miércoles, 1 de mayo de 2019

LOS SINDICATOS PIDEN UN GOBIERNO PROGRESISTA QUE DEROGUE CUANTO ANTES A REFORMA LABORAL.

Los sindicatos piden un Gobierno progresista que derogue cuanto antes la reforma laboral


Las manifestaciones del Primero de Mayo se celebran en toda España marcadas por las elecciones del 28-A.

No se salieron del guion esperado. Los resultados de las elecciones generales han permitido a Unai Sordo y Pepe Álvarez, secretarios generales de Comisiones Obreras (CC OO) y de la Unión General de Trabajadores (UGT), respectivamente, salir en tromba a pedir a Pedro Sánchez un Gobierno estable y progresista que atienda con preferencia la agenda social y no olvide a los trabajadores y trabajadoras. Es decir, que se imponga como prioritario derogar los aspectos más lesivos de la reforma laboral y eliminar la reforma de pensiones de 2013. De lo contrario, estarán en frente: "No queremos parches. Con Rivera, no; con Casado,no, y con Vox ni a tomar una cerveza", explotó Álvarez. "Es la oportunidad de diseñar un país para las próximas dos décadas con una clave de izquierdas, no la pierdan", exhortó Sordo mientras los manifestantes en la Puerta del Sol prorrumpían en gritos de "Con Rivera, no" o "Sí, se puede".
En una jornada soleada en Madrid, de esas que invitan más a salir de puente que a quedarse en la capital a reivindicar derechos, los trabajadores celebraron un Primero de Mayo con la consigna Lo primero, las personas. De esa guisa, los dirigentes sindicales reclamaron que “las fuerzas políticas progresistas se pongan de acuerdo”, es decir PSOE y Podemos, y permitan la constitución pronta del Parlamento y de un Gobierno que pueda sacar adelante medidas progresistas, que acabe con “la precariedad y la desigualdad” e impulse políticas “que repartan la riqueza, que construya un país desde la ilusión y las ganas de que éste sea un país de respeto a los derechos y libertades”, coincidieron. “La desigualdad es el mayor disolvente de la democracia”, recalcó Sordo.
“No queremos parches. Con Rivera, no; con Casado, no; y con Vox ni a tomar una cerveza”, explotó Álvarez. “Es la oportunidad de diseñar un país para las próximas dos décadas con una clave de izquierdas, no la pierdan”, exhortó Sordo mientras los manifestantes en la Puerta del Sol prorrumpían en gritos de “Con Ribera, no” o “Sí, se puede”.
El destinatario, Pedro Sánchez, prometió cuando estaba en la oposición que derogaría la reforma laboral. Ya en el Ejecutivo, aseguró que eliminaría esos “aspectos más lesivos”, pero no aprobó los cambios y ahora, tanto en la campaña electoral como en las reformas propuestas a Bruselas, insiste en que lo necesario es un nuevo Estatuto de los Trabajadores. Tanto Álvarez como Sordo hicieron hincapié en que primero es imprescindible derogar las reformas laborales del PSOE y del PP antes de negociar un nuevo Estatuto. “No se trata de volver a los noventa, nos conformamos con volver a la situación laboral de 2009”, resaltó Álvarez.
Para los líderes sindicales los resultados electorales refuerzan las izquierdas tras la dificultad de llevar a cabo políticas de cambio en un Parlamento controlado por la derecha. A su juicio, los resultados son consecuencia de la irrupción de la ultraderecha y de que los ciudadanos creen que otra política es posible. Tanto Álvarez como Sordo han destacado la importancia en las elecciones de la reacción de la clase trabajadora contra los mensajes "neofascistas y neoautoritarios" que trasladan a tiempos pasados.
Pese a la euforia del éxito electoral, Sordo advirtió de la necesidad de mantener el pulso: "No ha terminado nada; tenemos unas elecciones el 26 de mayo en Europa que nos afectan mucho, hay que movilizar el voto para conseguir mayoría progresista en la Unión Europea por la cuenta que nos trae". En ese punto, se refirió al peligro de los neonacionalismos ("el huevo de la serpiente") y a sus referentes en España ("una deriva neofascista a la que hay que combatir desde la pedagogía") para hacer un llamamiento al PP: "Ha sido patético que otros partidos hayan copiado mensajes de Vox, deben recuperar la racionalidad".
Los sindicatos se sienten con más legitimidad que hace tres o cuatro años para configurar una mayoría social que presione al Ejecutivo a hacer esos cambios. "Este Primero de Mayo tiene que ser el inicio de una movilización, necesitamos mantener la presión permanente para que no se baje la guardia", ha subrayado Álvarez, que ha añadido: "Es la hora de recuperar derechos y libertades".
En ese sentido se enmarca la derogación de las reformas laborales y de la reforma de pensiones de 2013. Sobre todo de esta, que el 1 de enero de 2020 volverá a estar vigente el índice de revalorización (IRP), lo que implica una subida del 0,25%. Para Sordo,"no hay excusas para retrasar las medidas". Después agregó que el sistema de pensiones tiene que ser de reparto y público, para lo que hay que reconstruir el Pacto de Toledo.
Para hacerlo viable es necesario obtener más fondos, pero no a costa de recortes de gastos, sino mediante la obtención de mayores ingresos, lo que plantea, a juicio de los sindicalistas, una reforma fiscal. España necesita elevar la presión fiscal y ponerse al nivel de Europa, lo que equivaldría a elevar los ingresos en 90.000 millones. "Una reforma en la que pague más el que más tiene", según ha pedido Álvarez.
Les escuchaban el secretario de Organización del PSOE y ministro de Fomento, José Luis Abalos (único miembro del Gobierno), los candidatos de este partido al Ayuntamiento de Madrid (Pepu Hernández) y a la Comunidad (Ángel Gabilondo) y los dirigentes de Podemos Pablo Iglesias y Alberto Garzón. Ábalos ha manifestado que su partido es partidario de mantener un Gobierno monocolor, "como ha sido hasta la fecha" desde que tomó el poder tras la moción de censura, y alcanzar acuerdos con el resto de grupos parlamentarios. En ese sentido, rechazó una alianza con Ciudadanos como piden los empresarios, por "la actitud cerrada" que ha mostrado, y abrió la puerta a pactos con Podemos, sobre todo en aquellos planteamientos en los que coinciden, como la lucha contra la desigualdad y la precariedad. 

