Timos a ancianos: «Abra la puerta, venimos a revisar su dispositivo de teleasistencia»
Los delincuentes se hacen pasar por falsos empleados para entrar en las viviendas de las personas mayores y estafarlas.
La estrategia es sencilla: vigilar a una persona mayor que tenga asignado un servicio de teleasistencia, presentarse en su domicilio y tratar de engañarla haciéndose pasar por empleados de la empresa encargada de prestar dicha actuación. Una vez dentro, los delincuentes llevan a cabo una ficticia intervención y piden a cambio una contraprestación económica. Otras veces, mientras uno de los «trabajadores» distrae a la víctima, el otro se escabulle por la vivienda para sustraer los objetos de valor. La técnica, no por rudimentaria, ha dejado de tener validez. En poco más de un año, varios ayuntamientos de Madrid, como los de Alcobendas y Rivas-Vaciamadrid, se han visto obligados a difundir avisos para poner sobre aviso a sus habitantes. El último caso tuvo lugar dos semanas atrás en la localidad de El Boalo, donde una mujer de avanzada edad sufrió la visita de estos estafadores.
«Por suerte, no cayó en la trampa», explican desde el Consistorio. Tras disuadir a los timadores, la afectada contactó con el servicio de teleasistencia para explicar lo sucedido y este a su vez dio parte a la administración local. «Nos informaron y rápidamente decidimos hacer pública una advertencia para que todos los vecinos estuvieran al tanto», señala la concejal de Servicios Sociales, Leticia Cubillo, que incide, además, en la importancia de poner lo antes posible en conocimiento de la Policía local este tipo de episodios: «Suelen ir de casa en casa y es posible pillarlos “in fraganti”».
El alto nivel de persuasión y la especial vulnerabilidad en la que se encuentran sus víctimas son las principales razones que aprovechan los malhechores para llevar a cabo los asaltos. Fuentes policiales remarcan la planificación de sus acciones, con una sofisticada puesta de escena en la que emplean uniformes «reglamentarios», tarjetas identificativas falsas e instrumental acorde a la supuesta reparación que van a realizar. Todo, con el objetivo de que los ancianos abran la puerta y crean que la visita entra dentro de la normalidad.
No hay que abonar dinero
Por ello, desde la Consejería de Familia y Asuntos Sociales de la Comunidad de Madrid, recuerdan que todos los pagos están domiciliados, por lo que nunca se debe abonar dinero en efectivo. Añaden, también, que la teleasistencia es un servicio de acompañamiento, sea este de manera telefónica o presencial, y que siempre será notificado previamente. «En la mayoría de casos es gratuito, aunque hay algunos usuarios que, según lo marcado en la ley de Dependencia, tienen que pagar mensualmente una pequeña cantidad», inciden las mismas fuentes. En el caso de los sistemas dependientes del Gobierno regional, el coste máximo oscila entre los 12 y los 18 euros al mes.
Ante la persistencia de los estafadores, la información remitida («extremar las precauciones» y «desconfiar de situaciones extrañas, entre otros consejos») a las personas mayores y sus familiares resulta fundamental para prevenir este tipo de robos.
Falsos revisores del gas, la luz o el agua
El truco de la falsa teleasistencia no es el único que estos amigos de lo ajeno utilizan para estafar a sus víctimas. Hacerse pasar por revisores del gas, de la luz o de la compañía del agua son otras de las artimañas que están a la orden del día. Aunque lo habitual es que se presenten sin avisar, hay ocasiones en que llegan a llamar antes para fijar una cita y dar así mayor credibilidad a sus actos. Ante cualquier indicio de sospecha, es conveniente ponerse en contacto con la compañía para verificar si la revisión programada es real.
TENEMOS UNA SOCIEDAD CONVERTIDA EN LA LEY DE LA SELVA.
No hay comentarios:
Publicar un comentario