martes, 29 de octubre de 2019

EJECUCIÓN DE JOSE ANTONIO PRIMO DE RIVERA EN ALICANTE.ASI FUE.

Imagen de la primera exhumación de José Antonio Primo de Rivera en 1939

Ejecución de José Antonio Primo de Rivera en Alicante: «Fue una carnicería que Franco sabía perfectamente»

El Gobierno descarta sacar los restos del fundador de La Falange, fusilado en 1936, al considerarlo una víctima de la Guerra Civil.

Es una víctima y podrá estar en el Valle de los Caídos de alguna manera, obviamente discreta». La vicepresidenta del Gobierno, Carmen Calvo, explicó este lunes que el Ejecutivo no tiene previsto cambiar de ubicación los restos mortales de José Antonio Primo de Rivera.
El fundador de La Falange fue fusilado en el 20 de noviembre de 1936 en el patio número cinco de la enfermería de la prisión de Alicante, en plena Guerra Civil, tras ser juzgado y condenado en el ámbito castrense por un delito de rebelión militar.
Por lo tanto, está considerado como una de las 33.000 víctimas del conflicto bélico que se encuentran en el Valle de los Caídos y, en consecuencia, el Ejecutivo no se ha planteado su exhumación para trasladarlo a otra ubicación fuera de la Basílica, como sí se ha llevado a cabo con Francisco Franco.

Precisamente, el papel del dictador tras el fusilamiento del fundador de La Falange es abordado en «Las últimas horas de José Antonio» (Espasa), obra de José María Zavala. Según explicó el autor hace cuatro años, «Franco sabía perfectamente la carnicería perpetrada con José Antonio».
Sin embargo, este episodio quedó silenciado durante toda la dictadura franquista tal vez porque «fue un hecho tan desagradable, tan luctuoso, que no se le quiso dar pábulo».
Lugar exacto donde fue ejecutado José Antonio Primo de Rivera
Lugar exacto donde fue ejecutado José Antonio Primo de Rivera - ABC
La obra, de hecho, aportó documentos inéditos durante cerca de ochenta años sobre la ejecución de Primo de Rivera. Así, el fusilamiento en la cárcel de Alicante no estuvo precedido por la reglamentaria orden de «fuego», sino que «los disparos se efectuaron a capricho» y de forma reiterada en varias descargas, «a apenas tres metros de distancia», según explicó Zavala. Junto a Primo de Rivera fueron ejecutados otros dos falangistas y dos requetés de la localidad alicantina de Novelda.

Sin rastro en la biografía oficial

Por contra, Felipe Ximénez de Sandoval, considerado el autor de la biografía oficial de José Antonio, no dio detalle alguno en su obra de cómo fue ejecutado Primo de Rivera.
Este episodio sobre la ejecución de Primo de Rivera cobra actualidad tras la exhumación de Franco, para quien «José Antonio resultaba un incordio». Sin embargo, sus destinos en esta ocasión volverán a ir por caminos diferentes. Los restos de Franco ya reposan en el cementetio de Mingorrubio y los de Primo de Rivera seguirán en el Valle de los Caídos, aunque no en un lugar tan «preeminente» como el actual, en el altar mayor de la Basílica. Al menos así lo aconsejaron los expertos que asesoraron al Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero en la Ley de Memoria Histórica.
Imagen de la primera exhumación de José Antonio Primo de Rivera en 1939
Imagen de la primera exhumación de José Antonio Primo de Rivera en 1939 - ABC
El 14 de marzo de 1936, José Antonio Primo de Rivera fue arrestado en Madrid, bajo la acusación de posesión ilícita de armas, e ingresó al día siguiente, de noche, en la antigua celda de Largo Caballero en la cárcel Modelo de la misma ciudad. El 5 de junio fue trasladado a la prisión de Alicante, donde permaneció hasta su ejecución el 20 de noviembre.
«Sería muy ingenuo pensar que solo cuatro anarquistas fanáticos tenían intención de acabar con José Antonio»
Según Zavala, en aquel episodio tuvo un papel principal el Gobierno de la República, presidido en noviembre de 1936 por Francisco Largo Caballero, dirigente del ala más izquierdista del Partido Socialista: «La influencia soviética era enorme en la zona republicana durante la Guerra Civil; por lo tanto, sería muy ingenuo pensar que solo cuatro anarquistas fanáticos tenían intención de acabar con José Antonio».
Al respecto, el autor de «Las últimas horas de José Antonio» recalca que Largo Caballero, a quien califica de «rehén de Stalin», tenía «un interés evidente en quitarse de en medio» al dirigente falangista.
El fundador de la Falange fue enterrado en una fosa común de la cárcel de Alicante, desde donde dos años después fue trasladado al nicho número 515 del cementerio de Nuestra Señora de los Remedios. Al acabar la Guerra Civil se decidió trasladar sus restos a San Lorenzo de El Escorial, en Madrid. El 19 de noviembre de 1939 sus restos fueron nuevamente exhumados. Su ataúd, cubierto de terciopelo negro, fue acarreado durante diez días por falangistas que se turnaron cada diez kilómetros.
El 30 de noviembre de 1939, su féretro entraba al Monasterio de El Escorial, recibido por Francisco Franco. Fue enterrado a los pies del altar mayor de la Basílica. En años posteriores, los restos de José Antonio fueron exhumados hasta en tres ocasiones. La quinta parece que tendrá que esperar, aunque seguirá en el Valle de los Caídos.
LE HACÍA SOMBRA ERA EL FUNDADOR DE LA DOCTRINA FALALANGISTA E IDEÓLOGO.

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