Rivera aparta de la Ejecutiva de Ciudadanos a las voces críticas y coloca a sus afines
El líder naranja anuncia 22 nuevas incorporaciones, entre las que se encuentran Lorena Roldán, Joan Mesquida, Edmundo Bal, Sara Giménez o José Ramón Bauzá.
Albert Rivera ha propuesto esta mañana en el Consejo General extraordinario de Ciudadanos los nombres que formarán parte del Comité Ejecutivo. El presidente de la formación naranja ha convocado este cónclave de urgencia para reformar los estatutos y ampliar el órgano de dirección de cuarenta a cincuenta miembros. Un movimiento estratégico que le permite reforzar su núcleo duro, rodeándose de personas de su máxima confianza, y cerrar la crisis interna que desencadenó la cascada de dimisiones que inició hace poco más de un mes Toni Roldán. Desde el partido argumentan, en cambio, que esta modificación se debe al crecimiento experimentado en las últimas elecciones generales, autonómicas y municipales.
Como estaba previsto en el orden del día, Rivera ha anunciado públicamente que habrá 22 nuevas incorporaciones, entre las que se encuentran la de la recién elegida candidata a la presidencia de la Generalitat Lorena Roldán -que pasará a ser la portavoz en la Ejecutiva-, el ex director general de la Policía y la Guardia Civil Joan Mesquida, el abogado del Estado Edmundo Bal, la abogada Sara Giménez o el actual consejero en el Gobierno de Andalucía Javier Imbroda. También entrarán dos de los últimos fichajes procedentes del PP, José Ramón Bauzá y Ángel Garrido. «Todas son personas con voz propia pero con lealtad a este proyecto», ha remarcado Rivera. Asimismo, el líder de Cs ha confirmado que Inés Arrimadas continuará al frente de la portavocía del grupo liberal en el Congreso de los Diputados.
En su intervención Rivera ha lanzado un mensaje tanto para los que están como para los que han abandonado el barco, insistiendo en la idea de que son un partido de Gobierno que más pronto que tarde gobernará: «Mientras yo sea presidente de Cs habrá democracia en este partido, pero siempre remaremos todos a una para que cuanto antes España tenga un gobierno de centro».
Tras el fracaso del primer debate de investidura de Pedro Sánchez, Rivera ha decidido blindarse de cara a futuras presiones que pueda recibir a la vuelta de vacaciones para que Cs llegue a un entendimiento con el PSOE. Así ha decidido apartar de su Ejecutiva a Fernando Maura, Orlena de Miguel, Antonio Espinosa, Matías Alonso y Raquel Morales. Tras la dimisión del secretario de Programas, Toni Roldán, Maura votó a favor de revisar la estrategia a seguir por el partido en la investidura de Sánchez. Una posición compartida por Luis Garicano, Francisco Igea y Javier Nart -que también desertó-, mientras que Orlena de Miguel se abstuvo en dicha votación junto a Nacho Prendes y Marta Martín.
José Manuel Villegas negó hace dos semanas que se fueran a producir ceses en la Ejecutiva de Cs. En la rueda de prensa posterior a la reunión del órgano de gobierno del partido dijo que no habría «ninguna otra reforma de calado». Sin embargo, Rivera -con competencia exclusiva para cesar a miembros del órgano de dirección de Cs- ha decido prescindir de voces críticas sin mucho peso.
«Desmontar el plan Sánchez»
El presidente de la formación ha insistido en su «no es no» a Sánchez y al PSOE. Rivera ha criticado el «espectáculo» que montaron la semana pasada el líder socialista y Pablo Iglesias para «repartirse España como un botín». Y ha presentado a Ciudadanos como la única «alternativa» para el país y para reconstruir el constitucionalismo que, a su juicio, Sánchez ha abandonado. En este sentido, ha comentado que el partido ya gobierna en Andalucía, la ciudad de Madrid (y espera que pronto la comunidad), Murcia, Castilla y León, y en unos 400 municipios de toda España.
«Es normal que todos nos teman, que haya ciudadanitis, porque saben que somos el proyecto del sentido común, que se sitúa en el centro, libre de casos de corrupción y que representa un proyecto de igualdad para todos los españoles», ha afirmado Rivera. Se ha mantenido duro con Sánchez, acusándole de tener «un plan y una banda» para atrincherarse en el poder. «España no se merece un presidente como Sánchez», ha aseverado. También le ha reprochado que sus aliados sean los populistas, los batasunos e independentistas que «quieren liquidar España y su modelo económico» y se ha mostrado «orgulloso» de que los separatistas no le quieran de presidente. «Si nos temen es que algo estamos haciendo bien», ha apostillado.
Por último, el líder liberal ha hecho referencia al pacto de Gobierno sellado en Navarra entre el PSN-PSOE con Geroa Bai e Izquierda Ezkerra. Ha recordado que María Chivite requiere de la abstención de Bildu para convertirse en presidenta de la Comunidad Foral, a la vez que ha recriminado a la socialista navarra la peineta que les hizo en el pleno de investidura cuando le reclamó que no gobernara con los abertzales.
A ESO SE LE LLAMA HACER UNA PURGA, CREO QUE RIVERA LLEVA VARIOS MESES EQUIVOCADO Y SE SUELE PAGAR.
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