"Menos palabras y más hechos"

Los líderes sindicales han recordado las 10 propuestas que pusieron sobre la mesa de los partidos con motivo de las elecciones para lograr un giro social. Ahora, a su juicio, es el momento de ponerlas en primera línea “con menos palabras y más hechos”. "Situemos lo que tiene que ver con la distribución de la renta en la agenda política. Las urnas han dicho que hay una mayoría de progreso que puede y debe abordar esas politicas", ha dicho Sordo. Es decir, cambio del modelo productivo, empleo de calidad y salarios dignos, fiscalidad más justa, igualdad de género, impulso de políticas sociales y de lucha contra la pobreza, garantizar las pensiones públicas, servicios públicos de calidad, intensificar la lucha contra la siniestralidad, asegurar la igualdad de oportunidades y una mejor calidad de la democracia.
En un país con más 3,5 millones de parados (de ellos, 1,8 mujeres) y muchas desigualdades, Álvarez desató todo un repertorio: hay un 76% más de millonarios hoy que en 2008; las familias hoy pagan un 20% más de impuestos que antes de la crisis y las empresas un 25% menos; el salario más frecuente en España es de 1.200 euros al mes y el sueldo de los ejecutivos de cinco millones al año; más de un millón de hogares tienen a todos sus miembros en paro; de cada 100 euros nuevos que se han generado en los últimos 10 años, siete han ido a parar al bolsillo de los trabajadores y 93 a los empresarios; el 12,56% de los españoles tiene ingresos anuales inferiores al Salario Mínimo Interprofesional; el 41,8% de los parados no tiene ningún tipo de cobertura y hay 593.500 personas que no tienen ingresos laborales, las personas en riesgo de pobreza siguen aumentando…
Asimismo, han hecho mucho hincapié en la necesidad de poner en valor el diálogo social y la negociación colectiva con la mayor implicación de los empresarios. "El diálogo social es fundamental también para abordar estos retos", ha incidido Sordo al tiempo que emplazaba a la patronal CEOE a corresponsabilizarse y a "dejar de jugar a ser un lobby".
Un hueco importante de los discursos de Sordo y Álvarez, además de Venezuela ("pedimos solidaridad con Venezuela, quermeos democracia, pero también que la bota de Trump no pise el país", dijo Álvarez)  y la situación de Lula da Silva en Brasil ("está en la cárcel para impedir que se pueda presnetar a las elecciones", coincidieron los dos líderes), se ha llenado con referencias a la mujer y, en ese sentido, han pedido un pacto de Estado contra la violencia de género. Feminismo es igualdad, feminismo es progreso, subrayaron.

