miércoles, 23 de octubre de 2019

UN MUERTO Y CINCO DESAPARECIDOS EN CATALUÑA POR EL TEMPORAL DE LLUVIA.

 El temporal de lluvias en Cataluña, en imágenes

Un muerto y cinco desaparecidos en Cataluña por el temporal de lluvia.


Una crecida arrastra un bungaló en el que vivían una madre y su hijo en Tarragona.

Las consecuencias de las fuertes lluvias caídas en Cataluña durante la tarde y la noche del martes se han concentrado sobre todo en las comarcas de Tarragona, donde cinco personas están desparecidas, y en el Maresme, donde se ha hallado el cadáver de un hombre de 75 años, vecino de Arenys de Munt, que fue arrastrado por la riada hasta la playa de Caldes d'Estrac. Intentaba mover su vehículo cuando fue atrapado por la fuerza del agua.
La tarea de los servicios de emergencia se concentra este miércoles en la Conca de Barberà (Tarragona), donde buscan a cuatro personas desaparecidas. Se trata de una madre y su hijo, de Vilaverd, que fueron arrastrados del bungaló donde vivía la familia por la crecida del río Francolí y sus afluentes. En l'Espluga de Francolí se busca a otras dos personas más. Constan desaparecidas desde el martes por la noche y la principal hipótesis es que viajaban en un coche que fue sorprendido por la riada a la altura de l'Espluga de Francolí. Los bomberos han localizado el vehículo pero no hay rastro de los ocupantes. El coche apareció volcado y golpeado en el tramo de río que hay entre l'Espluga y Montblanc, una zona de apenas una decena de kilómetros que concentra los mayores destrozos provocados por el temporal. El río Francolí, alimentado por las intensas lluvias y por el agua que le llegó de las montañas de Prades, creció de manera desmesurada y arrasó con todo lo que pilló por delante.
Además, los Bomberos han confirmado esta tarde que buscan a una quinta persona, un ciudadano de nacionalidad belga, que estaría desaparecido según han confirmado los Mossos d'Esquadra a través del consulado belga. Los cuerpos de seguridad han localizado el camión con el que viajaba en el río Francolí. 
En l'Espluga los daños son muy evidentes. La crecida del río destrozó las instalaciones de una empresa de deportes de aventura y, unos metros más abajo, arrasó un restaurante y una bodega que hay en el margen derecho del río, junto al pueblo. Los responsables de la bodega, Celler Rendé Masdéu, trataban durante la mañana de este miércoles, ya sin lluvia y en un entorno de devastación, de recuperar unas pocas botellas de entre los escombros. Recién habían terminado la vendimia de este año y se ha perdido toda, pero el lamento es mayor, porque el derrumbe total de la bodega ha echado al traste todo el trabajo de los últimos 25 años. Tampoco queda ningún rastro del restaurante que había al lado de la bodega.
Los vecinos de l'Espluga seguían horas después impactados de la fuerza con que bajó el agua y del volumen que alcanzó el río. Uno de los comentarios más escuchados cerca de la zona cero era que, afortunadamente, no había nadie en el descampado que hay a escasos metros del río, habilitado para autocaravanas. En esa misma zona también había, ya no queda nada, un parque y un merendero muy utlizados por los grupos de escolares que visitan las populares cuevas paleolíticas que hay en el pueblo.
Las orillas del río dibujan los estragos que causó la tormenta. Árboles caídos, grandes rocas arrancadas, carreteras descalzadas y coches arrastrados son muestra de la violencia con que bajaba el agua. En Montblanc, el Pont Vell constata la magnitud de los daños: bajo sus arcos, se amontonan árboles, piedras y una gran cantidad de restos vegetales. La estructura de esta construcción del siglo XII resistió el empuje del río pero, a su alrededor, los daños se multiplican. Calles embarradas, bajos inundados y negocios reventados por un río que, por momentos, tuvo un caudal de hasta 1.200 metros cúbicos por segundo, casi 10 veces más de lo que arrastra el río Ebro cuando se aproxima a su desembocadura.
El temporal complica la movilidad por carretera, en los aeropuertos y en las líneas ferroviarias. En cuanto a Renfe, el servicio se encuentra suspendido entre L’Hospitalet y Salou, lo que afecta a la línea R16 y a los servicios de larga distancia. Tampoco funcionan las líneas R13 y R14, ni la R12 entre Bell-lloc y Mollerussa. Los trenes de la R15 inician su recorrido en Reus. Entre Vilassar i Mataró se circula por vía única por el oleaje y esta línea de la costa (la R1) no circula entre Arenys y Maçanet. Igualmente, debido a las inundaciones en la zona de Perpiñán, los servicios internacionales no funcionan y el trayecto finaliza en Figueres.
LA CLIMATOLOGIA VA A TERMINAR CON LA ESPECIE HUMANA.

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