jueves, 24 de octubre de 2019

LA OPOSICIÓN,INCÓMODA POR LA EXHUMACIÓN DE FRANCO.

La oposición, incómoda por la exhumación de Franco, critica el “electoralismo” del Gobierno


Los partidos temen que el traslado de los restos del dictador favorezca al PSOE en las urnas.

Solo el Gobierno y el PSOE han empleado expresiones y consideraciones de cierta solemnidad ante la exhumación del dictador Francisco Franco, al creer que pone fin a una anomalía democrática simbolizada en el mausoleo del Valle de los Caídos. El resto de las formaciones, cada una con sus matices, han mostrado incomodidad al temer que este hecho histórico traiga beneficios electorales para el PSOE en los comicios del próximo 10 de noviembre. La derecha defiende que esta no es una preocupación de los españoles, aunque desde el extremo, el líder de Vox, Santiago Abascal, proclama que el Gobierno quiere “enfrentar a los españoles” y el objetivo siguiente es “derrocar a Felipe VI”.
Para la izquierda supone realzar la dignidad de la democracia española. Y de este esquema no se mueven ni el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ni la vicepresidenta, Carmen Calvo. Ambos recuerdan que se comprometieron a exhumar a Franco del mausoleo que glorifica la dictadura y así lo han hecho. Apoyando ese argumento se ha manifestado este jueves el expresidente José Luis Rodríguez Zapatero, iniciador del reconocimiento a los republicanos y a los perdedores de la Guerra Civil, que sufrieron persecución y olvido. Zapatero impulsó la ley de memoria histórica, que ampara el decreto para la exhumación.
“Hoy es un día en el que la democracia española va a ser más perfecta”, ha señalado en la Cadena SER el expresidente socialista, que ha ensalzado aquella ley que tenía, ha dicho, “un profundo espíritu de reconciliación”. Quienes la critican, asegura, “no se la han leído”. “Nadie puede oponerse racionalmente”, ha incidido. El expresidente ha recordado que aún quedan “decenas de miles” de personas por encontrar e identificar.
Esta es precisamente la demanda de Unidas Podemos. Su líder, Pablo Iglesias, ha recalcado que hoy solo se ha dado un primer paso, ya que quedan en las cunetas miles de víctimas a las que hay que dar digna sepultura. Aun así, su demanda ha sido que se pospusiera la exhumación hasta después de las elecciones para evitar los tintes “electoralistas” que puedan beneficiar al Gobierno. Esta perspectiva ha soliviantado al líder del PSOE, Pedro Sánchez. “Me produce cierta pena que alguna izquierda viva este hecho como una derrota cuando es una gran victoria de la democracia española”, dijo Sánchez en un acto electoral antes de la exhumación. Iglesias, al tiempo, quita protagonismo al Gobierno y se lo da a la presión de las asociaciones de memoria histórica.
Con aparente distancia se muestran el PP Y Ciudadanos. Los primeros casi se niegan a hablar del asunto, al ser “un acto de propaganda”. El presidente del PP, Pablo Casado, ha asegurado que ni él ni su partido van a gastar “un minuto en hablar de lo que pasó hace 50 años”, una historia “felizmente superada”, y ha elogiado que líderes como Felipe González o Alfonso Guerra "en ningún momento" durante 40 años han reabierto esas heridas
"En 2019 por qué no hablamos de educación, sanidad y pensiones”, se ha preguntado el líder de Ciudadanos, Albert Rivera, aunque ha precisado que no le gustan los dictadores, “ni vivos ni muertos”.
Sí hablan de la exhumación los dirigentes de Vox. Su líder, Santiago Abascal, afirma que el Ejecutivo “quiere enfrentar a los españoles” y su objetivo es “ deslegitimar la Transición, deslegitimar la Corona, derrocar a Felipe VI y derribar la cruz del Valle de los Caídos", ha dicho en RNE. En su cuenta de Twitter ha escrito: “El carroñero de La Moncloa ha iniciado una campaña de odio”. Añade que “a los muertos se les respeta, se llamen Franco o Pasionaria”.
LE SERÁ FALVORABLE ESTE ESPECTACULO PLUBICITARIO.

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