"Con Rivera, no"

Con su hijo de tres años subido a hombros, Raúl avanzaba por la carrera de San Jerónimo en dirección a Sol. "Hemos venido mi mujer y yo y nuestros dos hijos. ¿Conoces Coca-Cola en lucha? Esos somos nosotros. La lucha sigue y es el único camino. Es bueno que los niños sepan desde pequeños lo que nos jugamos", dice mientras el niño agita divertido un banderín rojo de CC OO. La movilización, con el largo eslógan de La lucha continúa. Más derechos, más igualdad y más cohesión. Primero las personas, congregó a varios miles de manifestantes (30.000 según los sindicatos convocantes) que no consiguieron llenar la Puerta del Sol.
"Que viva la lucha de la clase obrera" fue uno de los lemas más coreados entre los manifestantes, hasta que la marcha llegó a Sol y empezaron los parlamentos de los representantes sindicales. Allí, tuviera relación o no con lo que se decía en el estrado, cada pocos minutos alguien se lanzaba: "Con Rivera, no". A lo que respondían en eco varias decenas de personas: "Con Rivera, no". Cristina, administrativa de 52 años, se confesaba aliviada por el resultado electoral de hace tres días: "Para los trabajadores, la derecha en el Gobierno nunca es buena noticia", decía mientras escuchaba hablar a Pepe Álvarez, de UGT.
La manifestación salió a las 12.00 de Neptuno y avanzó por el Paseo del Prado, que se veía un poco desangelado en comparación con la última gran marcha que ha vivido la capital, la del 8-M, que fue multitudinaria. Los manifestantes no pudieron seguir el recorrido habitual, la subida a Sol por la calle de Alcalá, que estaba cortada por las obras del macrocomplejo de ocio Canalejas. La gente se despistaba al llegar a ese punto. "Estos son los de OHL, que encima están cortando el metro", le decía una treintañera a sus dos acompañantes. El desvío por la calle de Cedaceros permitió pasar junto a una de las entradas al Congreso de los Diputados. "Ahí está la cueva de Alí Baba", se animaba la concurrencia señalando al edificio, protegido por varias furgonetas de la Policía Nacional.
"Con el día que hace dan ganas de irse a una terraza", decía Eulogio, de 67 años. "He venido porque a diferencia del 90% de Madrid no me he ido de puente. Ya que estoy en la ciudad, creo que es importante venir, por nosotros, los jubilados, por los trabajadores y por los jóvenes. A Sánchez le pido que mejorar las condiciones laborales sea su prioridad".
Ya en la Puerta del Sol, tres trabajadores parecían ajenos a lo que se decía en el estrado. Se han quitado la parte de arriba del traje (dos van de Patrulla Canina, el otro de Mario Bros) y se enseñan las monedas que han sacado cada uno. Preguntados por el 1 de Mayo, no parecen saber de qué se trata. "En inglés", pide uno. Tampoco. "Mejor pregunta a otra gente", se rinde otro.

