lunes, 18 de noviembre de 2019

EL MILEURISMO SE ENQUISTA Y ATRAPA A CUATRO MILLONES DE TRABAJADORES.

El mileurismo se enquista y atrapa a cuatro millones de trabajadores

Tres de cada diez asalariados a tiempo completo no pasan de los mil euros netos.

Hace cinco años que España logró dar carpetazo a la crisis económica, pero, pese a la recuperación, el mileurismo sigue incrustado en el mercado laboral de nuestro país. Cuatro millones de españoles siguen atrapados en un mileurismo que parece perenne. Con crisis o sin ella, en España hay cuatro millones de empleos cuyas nóminas no superan ese crítico umbral salarial.
Así lo acaba de certificar el último informe anual de salarios que ha publicado el Instituto Nacional de Estadística (INE). Año tras año lo elabora con los datos recopilados durante el ejercicio anterior, y es un fiel termómetro de cómo se cotiza y paga la mano de obra. Este informe revela que el sueldo medio sigue subiendo en España, que lo viene haciendo de forma ininterrumpida desde hace años, pero ni para todos ni en la misma proporción. Según trasluce ese informe del INE, el problema es que el salario medio sube más por el tirón de lo que se revalorizan las nóminas altas que por lo que avanzan las bajas. Por eso, la inmensa mayoría de los trabajadores españoles no alcanzan el sueldo medio.
Cuando se desciende al detalle del informe del INE se comprueba que, más allá de las medias estadísticas, la realidad es que en torno al 64% de los españoles que tienen un trabajo a tiempo completo cobran por debajo del sueldo medio, que ronda actualmente los 26.100 euros brutos al año. Y la mitad de ellos no cobran ni 17.500 euros al mes. Es decir, tres de cada diez asalariados a jornada completa están atrapados en el mileurismo.

Eso supone, en números redondos, que cuatro millones de españoles que trabajan a tiempo completo no pasan de mileuristas. Y la inmensa mayoría de ellos tienen nóminas que ni siquiera llegan a mil euros netos. Según los datos recogidos por el INE, el 19% de los trabajadores españoles a tiempo completo cobran menos de 12.600 brutos al año, lo que se traduce en catorce pagas que no llegan a los cuatro dígitos, que están por debajo de los mil euros limpios.
El sueldo medio, en términos estadísticos, ha subido en España con claridad desde 2016. Pero la dimensión del mileurismo sigue siendo casi idéntica, pese al crecimiento económico. Hace tres años atrapaba a un porcentaje muy parecido de trabajadores, a unos cuatro millones de asalariados a tiempo completo en cifra absoluta, similar a la que se sigue registrando ahora. Y eso sin contar a los empleados a tiempo parcial, que, por trabajar menos horas, en su práctica totalidad cobran menos de mil euros netos al mes.
El 19% de los trabajadores a jornada completa no cobran ni mil euros limpios
En estos momentos hay en España unos 2,3 millones de trabajadores a tiempo parcial, y el 60% de ellos -1,4 millones- lo son a la fuerza, porque no logran un empleo a jornada completa. Por tanto, esos 1,4 millones de trabajadores a jornada parcial están atrapados igualmente en un mileurismo forzoso.
El informe del INE también permite conocer más detalles sobre en qué partes del mercado laboral se da más el mileurismo. Para empezar, es una realidad que se concentra muy mayoritariamente en la empresa privada. En el sector público, solo el 11% están por debajo de ese umbral salarial, pero en ese porcentaje están incluidos los empleados públicos que no trabajan la jornada completa, ya sea porque están contratados a tiempo parcial o porque se han acogido voluntariamente a reducciones de jornada. En cómputo global, en España el salario medio en el sector público es un 50% mayor que en la empresa privada.
Por otra parte, el mileurismo también afecta especialmente a los menores de 35 años. Cunde mucho más en los contratos temporales que en los indefinidos. Es más frecuente entre trabajadores que tienen menos de dos años de antigüedad en la empresa. Y el sector servicios es el más propenso a los salarios bajos.

Carencias estructurales

¿A qué se debe esta persistencia del mileurismo pese a la recuperación económica? Según el economista y presidente de honor de la Real Academia de Ciencias Políticas y Morales, Juan Velarde, la clave es «la baja productividad» de la economía española, un tejido productivo en el que pesan mucho las actividades que no son capaces de rendir lo suficiente para soportar sueldos más elevados. Y a eso -indica- se le une la gran bolsa de paro que se sigue dando en España, «una de las más altas del mundo en la lista de los 40 países más destacados». «En esta lista, que publica semanalmente ‘‘The Economist’’, nuestro porcentaje de paro solo es superado por Turquía y Sudáfrica», afirma Velarde.
A su juicio, por tanto, España debe incidir en el despegue de su estructura económica para que sea más productiva. Y para eso hace falta que las empresas amplíen horizontes para ganar tamaño, que operen en mercados más amplios. «La productividad aumenta cuando se atiende a mercados más grandes con empresas de más tamaño, en las que se puede intensificar la división del trabajo», explica. Y eso -advierte Velarde- no solo vale para la industria y la exportación, sino también para las empresas de servicios, que deben apostar por mercados más amplios, menos localistas.
La secretaria de Empleo de CC.OO., Lola Santillana, considera que los bajos sueldos que están extendidos en el mercado laboral español son consecuencia de un tejido productivo con cada vez menos industrias y más servicios de reducido impacto salarial. «Se sigue destruyendo empleo en la industria y en sectores de más valor añadido, pero crece el peso de otros sectores en los que cunde la precariedad de las condiciones laborales, entre las que se incluyen las salariales», explica esta responsable sindical. Por eso, subraya que es fundamental fomentar políticas que apuesten por la industrialización y por el desarrollo de actividades productivas de más valor añadido.
Según Lola Santillana, el mileurismo se acentuó durante la crisis y no lo ha resuelto la recuperación económica que empezó en 2014. «En estos últimos años se ha polarizado todavía más la estructura salarial en España, ha aumentado la brecha entre los que más y los que menos cobran por su trabajo: los que tienen salarios más altos siguen viendo cómo suben sus nóminas, mientras que los que cobran menos ven cómo sus sueldos se mantienen estancados o incluso han retrocedido». «Los más precarios siguen estando muy precarizados y no mejoran sus condiciones», afirma Santillana.

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