tenía que adivinarlo jugando al rosco... “Con la O, nombre del nuevo fichaje del Villarreal”, se le pregunta al final, cuando solo queda una letra. E Izquierdo contesta: “Pasapalabra”. Ontiveros quedaba presentado a la afición.
 
El fanático de los concursos se encarga de las necesidades de conectividad que surgen en un equipo de élite. “Son cuestiones que no pueden fallar: un club de fútbol trabaja permanentemente con cámaras, programas, pantallas táctiles, GPS, equipos médicos”, dice. "Solo para el primer equipo necesitamos 30 ordenadores". Se encarga de que todo funcione correctamente, con la misma meticulosidad con la que estudió libros, enciclopedias y diccionarios para acumular cerca de un millón de euros entre todos sus concursos. 
Izquierdo ha encontrado su sitio en la Ciudad Deportiva del Villarreal CF. “Es un club muy familiar, con un ambiente muy jovial y donde abro la puerta de mi despacho y puedo encontrarme con verdaderas estrellas del fútbol que pasan por aquí”, dice. Nunca pensó en dejarlo. Ni podría hacerlo. “La gente está muy equivocada con el tema del dinero de los concursos. Una gran parte se la lleva Hacienda”, aclara. “Te compras una vivienda y te quedas sin un duro, pero vamos, ¡que mal no viene!”, bromea.
Izquierdo arrastra la habilidad desde pequeño. “Se me daba bien memorizar cosas y en las enciclopedias de la época había muchas. Mi hermana dice que con tres años me sabía todas las capitales y que me pasaba horas leyendo el atlas. Era una forma de viajar”, dice. Para Pasapalabra la fórmula es sencilla: leer todo el diccionario hasta acercarse a aprenderlo de memoria. Por eso quizás acertó la última letra, la D: “Ejemplar de una especie que posee de la manera más completa las cualidades propias de ella. Dechado”. Es una aptitud que en el trabajo le sirve para algo totalmente distinto: recordar direcciones de URL, números de IP o contraseñas más que ninguno.
Sin hacerlo a propósito, el paralelismo entre el rosco y la actualidad del Submarino Amarillo salta a la vista: “Es muy difícil completar Pasapalabra. Había estado muy cerca varias veces, pero entre hacer 24 o 25 hay un salto enorme”. Un salto que el club donde trabaja dio hace algunas décadas. Si hay algo que a Izquierdo no le traiciona es la memoria: “Debemos valorar y mucho lo que tenemos en la actualidad”.
¿De los jugadores del club, quién podría hacerle competencia en un concurso? “Andrés Fernández [portero del Villarreal] es un fenómeno. Estudió Ingeniería Informática. Es un caso único. ¿Cuántos jugadores pueden compatibilizar una carrera tan difícil con los entrenamientos y las competiciones”, dice Izquierdo. Él, sin embargo, no podría meterse en el terreno de juego. “¡Soy muy malo! Lo que no se me daba mal del todo era el baloncesto. Estuve federado varios años”. Fue hasta los 25 el escolta del equipo de la ciudad, Vila-Real.
¿TODOS LOS CONSURSOS SON VERDAD O HAY ARREGLOS?

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