Marchas en toda España

En Barcelona, unas 5.000 personas han asistido a la manifestación convocada ambos sindicatos, según la guardia urbana. Javier Pacheco, secretario de general de CC OO de Cataluña, ha estrenado su discurso criticando precisamente esa cifra de asistentes, al considerar que era muy baja. "Cuando los partidos políticos llenan la Via Laietana dicen que ha habido 300.000 personas, cuando la llenamos los sindicatos dicen que somos 5.000", ha dicho, mientras desde el sindicato cifraban la afluencia en unas 30.000 personas.
La política ha estado más presente que nunca en la marcha del Primero de mayo. El secretario general de UGT en Cataluña, Camil Ros, ha afirmado que el Día de los Trabajadores comenzó el pasado domingo, con las elecciones: "Llenamos las urnas por la democracia, la justicia y la libertad". Ha reivindicado la clase trabajadora y ha insistido en revocar la reforma laboral. El consejero de Trabajo de la Generalitat, el republicano Chakir El Homrani, se ha sumado a esa iniciativa y ha defendido la necesidad de utilizar la mayoría de las fuerzas de izquierda en el Congreso para derogarla. Ros ha criticado, además, el uso de la "vía judicial" para resolver el conflicto político en Cataluña.
También se han podido visualizar en Barcelona las protestas de algunos de los comités de empresa que están negociando recortes en la plantilla, como Nissan o CaixaBank. Además, CC OO y UGT han hecho una ofrenda de 82 claveles ante la sede de Fomento del Trabajo, la principal patronal catalana, que simbolizaban los 82 trabajadores fallecidos el año pasado en accidentes de trabajo en Cataluña.
En Valencia, Arturo León, líder de CC OO en la Comunidad Valenciana, ha exigido a Pedro Sánchez que "reforme el sistema de financiación, condone la deuda, y dedique inversiones adecuadas y suficientes para el País Valenciano". “Defendemos sobre todo que la reforma laboral del PP sea corregida en sus aspectos más lesivos. Y basta ya de jugar con las pensiones”, ha añadido el líder de UGT-PV, Ismael Sáez. El presidente de la Generalitat, Ximo Puig, también ha acudido a la marcha y ha anunciado que, si es investido de nuevo en el cargo, la primera reunión que convocará será con los agentes sociales para "proyectar un nuevo tiempo de diálogo social".
En Vigo, miles de personas se han sumado a la marcha del Primero de Mayo más concurrida de Galicia, la convocada por la Confederación Intersindical Galega en Vigo. Su secretario nacional, Paulo Carril, ha llamado a "recuperar los derechos de los trabajadores" en un momento de especial "retroceso" en la comunidad gallega, inmersa en crisis como las de Alcoa, Poligal o Ence. Primeiro las personas es el lema de la otra gran manifestación de trabajadores en Galicia, convocada por UGT y CC OO en A Coruña y donde las centrales han reclamado acabar con el sistema de pensiones del año 2013 y recuperar el Pacto de Toledo.
En Sevilla, el ambiente festivo y el calor también han marcado la manifestación, convocada por UGT y CC OO, donde la media de edad superaba los sesenta años. Aunque el servicio de tranvía que circula por la Avenida de la Constitución, la principal arteria del recorrido, estaba cortado, el día festivo y un clima inmejorable han hecho que casi hubiera más turistas que manifestantes. Durante la marcha, Carmen Castilla, secretaria general de UGT Andalucía, ha cargado contra la creciente brecha entre los sueldos de trabajadores y los beneficios de los empresarios. "Ya está bien de que las empresas ganen dividendos y eso no tenga una repercusión directa en los derechos laborales". A la misma hora que partía la manifestación en Sevilla (12.00), han comenzado también las marchas en Huelva, Cádiz Jaén y Almería. Una hora antes salían las de Córdoba y Málaga y a las 11.30 la de Granada.
Miles de trabajadores se han manifestado este miércoles en las tres capitales vascas en demanda de mejores condiciones salariales, y una legislación más estricta en materia de seguridad laboral. Pero no lo han hecho unidos, sino divididos. El sindicato mayoritario ELA se ha manifestado en Bilbao bajo el lema "Bizitza da lehena" (La vida es lo primero), mientras que LAB ha celebrado su acto central en Pamplona. UGT y CCOO se han manifestado unidos en Bilbao.
En su primer Día Internacional de los Trabajadores como secretario general de ELA, Mitxel Lakunza ha criticado al Gobierno vasco. Aunque ELA nació del PNV, la relación entre ambas formaciones es muy tensa. Lakuntza ha tenido duras críticas para el Ejecutivo de Urkullu al que ha acusado de "permitir el saqueo permanente de las rentas de trabajo por parte del capital", y también para el PNV porque "su política industrial reduce Euskadi a cenizas", ha dicho en relación a Euskaltel y otras empresas rescatadas con fondos públicos que después se han ido de Euskadi.
Por su parte, la secretaria general de CCOO de Euskadi, Loli García, ha reivindicado políticas que pongan a la ciudadanía "en el centro del debate político" y la derogación de las reformas laborales de 2010 y 2012. En la misma línea el secretario general de UGT de Euskadi, Raúl Arza, ha demandado al nuevo Gobierno que prime la agenda social y haga una política "con más derechos".
SINDICATOS SUBVENCIONADOS COMO  QUE NO TIENEN MUCHA CREDIBILIDAD.

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