miércoles, 22 de mayo de 2019

INOCENCIA PERDIDA. José Ángel Miyares Valle


 
"NO MARCHITEMOS LAS FLORES"
 
Un mal que recorre  parte de nuestra juventud mas allá de lo que nos pensamos padres y educadores con un futuro muy peligroso y autodestructivo.
Un grupo de 55 chicas entre 13 y 17 se divertían pasando fotos personales de contenido insinuante y desnudos provocativos a sus amigos de confianza y parece que se divertían a perder la inocencia. Me resulta muy triste, que esta juventud su diversión sea mostrar su encantos personales sin ningún pudor, ni rubor y como una forma de relacionarse con sus amigos y además muy peligrosa  tanto por posibles embarazos y enfermedades venéreas que proliferan tanto hoy en día por la promiscuidad existente como por la pérdida de personalidad y autodisciplina.
A esto hay que añadir los juegos que los jóvenes practican en sus reuniones de confraternización, además de ponerse hasta las trancas de alcohol y alguna droga y ya perdido el sentido se ponen a jugar a la ruleta y el muelle del amor que consiste en pasar de joven en joven sentado en la asilla para hace el amor ganando el que más resistencia tenga en este lance amatorio. ¿Y me pregunto si a tan tierna edad tienes esta forma de pensar y actuar? ¿qué puedes hacer a lo largo de tu vida?¿podrás formar una familia, puedes querer a alguien sinceramente fuera del placer espontaneo por su valía y seriedad? ¿Puedes ser equilibrado  en tu pensamiento y forma de hacer y guiarte por la vida?¿ser responsable, sacrificado?
Se habla que muchos de los jóvenes de 11 años ya  son consumidores de pornografía a través de sus teléfonos y naturalmente no es lo más adecuado para un adolescente en desarrollo corporal y mental donde debe aprender a controlar sus pasiones, ponerse limites y metas pues esta costumbre le resta capacidad de concentración en estudios y relaciones sociales con sus semejantes.
Naturalmente los padres cuando se enteran de estas cosas echan las manos a la cabeza y los profesores están muy preocupados por esta fiebre que ha entrado en los centros de enseñanza y se extiende como la pólvora, a todo esto cuando el rio de la incontinencia se apoderado de la persona no para controlar su cuerpo y el despertar pasional, llega el momento del hastío, vacio, carencia de alicientes que no encentra sentido a nada de lo que hace o la sociedad le obliga a hacer, colmándole de agobio y descontrol ligado una juventud sin aliciente alguno ni metas a alcanzar, ya que se puede encontrar en un callejón  sin salida hastiado por todo, abandono de estudios, desmotivado y si eso se añade los juegos de reto de autolesiones pude llegar al suicidio ,que por cierto se da con mas frecuencia de lo que se comenta pues se calla porque es un fracaso estrepitoso de la sociedad por no saber educar a los hijos en personas de bien hacer y auto organizarse en la vida, al ser unos seres extraños por falta de comunicación y confianza mutua en la familia.
Este fracaso es de toda la sociedad, no es sólo de los padres y profesores, es la purulencia de una sociedad enferma que vive más de los externo, del falso hedonismo y no esta preparada para el sacrificio y retos que nos presenta la vida,  ni los padres ni los educadores pueden y mucho me temo que este gran mal vaya a mas.
 

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