Colau impide a Vox abrir la campaña electoral en Barcelona.
El partido de Abascal traslada su mitin a Hospitalet de Llobregat y amenaza con recurrir el veto a la Junta Electoral Central.
Barcelona se niega a abrirle las puertas a Santiago Abascal y permitirle celebrar el mitin de inicio de la campaña electoral, previsto para el próximo jueves. A falta de cuarenta y ocho horas para dar el pistoletazo de salida a los siete días de esta reducida campaña, el Ayuntamiento presidido por Ada Colau ha denegado las instalaciones solicitadas por Vox, no permitiendo que esta formación política pueda celebrar este primer acto, según han asegurado a ABC fuentes de la dirección nacional.
La alternativa a Barcelona será Hospitalet de Llobregat, como avanzó ABC, tras cerrarse ayer por la noche las negociaciones.
Vox inició hace ya algunos días los contactos pertinentes para poder utilizar instalaciones en la capital condal y poder celebrar el inicio de la campaña en un local cerrado. Hasta ayer por la tarde había sido imposible contar con las autorizaciones administrativas correspondientes para poder realizar este mitin con todas las garantías.
«Sorteando impedimentos»
Las fuentes consultadas confirman que actualmente «estamos sorteando los impedimentos que está poniendo la administración». Aunque seguirán insistiendo, advierten de que recurrirán a la justicia e incluso pedirán amparo a la Junta Electoral Central para poder desbloquear la situación.
El malestar en el partido de Abascal es evidente, ya que consideran que se está «restringiendo la libertad política de cientos de miles de catalanes que votaron a Vox». A su juicio, «no se puede privar a 148.000 catalanes que nos votaron» de participar en un acto público de esta formación política.
Una de las causas que pueden explicar esta negativa a dejar algunas de las instalaciones para el mitin es el temor de los propietarios de los recintos solicitados a garantizar la seguridad del mismo, teniendo en cuenta el clima de tensión que se vive en Barcelona.
Manifestación del domingo
El primer veto que ha sufrido Vox se produjo el pasado domingo en la manifestación organizada por Societat Civil Catalana. Los impulsores de esta concentración afirmaron que esta protesta contra el proceso independentista era una «manifestación de la centralidad catalana»y que «cualquiera que salga de este espacio no es bienvenido», como así lo afirmó el presidente de este colectivo, Fernando Sánchez Costa. En este sentido, sobre Vox afirmó: «No los esperamos», al subrayar que estaban invitados «los defensores de la democracia, la Constitución y el autogobierno de Cataluña».
A pesar de estas reticencias, Vox decidió asistir a la manifestación, aunque no su presidente Santiago Abascal, delegando la representación política en su portavoz en Cataluña, Ignacio Garriga.
Abascal respondió desde su cuenta en Twitter al veto de la organización catalana, reprochándole que «emula las prácticas de exclusión de los separatistas».
LE ESTÁN HACIENDO CAMPAÑA
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