Rodrigo Lanza, condenado a 5 años de cárcel por el «crimen de los tirantes»
El acusado, que lleva dos años en prisión provisional, podría salir de prisión en junio de 2020.
El antisistema Rodrigo Lanza ha sido condenado a 5 años de cárcel por lesiones dolosas por motivos ideológicos por el conocido como el «crimen de los tirantes», según ha podido confirmar ABC. Se le ha impuesto la misma pena de prisión con la que fue condenado en 2008 por haber dejado tetrapléjico a un policía local en Barcelona en 2006.
Ahora ha sido condenado po run delito de lesiones dolosas (intencionadas) con alevosía, en concurso con un delito de homicidio imprudente, con la agravante de motivos ideológicos y la atenuante de arrebato. Pese al cúmulo de golpes y patadas que le propinó hasta dejarlo moribundo, el fallo considera que no ha lugar imponerle la agravante de ensañamiento.
Lanza, que en diciembre cumplirá dos años en prisión provisional, podría salir de la cárcel de Zuera en junio de 2020 si para entonces no ha habido una nueva sentencia, en la fase de recursos que ya han anunciado las acusaciones y la Fiscalía.
A falta de sentencia firme, lo más que podría mantenerse a Lanza en prisión provisional es hasta la mitad de la pena que se le haya impuesto hasta ese momento. Es decir, hasta ahora, dos años y medio, que se cumplirán el próximo junio. Eso sí, siempre que para entonces no haya habido un nuevo fallo que pudiera haber revisado al alza la condena que se le ha impuesto ahora. Le tocará pronunciarse en apelación al Tribunal Superior de Justicia de Aragón (TSJA).
Laínez, que llevaba unos tirantes con los colores de la bandera de España, se cruzó fatalmente con Lanza en un bar de Zaragoza el 8 de diciembre de 2017. El antisistema lo golpeó brutalmente, según describieron los forenses. Lo abandonó agonizando en el suelo. Falleció unos días después en el hospital de Zaragoza en el que fue ingresado.
El juicio con jurado que se celebró en la Audiencia de Zaragoza hace unos días le exculpó del delito de asesinato que reclamaron tanto las acusaciones como la Fiscalía. Consideró el jurado que el crimen no fue un asesinato, sino que encajaría con el tipo penal del homicidio iimprudente. Según su veredicto, no quedó probado que Lanza quisiera matar a su víctima y tampoco que fueran sus reiterados y brutales golpes los que acabaron con su vida, sino que al contusión mortal se la causó al caer al suelo tras ser derribado por Rodrigo Lanza, en contra de lo indicado en los informes forenses.
Tras aquel veredicto, quedaba por conocer la condena, que quedó en manos del magistrado José Ruiz Ramo. Antes del veredicto, las acusaciones y la Fiscalía pedían contra Lanza 25 años de prisión por asesinato agravado. Tras conocer la decisión del jurado, ambas partes reclamaron que se le impusieran 12 años. El magistrado, sin embargo, ha optado por condenar a Lanza a cinco años de cárcel.
En el juicio quedó de manifiesto, a tenor de los testigos y de los forenses, que el antisistema atacó a su víctima por la espalda con una gran violencia. Tras dejarlo inconsciente, lo golpeó y pateó en el suelo. Cuando la víctima yacía inmóvil y aún con vida, Lanza «le propinó innecesariamente golpes que aumentaron, deliberada e inhumanamente, su dolor», reconoció el tribunal. Sin embargo, no consideró probado que el antisistema quisiera matar a su víctima, por lo que el jurado lo absolvió del delito de asesinato y lo condenó por homicidio con imprudencia grave por motivos ideólogicos.
En su sentencia, a raíz del veredicto, el magistrado considera probado que fue «indudable la brutalidad del acusado». Apunta que hizo gala de esa brutalidad cuando ya había dejado a su víctima inconsciente en el suelo, tras abatarila con un fuerte golpe en la cabeza y por la espalda. Una vez en el suelo siguió golpeándole y pateándole con violencia.
Sin embargo, en línea con lo indicado por el jurado, el magistrado concluye que esa brutalidad con la que golpeó a Víctor Laínez cuando estaba en el suelo e inconsciente «no prolongó el sufrimiento» de la víctima. De ahí que, aunque el juez reconoce que el antisistema se despachó contra su víctima con una «forma despiadada de patadas y golpes», no se le castiga con la agravante de ensañamiento. De hecho, la sentencia concede al antisistema la atenuante de arrebato, tal y como estimó el jurado.
Las acusaciones y la Fiscalía van a recurrir este fallo, que ha sido muy controvertido y que ha desencadenado incluso un sonoro rifirrafeentre el magistrado José Ruiz Ramo y el fiscal decano de Zaragoza, Rafael Soteras. La semana pasada, cuando estaba pendiente de dictarse la sentencia que se conoció este martes, Rafael Soteras y José Ruiz Ramo protagoniaron un intercambio de artículos en el Heraldo de Aragón. Soteras criticó duramente cómo se había desarrollado la vista, y Ruiz Ramo contestó con otro artículo contra las afirmaciones del fiscal.
ES VERGONZOSO ,SALE MUY BARATO MATAR A UN ESPAÑOL POR SERLO.
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